Cómo afectará la escasez de memoria a las ventas de móviles

La industria del smartphone se prepara para un año complicado en el que las ventas de móviles en 2026 podrían retroceder a nivel mundial por un factor muy concreto: el encarecimiento de la memoria RAM. Lo que en principio parecía un ajuste puntual de precios se está convirtiendo en un problema estructural que afecta tanto al coste de fabricación como al diseño de los nuevos modelos.

Varios informes de firmas especializadas como Counterpoint Research e IDC យល់ព្រម el aumento del precio de los chips de memoria está cambiando las previsiones del sector. Donde antes se esperaba un ligero crecimiento, ahora se dibuja un escenario de caída de envíos, subida de precios medios y posibles recortes de especificaciones, especialmente en la gama baja y media, muy relevante en mercados europeos y en España.

Previsiones de ventas de móviles en 2026: menos unidades y más caras

Según los últimos cálculos de Counterpoint, los envíos mundiales de smartphones caerían alrededor de un 2,1 % en 2026, revirtiendo las perspectivas más optimistas que apuntaban a un ligero crecimiento interanual. Esta revisión a la baja supone un giro importante frente al repunte previsto para 2025, que se situaba en torno al 3,3 %.

El principal motivo de este cambio de tendencia es el aumento de los costes de los componentes clave, en especial de la memoria DRAM utilizada en móviles. La firma de análisis estima que, como consecuencia de este encarecimiento, el precio medio de venta de los smartphones subirá cerca de un 6,9 % el próximo año, casi el doble de lo que se había barajado en informes anteriores.

IDC, por su parte, también ha enfriado las expectativas y anticipa una contracción adicional del mercado próximo al 0,9 % para 2026, igualmente asociada a la falta de memoria y al impacto del coste de los chips. Aunque los porcentajes puedan parecer modestos, hablamos de cientos de millones de unidades a escala global, algo que se nota en todos los eslabones de la cadena.

En términos de valor, el mercado no se hunde, sino que se transforma: los analistas prevén que, pese a venderse menos móviles, la facturación total alcance cifras récord, superando los 578.000 millones de dólares gracias a ese incremento del precio medio y a una mayor concentración en gamas más altas.

La memoria RAM, en el centro de la tormenta

El origen de este escenario está en el repunte del precio de la memoria destinada a consumo, que se ha visto arrastrada por la enorme demanda de chips para inteligencia artificial y centros de datos. Los fabricantes de semiconductores están priorizando productos de mayor margen, como las memorias avanzadas para servidores de IA, y eso está tensionando la oferta disponible para móviles.

Counterpoint apunta a que la lista de materiales (BoM) de los smartphones ya se ha encarecido entre un 10 % y un 25 % a lo largo de 2025 solo por el efecto de la RAM. En los modelos más baratos, por debajo de los 200 dólares, el impacto es especialmente acusado, con subidas del 20 % al 30 % en costes de componentes respecto a principios de año.

Para 2026, los analistas no descartan que los módulos DRAM sufran un nuevo incremento de precios de hasta el 40 % en torno al segundo trimestre. Si ese pronóstico se cumple, el coste de producción de muchos teléfonos podría elevarse entre un 8 % y un 15 % adicional, dependiendo de la gama. Una parte de esa factura se trasladará inevitablemente al consumidor.

Este encarecimiento no solo complica los lanzamientos futuros, sino que también obliga a revisar las estrategias de catálogo y posicionamiento de precio. En Europa y España, donde la gama media ha sido tradicionalmente la gran protagonista, esa presión se notará en terminales que hasta ahora destacaban por ofrecer mucho por relativamente poco dinero.

Gamas baja y media, las más afectadas

El segmento que más está sufriendo la crisis de la memoria es el de los smartphones económicos, especialmente los que se sitúan por debajo de los 200 dólares/euros. En este rango de precio, los márgenes son muy ajustados y cualquier subida de coste pone contra las cuerdas el modelo de negocio.

De acuerdo con las estimaciones de Counterpoint, los móviles de entrada han visto cómo el coste de su lista de materiales se disparaba hasta un 25 % o incluso un 30 % en algunos casos. Cuando el presupuesto de fabricación es tan limitado, absorber esa subida sin tocar el precio final es casi imposible.

នៅក្នុង mercado medio, el impacto es algo menor, pero igualmente notable: el incremento de costes ronda el 15 %, mientras que en la ចុងខ្ពស់ los aumentos se sitúan en torno al 10 %. Aunque los terminales premium cuentan con mayor margen, también se enfrentan a un público que espera mejoras constantes en prestaciones, algo que se complica cuando la memoria se encarece y hay que decidir dónde recortar.

Las consultoras coinciden en que esta situación afectará con más fuerza a los dispositivos Android económicos y de segmento medio, generalmente más sensibles al precio. En mercados como España, donde este tipo de terminales acapara una parte muy relevante de las ventas, es probable que veamos un ajuste tanto en precios como en configuraciones de memoria y almacenamiento.

