Windows Update descarga pero no instala: causas y soluciones

No siempre todo es sencillo cuando se trata de actualizaciones. A veces, Windows Update descarga pero no instala. Muchos usuarios de Windows 10 y Windows 11 se encuentran con errores de instalación, bucles infinitos de intento de actualización o mensajes ambiguos que no explican qué está pasando. Si además el sistema no arranca, consulta Javítsa meg a Windows rendszert, ha nem indul el.

Ebben az útmutatóban megtalálja minden gyakori ok és a leghatékonyabb megoldások cuando Windows Update no funciona correctamente: desde comprobar lo básico (espacio en disco, conexión a Internet, reinicios) hasta reparar archivos de sistema, usar el solucionador de problemas, instalar actualizaciones manualmente o, en última instancia, reinstalar Windows sin perder datos.

Por qué Windows Update descarga pero no instala

Cuando una actualización se baja pero no llega a completarse la instalación, suele deberse a una de varias categorías de problemas: software bloqueando el proceso, falta de recursos, servicios desconfigurados o archivos corruptos en el propio sistema.

En Windows 10 y Windows 11, la herramienta de actualización depende de múltiples servicios internos, archivos temporales y claves de registro. Si algo en esa cadena falla, puedes ver errores de instalación, códigos numéricos poco claros o mensajes genéricos del estilo “No se pudieron completar las actualizaciones”.

Algunos usuarios reportan que el fallo aparece de la nada, tras meses actualizando bien, y a partir de cierto punto todas las nuevas actualizaciones quedan atascadas (incluidas las grandes versiones tipo 22H2, 23H2, etc.). En otros casos, el problema coincide con cambios de hardware, instalación de antivirus de terceros o modificaciones profundas en el sistema.

Además, hay ocasiones en las que incluso intentando actualizar “por fuera” —por ejemplo, con una ISO de Windows 11 descargada de la web de Microsoft— la propia imagen no se llega a montar o lanza errores del estilo “Ha habido un problema al montar este archivo”, lo que evidencia que el sistema tiene algo más roto de lo que parece.

Causas habituales: qué puede romper Windows Update

Cuando Windows Update descarga pero no instala puede haber varios culpables actuando a la vez. Conviene entenderlos para aplicar las soluciones adecuadas y no ir a ciegas.

Una de las causas más frecuentes son las claves de registro incorrectas o dañadas. Si has tocado el Registro, instalado software poco fiable o ejecutado scripts que modifican servicios de Windows, es posible que los valores que gestionan Windows Update se hayan roto y el servicio no se comporte como debería.

Otra causa muy típica es que el servicio de Windows Update esté detenido o deshabilitado. Este servicio, junto con otros relacionados (BITS, criptografía, instalador de Windows, AppIDSvc, etc.), debe estar funcionando en segundo plano para que el sistema pueda descargar y aplicar las actualizaciones correctamente.

También son habituales los problemas con los archivos temporales de actualización ubicados en la carpeta SoftwareDistribution. Si una descarga ha quedado a medias o se han almacenado paquetes corruptos, la propia carpeta puede impedir que nuevas actualizaciones se instalen con normalidad.

Ne felejtsd el a sérült rendszerfájlok. Un fallo de disco, un corte de luz, una infección de malware o incluso un apagado forzado en mal momento pueden corromper archivos críticos de Windows que participan en el proceso de actualización.

Por último, diversos reportes señalan que los antivirus y suites de seguridad de terceros pueden interferir en las actualizaciones, bloqueando procesos, servicios o accesos a ficheros clave en el momento más delicado de la instalación.

Comprobaciones básicas antes de complicarse la vida

Antes de meternos en comandos avanzados o herramientas de reparación profundas, merece la pena hacer una ronda de alapvető ellenőrzések que, en muchos casos, solucionan el problema sin más.

