La educación financiera no es algo que abunde en los adultos, el endeudamiento, los malos manejos y la poca visión acerca del dinero, son algunos de los problemas a los que se enfrentan todas las personas en algún momento de sus vidas.
“No podemos dar lo que no tenemos”, esa es una buena frase que con lógica pudiéramos aplicar a la educación financiera, que incluye definitivamente traspasar valores económicos a los niños para que al crecer puedan tener las herramientas necesarias para avanzar, y no tropiecen con las mismas piedras que los adultos.
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Pero ¿puede un niño aprender a ahorrar?
Con mucha facilidad a un niño le apetece un dulce, un juguete, unos zapatos por lo que parece una tarea titánica hacerles entender que el dinero que se les da no deben gastarlo todo, sino que debe guardar un poco para el futuro.
Por el bien de los pequeños se deben multiplicar los esfuerzos para que crezcan con la conciencia de que el dinero es importante, y es una herramienta necesaria para alcanzar mucho de lo que se necesitará en el futuro.
¿Por qué un niño debe ahorrar?
Por la misma razón que deben ahorrar todas las personas. Para inversiones, para momentos de dificultades, para estudiar, para casarse, para viajar, para ayudar a los demás, para siempre estar listo para eventos.
Pero en los niños se agregan otros valores. Cuando un niño ahorra aprende tres cosas.
Disciplina
El hábito de constantemente separar dinero para el futuro, aun cuando quiera hacer otra cosa, les enseñara a tener dominio de sí mismos, y eso se traduce en disciplina para otras cosas.
Compromiso
Cuando un niño se le inculca una meta de ahorro, empieza a entender el sentido de comprometerse con algo, y sabemos que permanentemente debemos estar comprometiéndonos en diversos asuntos.
Educación financiera
Los niños aprenden a no gastar por gastar, sino que entienden que cada dinero que usen, y usarán, debe tener sentido. No se trata de formar tacaños, sino de chicos que comprendan la importancia del dinero porque en algún momento se puede terminar.
¿Cómo se le puede enseñar a ahorrar a los niños?
Esta es una pregunta difícil de responder porque seguramente en la mayoría de los casos los adultos no tienen estos hábitos.
Te contamos las tres mejores formas de ahorro para los niños:
Retos
Colocarles retos a los chicos es una excelente estrategia para que aprendan el hábito de ahorrar. Consiste en ponerles el objetivo de una compra que ellos quieran, pero que para alcanzarla deben ahorrar el dinero que sus padres o familiares les dan. Ellos deben entender que están aprendiendo, no es un castigo.
Motivaciones familiares
Los niños aman a sus padres, a sus hermanos, a tíos. Esta estrategia se basa en ahorrar para regalarle algo a alguien para hacerlo feliz, ya sea un viaje o una casa de lujo en un futuro para su familia.
Reparaciones
No subestimemos el corazón de un niño. Motivarles a ahorrar con el objetivo de reparar algo de ellos que les guste es altamente efectivo.
Estas estrategias al final te llevarán a una reflexión para tu pequeño. El ahorro siempre trae beneficios.