- Valve convierte el cliente de Steam para Windows en una aplicación exclusiva de 64 bits.
- Los usuarios de Windows 10 de 32 bits tendrán soporte limitado hasta el 1 de enero de 2026.
- El cambio busca mejorar rendimiento, estabilidad y seguridad del cliente de Steam.
- Se mantienen funciones adicionales como compatibilidad mejorada con mandos y opciones de chat.
El cliente de Steam ha dado por fin el salto completo a los 64 bits en Windows, dejando atrás de forma progresiva a los sistemas de 32 bits. Este cambio, que llevaba tiempo gestándose en los planes de Valve, marca un punto de inflexión para quienes aún utilizaban equipos más antiguos o instalaciones de Windows 10 en su versión de 32 bits.
Con esta decisión, la plataforma de juegos más popular en PC se alinea con la realidad actual del mercado, donde prácticamente todo el software moderno y los sistemas operativos principales funcionan ya sobre arquitecturas de 64 bits. Para muchos usuarios en España y el resto de Europa no supondrá un gran trastorno, pero para quienes seguían exprimiendo ordenadores veteranos es un aviso claro de que toca plantearse una actualización.
Steam pasa a ser un cliente exclusivamente de 64 bits
Valve ha publicado una nueva versión del cliente para Windows en la que Steam se ejecuta únicamente como aplicación de 64 bits en Windows 10 y Windows 11 de 64 bits. La edición de 32 bits del cliente deja así de desarrollarse activamente, aunque no desaparece de golpe: mantendrá soporte durante un periodo limitado y en forma de actualizaciones críticas.
En la documentación oficial se detalla que los sistemas que sigan ejecutando Windows de 32 bits continuarán recibiendo actualizaciones del cliente de 32 bits hasta el 1 de enero de 2026. A partir de esa fecha, esa versión quedará congelada, sin mejoras nuevas ni correcciones adicionales, quedando a merced de posibles cambios futuros en los servidores o en las funciones de la plataforma.
El movimiento afecta en la práctica únicamente a usuarios de Windows 10 instalados en 32 bits, ya que fue la última rama del sistema de Microsoft que ofrecía esa posibilidad. Windows 11 nació directamente como sistema exclusivo de 64 bits y versiones anteriores como Windows 7, 8 y 8.1 dejaron de contar con soporte por parte de Valve a comienzos de 2024, por lo que ya habían quedado fuera del plan.
Esto significa que quienes aún tengan un PC con Windows 10 de 32 bits podrán seguir usando la versión antigua del cliente durante un tiempo, pero irán notando una degradación gradual del servicio a medida que el cliente moderno de 64 bits incorpore funciones que la aplicación de 32 bits no puede soportar. Aunque inicialmente todo pueda seguir funcionando, el riesgo de cortes de conexión o incompatibilidades aumentará con el paso de los meses.
La propia Valve justifica esta decisión explicando que las nuevas características del cliente se apoyan en bibliotecas y controladores disponibles solo en entornos x64, por lo que mantener una base de código paralela de 32 bits limita el desarrollo y complica la modernización de la plataforma.
Contexto: el adiós definitivo a los 32 bits en Steam
El cambio en Windows no llega de la nada: Valve lleva varios años retirando el soporte a arquitecturas de 32 bits en otros sistemas. En el ecosistema de Apple, por ejemplo, el cliente de Steam dejó de funcionar en macOS Mojave y High Sierra, lo que supuso el cierre definitivo de la etapa de 32 bits en los Mac compatibles con la plataforma.
En el terreno de Linux, Valve también dio pasos firmes en esa dirección. La compañía anunció la eliminación del soporte para versiones antiguas de la librería glibc inferiores a la 2.31, una versión que, en la práctica, era la base de la mayoría de distribuciones de 32 bits aún en circulación. Con ese movimiento, la gran mayoría de instalaciones Linux x86 quedaron sin soporte oficial.
Hasta ahora, quienes seguían jugando en un PC antiguo de 32 bits tenían como refugio alguna edición de Windows de 32 bits para seguir ejecutando Steam —consulta nuestra хуучин тоглоомуудын нийцтэй байдлын гарын авлага—. Con la nueva actualización, esa última vía se encamina hacia su final, consolidando la transición global a los 64 bits en todas las plataformas donde funciona el cliente.