• Az első az Indítsa újra a rendszert. Parece obvio, pero muchas veces hay procesos colgados, bloqueos de ficheros o cambios pendientes de completar que solo se resuelven con un reinicio completo. Tras el reinicio, vuelve a buscar actualizaciones desde Configuración > Windows Update.
• El segundo paso es asegurarte de que tienes una stabil internetkapcsolat. En Windows 11, entra en Inicio > Configuración > Red e Internet > Wi‑Fi (o Ethernet) y verifica el estado de la red; si figura como desconectado, vuelve a conectarte o cambia de red, porque una conexión lenta o inestable puede dejar las descargas a medias.
• También es fundamental comprobar que van elég szabad hely en el disco del sistema. Windows necesita al menos unos 16 GB en sistemas de 32 bits o 20 GB en 64 bits solo para el proceso de actualización, y si vas muy justo de espacio, todo se atasca o falla a mitad.

Si tu PC tiene una unidad pequeña, Windows puede pedirte que conectes una memoria USB para usarla como apoyo durante la instalación de una versión grande. En cualquier caso, conviene liberar espacio con herramientas como el liberador de espacio en disco o la utilidad integrada de “Liberar espacio” en Configuración.

Használja a Windows Update hibaelhárítóját

Windows 10 y Windows 11 incluyen un solucionador de problemas específico para Windows Update que detecta y, en muchos casos, corrige automáticamente errores típicos: servicios mal configurados, permisos, rutas, etc.

• Windows 11 rendszerben lépjen a következőre: Start > Beállítások > Rendszer > Hibaelhárítás > Egyéb hibaelhárítók y, dentro del bloque “Más frecuente”, pulsa en Windows Update > Ejecutar. Deja que el asistente haga su análisis y aplique las correcciones sugeridas.
• En Windows 10, el camino es muy similar: Inicio > Configuración > Actualización y seguridad > Solución de problemas y después entra en “Solucionadores de problemas adicionales”, selecciona Windows Update y pulsa “Ejecutar el solucionador de problemas”.

Cuando termine el asistente, es recomendable Indítsa újra a rendszert y, acto seguido, volver a abrir Configuración > Windows Update y pulsar en “Buscar actualizaciones” para comprobar si ya se instalan con normalidad.

Si persiste algún error, puedes ejecutar el solucionador de problemas de nuevo para detectar további hibák o seguir con los métodos manuales que veremos a continuación, que son más profundos pero también más eficaces cuando el sistema está muy tocado.

Reiniciar el servicio de Windows Update y servicios relacionados

Uno de los métodos más efectivos cuando Windows Update descarga pero no instala es reiniciar los servicios implicados y borrar las carpetas temporales de actualización. Puedes hacerlo de forma gráfica o usando comandos.

Empecemos por lo sencillo: abre la ventana Ejecutar con A Windows + R, írja services.msc y pulsa Intro. En la lista, localiza el servicio “Windows Update” y comprueba su estado y tipo de inicio.

Haz clic con el botón derecho sobre Windows Update, entra en “Propiedades” y asegúrate de que el tipo de inicio está en “Automático”. Si el servicio está detenido, pulsa en “Iniciar”; después, haz clic en “Aplicar” y en “Aceptar” para guardar los cambios.

Si esto no es suficiente, puedes reiniciar completamente Windows Update y otros servicios clave desde el Símbolo del sistema. Abre un cmd como administrador (busca “cmd”, botón derecho, “Ejecutar como administrador”) y detén varios servicios a parancsokkal:

net stop cryptSvc
net stop bitek
net stop msiserver
net stop AppIDSvc

Después, renombra las carpetas donde Windows guarda los archivos temporales de actualización para forzar su recreación limpia. En la misma ventana, ejecuta:

ren C: \ Windows \ SoftwareDistribution SoftwareDistribution.old
ren C:\Windows\System32\Catroot2 Catroot2.old

Por último, vuelve a poner en marcha los servicios detenidos con:

net start cryptSvc
net start bitek
net start msiserver
net start AppIDSvc

Opcionálisan használhatja wuauclt.exe / updatenow para forzar la comprobación de nuevas actualizaciones. Este conjunto de pasos suele resolver problemas persistentes con paquetes atascados o descargas corruptas que impiden la instalación.