Marcas que resisten mejor y fabricantes en la cuerda floja

En medio de este contexto complejo, no todas las marcas parten de la misma posición. Los informes destacan que Apple y Samsung son los fabricantes mejor preparados para soportar la subida de costes sin un desplome brusco de sus ventas de móviles en 2026. Su escala global, su fuerte presencia en la gama alta y su mayor integración vertical les dan algo más de margen de maniobra.

Las compañías con catálogos muy centrados en el precio y con márgenes más ajustados lo tienen más difícil. Los analistas señalan en particular a varios fabricantes chinos como HONOR, OPPO o Vivo, que podrían ver desviaciones importantes respecto a sus previsiones de envíos por la dificultad de equilibrar cuota de mercado y rentabilidad.

En este grupo también encaja el caso de Xiaomi, que se ha hecho fuerte en Europa con una relación calidad-precio muy agresiva y con configuraciones de memoria generosas en la gama media. Mantener esa estrategia cuando la RAM se dispara de precio complica cuadrar las cuentas, lo que abre la puerta a replantear gamas y recortar especificaciones.

Los expertos de Counterpoint apuntan que las marcas con mayor escala, líneas de producto amplias y un peso considerable de la gama alta están mejor posicionadas para capear la escasez. En cambio, los fabricantes centrados en modelos baratos corren el riesgo de tener que subir precios hasta un punto en el que pierdan su principal atractivo frente a la competencia.

Recortes de especificaciones: vuelta a configuraciones de RAM más modestas

Una de las consecuencias más visibles para el usuario será el posible retroceso en la cantidad de RAM que ofrecen muchos móviles nuevos. Lo que hasta hace poco se interpretaba como una evolución natural —pasar de 4 a 6, luego a 8, 12 o incluso 16 GB— podría frenarse en seco o incluso dar marcha atrás.

Los informes apuntan a que en la segmentos medio y premium podrían desaparecer algunas configuraciones de 12 GB, reservándose esa cantidad para los buques insignia y reduciendo opciones en los modelos intermedios. En la parte más alta del mercado, los terminales con 16 GB de RAM, que empezaban a popularizarse, corren el riesgo de convertirse en algo mucho más minoritario.

នៅក្នុង ជួរបញ្ចូល, el ajuste puede ser todavía más llamativo: se contempla que ciertos fabricantes vuelvan a lanzar modelos con 4 GB de RAM como configuración estándar, una cifra que hace unos años muchos usuarios daban casi por superada. La idea es mantener precios competitivos sacrificando memoria, antes que encarecer demasiado el producto final.

Todo esto implica que, a la hora de renovar móvil en 2026, no será raro encontrarse con dispositivos que, a igualdad de precio, ofrezcan menos memoria que los modelos de años previos. Para el consumidor europeo medio, acostumbrado a ver cómo subían las especificaciones generación tras generación, puede resultar chocante comprobar que el hardware ya no avanza al mismo ritmo, al menos en capacidad de RAM.

Impacto en Europa y en el usuario español

Aunque las previsiones hablan de cifras globales, el efecto se dejará notar en mercados maduros como el europeo, donde la renovación del smartphone ya se había ralentizado en los últimos años y el precio medio de venta estaba subiendo. Con el nuevo contexto de memoria cara, esa tendencia se intensifica.

En España, donde el mercado intermedio y los modelos de entre 200 y 400 euros concentran una buena parte de las ventas, los fabricantes tendrán que afinar más que nunca sus propuestas. Es previsible que veamos menos dispositivos muy ajustados de precio con especificaciones “sobradas” y más apuestas por configuraciones equilibradas, pero con RAM algo más contenida.

Para quien esté pensando en cambiar de móvil, los analistas plantean dos escenarios: adelantar la compra para esquivar parte de la subida de precios que se espera en 2026 o, si no hay prisa, alargar un poco más el ciclo de renovación y esperar a que el mercado se estabilice, posiblemente a partir de 2027, cuando la oferta de memoria pueda normalizarse.

En cualquier caso, conviene asumir que el próximo año será un periodo de transición en el que las ventas de móviles en 2026 estarán condicionadas por un único componente, la memoria RAM, pero sus efectos se notarán en prácticamente todo: precios, gamas, configuraciones y ritmo de actualización de los catálogos.

Todo apunta a que la telefonía móvil afronta un ejercicio en el que, pese a la solidez del mercado, se venderán menos unidades, serán más caras y ofrecerán especificaciones más contenidas, especialmente en memoria. Marcas con más músculo como Apple y Samsung podrán adaptarse mejor, mientras que buena parte de los fabricantes orientados a la gama baja y media tendrá que recortar, reorganizar o subir precios, lo que dibuja un 2026 con mucha tensión competitiva y con usuarios que deberán mirar con más calma la letra pequeña antes de cambiar de móvil.