Detrás de esta estrategia está la idea de simplificar el mantenimiento, mejorar la seguridad y poder implementar funciones que resultan difíciles de adaptar a una arquitectura que hoy se considera obsoleta. Los 32 bits se han convertido en un cuello de botella en rendimiento, estabilidad y compatibilidad, especialmente en una plataforma con tantos servicios integrados como Steam.
En Europa, donde el parque de PCs es mayoritariamente de 64 bits desde hace años, el impacto se concentrará sobre todo en usuarios que conservan equipos muy veteranos o en pequeñas instalaciones concretas (cibercafés, centros educativos con ordenadores antiguos, etc.) que aún no habían dado el salto.
Ventajas técnicas de un cliente Steam de 64 bits
Más allá de la retirada de soporte, uno de los argumentos centrales de Valve es que un cliente íntegramente de 64 bits permite aprovechar mejor la memoria y los recursos del sistema. Un programa de 32 bits se ve limitado a un máximo teórico de 4 GB de RAM direccionable, algo que en un entorno con inmensas bibliotecas de juegos, múltiples descargas simultáneas y ventanas abiertas puede quedarse corto.
La versión de 64 bits de Steam puede gestionar mucha más memoria de forma nativa, lo que reduce el riesgo de cuelgues, pantallazos en blanco o cierres inesperados cuando se manejan bibliotecas grandes o se utilizan muchas funciones al mismo tiempo (tienda, chat, overlay, capturas de pantalla, etc.). Para el usuario, se traduce en un cliente más ágil, con menos tirones y una sensación general de mayor estabilidad.
A nivel interno, la arquitectura x64 también ofrece mejores mecanismos de control de procesos y protección de memoria, algo clave para una plataforma que integra compras, funciones sociales, sistemas anti-trampas y herramientas de moderación. Esta base técnica facilita implantar sistemas de seguridad más avanzados sin penalizar tanto el rendimiento.
Eso sí, no todo son ventajas automáticas. El salto a 64 bits puede provocar que determinados plugins, overlays muy antiguos o herramientas accesorias diseñadas exclusivamente para 32 bits dejen de funcionar correctamente con el cliente actual. También es habitual que, al no existir la limitación de 4 GB, los programas x64 terminen consumiendo algo más de RAM en uso real.
Aunque el foco del cambio está en el cliente, no significa necesariamente que todos los juegos vayan a rendir mejor de la noche a la mañana. La mejora se nota, sobre todo, en la gestión de la biblioteca, en las descargas, en la interfaz y en la estabilidad general del programa, más que en un aumento directo de fotogramas por segundo dentro de cada título.
Otros cambios y mejoras recientes en el cliente
Junto a la transición total a 64 bits, Valve ha aprovechado la actualización para introducir mejoras adicionales en compatibilidad de mandos y calidad de vida dentro del cliente. Un apartado especialmente relevante para los jugadores europeos, donde el uso de controladores de consolas en PC es cada vez más habitual.
Entre las novedades se incluye soporte oficial para los mandos de Nintendo Switch 2 conectados por USB en Windows, ampliando así el abanico de periféricos que pueden utilizarse directamente con Steam sin necesidad de programas de terceros. También se ha añadido compatibilidad con los adaptadores de GameCube en modo Wii U con vibración cuando se usan en Windows.
Valve ha corregido además un problema que afectaba a mandos como el DualSense Edge, el Xbox Elite y los Joy-Con en modo emparejado, que en algunos casos no detectaban correctamente la configuración adecuada para su personalización dentro de Steam Input. Con la nueva versión, estos dispositivos deberían reconocer mejor sus perfiles y ajustes avanzados.
En el apartado de control por movimiento, los nuevos modos de giroscopio han abandonado la fase beta para convertirse en la opción predeterminada del sistema. Las configuraciones antiguas que aún usen modos previos seguirán mostrando esas opciones, y es posible habilitar el modo desarrollador de Steam Input para mantenerlas visibles en todo momento si el usuario lo considera necesario.
Paralelamente, la compañía ha introducido mejoras en la sección de «Amistades y Chat», como la posibilidad de reportar mensajes sospechosos directamente desde la ventana de conversación. Se añaden también diversas correcciones menores orientadas a pulir la experiencia diaria del usuario y a reforzar la moderación en las interacciones dentro de la plataforma.