Reparar archivos de sistema con DISM y SFC

Si tras reiniciar servicios y borrar temporales el problema sigue, es probable que algún archivo de sistema esté dañado. Aquí entran en juego dos herramientas integradas en Windows: DISM y SFC.

DISM (Deployment Image Servicing and Management) se encarga de javítsa ki a Windows rendszerképet que usa el sistema como referencia, mientras que SFC (System File Checker) comprueba y repara archivos de sistema individuales que estén corruptos o modificados.

Para ejecutarlas, abre un Parancssor rendszergazdaként. En la barra de búsqueda escribe “Símbolo del sistema”, haz clic derecho y elige “Ejecutar como administrador”. Una vez dentro, ve escribiendo estos comandos, pulsando Intro tras cada uno:

DISM.exe / Online / Cleanup-image / Scanhealth
DISM.exe / Online / Cleanup-image / Restorehealth

Cuando DISM complete su tarea (puede tardar bastante, dependiendo del equipo y la conexión), ejecuta a continuación el Comprobador de archivos de sistema con:

sfc / scannow

Fontos esperar a que el análisis alcance el 100% y ver si informa de reparaciones efectuadas. Cuando termine, cierra la ventana de cmd, reinicia el ordenador e intenta de nuevo la actualización desde Configuración > Windows Update.

En algunos procedimientos avanzados se aconseja incluso ejecutar ICACLS C:\Windows\winsxs para comprobar permisos o acudir a herramientas adicionales de Microsoft, como el reparador específico de Windows Update disponible en la URL abreviada oficial (por ejemplo, descargas como diag_wu).

Instalar manualmente las actualizaciones (paquetes KB)

Si Windows Update se empeña en fallar pero sabes qué actualización necesitas, siempre puedes optar por instalar el paquete independiente a Microsoft Update katalógus.

Para ello, fíjate en el código de la actualización que se resiste a instalarse; suelen tener un identificador del tipo KB5017271, KB5016688 o similar. Toma nota del número concreto que aparece en Windows Update o en el historial de actualizaciones.

A continuación, abre el navegador y entra en la web oficial del Microsoft Update katalógus. En su buscador escribe el número de la KB (por ejemplo, KB5017271) y pulsa en Buscar para ver la lista de paquetes disponibles para distintas versiones y arquitecturas.

En los resultados, localiza la entrada que corresponda a tu versión de Windows (10 u 11, Home/Pro, 64 bits, etc.) y pulsa en “Descargar”. Se abrirá una ventana con un enlace; haz clic en él para bajar el paquete independiente al disco duro.

Una vez descargado el archivo .msu o .cab, haz doble clic para iniciar el instalador y sigue las instrucciones. Si la instalación manual también falla, es una señal clara de que el problema está en el sistema (no solo en Windows Update), por lo que tendrás que insistir con DISM, SFC o pasos más radicales como la restauración del sistema.

Állítsa vissza a rendszert egy előző pontra

Cuando el fallo con Windows Update es reciente y recuerdas que antes todo iba bien, una buena opción es usar un punto de restauración del sistema para volver al estado previo al problema.

Los puntos de restauración, si están activados, permiten que Windows guarde instantáneas de la configuración y archivos críticos en determinados momentos (instalación de drivers, actualizaciones grandes, etc.), de modo que luego puedas regresar a esa situación sin tocar tus documentos personales.

Para restaurar, busca “Punto de restauración” en el menú Inicio y abre la herramienta de restauración del sistema. Desde ahí podrás ver si tienes alguno creado antes de que las actualizaciones empezaran a fallar.

Solo tienes que seleccionar un punto con fecha anterior al problema, seguir el asistente y dejar que el sistema se reinicie y aplique los cambios. Si todo va bien, volverás a un entorno donde Windows Update funcionaba correctamente.

En algunos tutoriales se plantea combinar la restauración del sistema con la desinstalación de actualizaciones conflictivas desde Configuración > Actualización y seguridad > Ver historial de actualizaciones > Desinstalar actualizaciones, eliminando la última que esté dando guerra.

Cuando nada funciona: reinstalar o restablecer Windows

Si has probado a liberar espacio, reiniciar servicios, usar el solucionador, ejecutar DISM y SFC, instalar KB manualmente y restaurar el sistema, y aun así Windows Update sigue sin instalar nada, hay que plantearse medidas de choque.

A leggyakoribb lehetőség az alaphelyzetbe állítja a számítógépet desde la propia Configuración. En Windows 10 y 11, ve a Inicio > Configuración > Actualización y seguridad (o Sistema > Recuperación en Windows 11) y entra en “Restablecer este PC”.

Desde ahí, puedes elegir si quieres őrizze meg személyes fájljait (documentos, fotos, etc.) mientras se reinstala Windows, o hacer una limpieza total. En ambos casos, el sistema reinstala los componentes del sistema operativo y debería dejar Windows Update como recién salido de fábrica.

Otra posibilidad, sobre todo si tu versión de Windows está muy desactualizada o ha llegado al final de servicio, es realizar una instalación limpia con la herramienta oficial de Microsoft. Desde la web de Windows 10 o Windows 11, descarga el Asistente de actualización o la herramienta de creación de medios.

Con ella puedes actualizar in situ a la última versión compatible o crear un telepítés USB para arrancar desde cero. Eso sí, antes de formatear o reinstalar, haz copia de seguridad de tus datos; una instalación limpia borrará todo lo que haya en la partición del sistema.

En equipos de fabricantes como ASUS, Lenovo o similares, también es buena idea asegurarse de tener la BIOS/UEFI actualizada y los drivers al día mediante las herramientas que proporcionan (MyASUS, Lenovo Vantage, etc.), ya que algunas incompatibilidades de firmware o controladores pueden interferir con las actualizaciones de Windows.

Otras causas frecuentes: espacio, hardware y conexión

Más allá de los problemas internos de Windows, conviene revisar otros factores que pueden explicar que las actualizaciones se descarguen pero no terminen de instalarse: falta de espacio, conflictos de hardware o una conexión pobre.

Si el disco del sistema está casi lleno, el proceso de actualización simplemente no tendrá margen para desempaquetar y aplicar los archivos nuevos. Una limpieza profunda con el Liberador de espacio en disco, con la herramienta de “Sensor de almacenamiento” o con utilidades de terceros fiables puede marcar la diferencia.

Los conflictos de hardware (por ejemplo, un dispositivo USB problemático, un disco externo defectuoso o un componente que da errores de driver) también pueden provocar bloqueos durante el reinicio de la instalación. En estos casos es buena práctica desconectar todos los periféricos no esenciales y dejar solo teclado, ratón y pantalla; si sospechas del almacenamiento, puedes detectar fallos en tu SSD con comandos SMART.

La velocidad y estabilidad de tu conexión a Internet es otro elemento clave. Si la red es muy lenta, inestable o está configurada como de uso medido, las descargas pueden cortarse o quedar a medias, dando la impresión de que todo se ha descargado cuando en realidad el paquete está incompleto.

Por último, asegúrate de que tu navegador y drivers importantes (gráficos, audio, red) se mantienen actualizados por sus vías oficiales, porque Windows Update no cubre todos los componentes del sistema y un driver muy obsoleto puede generar efectos colaterales durante el proceso de actualización.

Cuando Windows Update descarga pero no instala, suele ser señal de que alguna pieza de la cadena de actualización está dañada o mal configurada. Siguiendo un orden lógico —de lo más simple (reinicio, espacio, conexión) a lo más avanzado (DISM, SFC, reinstalación)— es muy probable que consigas que tu Windows 10 o Windows 11 vuelva a recibir parches y nuevas versiones con normalidad, evitando problemas de seguridad y manteniendo el sistema estable a largo plazo.