Qué implica el cambio para los usuarios de Windows en España y Europa
Para la mayoría de jugadores de PC en España, que ya utilizan Windows 10 o Windows 11 en 64 bits, la transición será prácticamente transparente: el cliente se actualizará de forma automática y seguirán utilizando Steam como siempre, solo que con una base técnica más moderna.
La situación es distinta para quienes, por costumbre o limitaciones de hardware, aún mantienen Windows 10 en su edición de 32 bits. En estos casos, la recomendación es clara: si se quiere seguir contando con todas las funciones actuales y futuras de la plataforma, conviene planificar un paso a un sistema de 64 bits antes del fin del soporte el 1 de enero de 2026.
El primer paso es comprobar qué tipo de sistema se está ejecutando. En Windows 10, basta con abrir la configuración (atajo Windows + I), entrar en el apartado Sistema y luego en Información o Acerca de. En el campo «tipo de sistema» aparecerá tanto la edición del sistema operativo como el tipo de procesador, lo que permite saber si el PC es compatible con 64 bits aunque tenga instalada una versión de 32 bits.
Si el texto indica «sistema operativo de 64 bits, procesador x64», todo está correcto y Steam seguirá funcionando sin cambios sobre la base de 64 bits. Si aparece «sistema operativo de 32 bits, procesador x64», el procesador admite 64 bits pero Windows está instalado en una variante antigua, por lo que habría que reinstalar el sistema con una ISO de 64 bits. Y si figura «sistema operativo de 32 bits, procesador x86», el hardware es demasiado antiguo y no admite la arquitectura moderna.
Үүнийг санах нь зүйтэй no existe un método de actualización directa de Windows de 32 a 64 bits. Para dar el salto es necesario hacer copia de seguridad de todos los datos importantes, descargar la versión de 64 bits de Windows y realizar una instalación limpia desde cero. La clave de producto o activación suele mantenerse siempre que el sistema ya estuviera activado en ese equipo.
Preguntas frecuentes sobre el paso a Steam 64-bit
Una de las dudas más habituales es qué ocurre con la biblioteca de juegos. Los títulos comprados en Steam seguirán siendo accesibles, siempre que el sistema operativo sea compatible y se pueda instalar el cliente actualizado. Tras reinstalar Windows en 64 bits, bastará con volver a descargar e instalar el cliente de Steam e iniciar sesión con la cuenta habitual.
Otro punto que suele preocupar es si hay que volver a pagar por Windows al realizar el cambio. En la mayoría de los casos no es necesario comprar de nuevo la licencia; si el sistema estaba correctamente activado en ese PC, la activación se conserva al reinstalar la misma edición en 64 bits, siempre y cuando no se cambie de hardware de forma radical.
En cuanto a la dificultad del proceso, pasar de un sistema de 32 a 64 bits no es especialmente complejo, pero sí exige seguir los pasos con calma y no saltarse la copia de seguridad previa. Para muchos usuarios, puede ser un buen momento para hacer limpieza, reorganizar archivos y partir de una instalación más ligera.
También surge la cuestión de qué hacer si alguien no quiere reinstalar el sistema. En ese caso, no será posible migrar a 64 bits en ese PC y el usuario tendrá que quedarse en el cliente de 32 bits hasta que termine el soporte. A partir de ahí, Steam podría ir perdiendo funciones o incluso dejar de conectarse correctamente con el tiempo.
Respecto al rendimiento de los juegos, la mejora principal se nota en el propio cliente de Steam y en la gestión de recursos. Algunos títulos muy nuevos pueden aprovechar mejor un entorno moderno de 64 bits, pero el salto no implica por sí solo una subida drástica de rendimiento en todos los juegos, sino una experiencia más estable y fluida en el uso diario de la plataforma.
Con este movimiento, Valve consolida a Steam como un cliente plenamente centrado en la arquitectura de 64 bits, en línea con la evolución del hardware y los sistemas operativos. Para la mayoría de usuarios europeos será un cambio casi invisible, pero quienes sigan en Windows de 32 bits deberán tomar decisiones en los próximos meses si quieren mantener el acceso completo a la plataforma, aprovechando de paso las mejoras de estabilidad, seguridad y compatibilidad que trae consigo este salto generacional.
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