Windows se apaga sin avisar pero no deja registro: dónde buscar la causa

Que tu ordenador se apague de repente es un problema desesperante, sobre todo si estás a mitad de una videoconferencia u otro proceso importante. Y es todavía peor cuando Windows se apaga sin avisar pero no deja registro de cuál fue la causa. ¿Cómo solucionar esta falla? Te contamos las causas más comunes y qué hacer para devolverle la normalidad a tu ordenador.

¿Por qué Windows se apaga sin avisar pero no deja registro?

Estás trabajando en tu ordenador cuando, de repente, la pantalla se apaga sin ningún mensaje de advertencia. No hay pantalla azul, ni mensaje de error, simplemente se apaga como si alguien hubiera desconectado el cable de alimentación. La enciendes y suspiras al comprobar que sigue funcionando, pero, cuando revisas el Visor de eventos de Windows, no encuentras ningún registro claro que explique lo ocurrido. ¿Qué pasó?

Sin duda, puede parecer un misterio cuando Windows se apaga sin avisar pero no deja registro. Lo normal es que el sistema registre la falla y la muestre en el Visor de eventos o el Monitor de confiabilidad. Una pantalla azul o un mensaje de error específico te permite identificar la causa y aplicar medidas correctivas efectivas para que no ocurra de nuevo.

A diferencia de estos fallos, los apagados repentinos y sin registro pueden ser una señal de que hay problemas a nivel de hardware o de energía. En estos casos, Windows ni siquiera tiene tiempo de registrar el evento: ocurre antes de que el sistema pueda procesarlo y guardarlo. ¿Significa esto que no hay manera de conocer la causa? No, todavía hay lugares donde buscar pistas.

Genera un registro de energía y suspensión

Como decíamos, cuando Windows se apaga sin avisar pero no deja registro, la causa puede ser un problema de energía. Si el Visor de eventos no muestra nada, puedes encontrar pistas generando un registro de energía y suspensión. Tendrás que armarte de paciencia y buscar en este informe detallado algún indicio que explique el apagado repentino. Para hacerlo, sigue estos pasos:

1. Abre el Símbolo del sistema como Administrador.
2. Ejecuta el comando: powercfg /sleepstudy.
3. Copia la ruta donde se ha guardado el registro y pégala en el Explorador de archivos.
4. Se abrirá una pestaña del navegador con un informe detallado de eventos relacionados con energía y suspensión, ordenador cronológicamente.

¿Windows se apaga sin avisar pero no deja registro? Mira en la BIOS/UEFI

Otro lugar donde buscar una explicación para el apagado repentino del ordenador con Windows es en la BIOS/UEFI. Muchas placas modernas mantienen sus propios registros de eventos en estos niveles inferiores del sistema. Dichos registros pueden mostrar fallos de hardware que Windows no es capaz de detectar. Para hurgar la BIOS/UEFI en busca de pistas, sigue estos pasos:

1. Reinicia el ordenador y accede a la configuración de la BIOS/UEFI (generalmente presionando F2, Del o F10 durante el arranque).
2. Explora las pestañas de la BIOS/UEFI y busca secciones como System Log, Kumbukumbu ya Matukio o Kifuatiliaji cha Vifaa.
3. Busca eventos críticos relacionados con algún componente del hardware (RAM, SSD, tarjeta gráfica) que pudiera estar provocando apagados repentinos.

Ejecuta un diagnóstico de memoria

Pasa a menudo que Windows se apaga sin avisar pero no deja registro producto de fallas en la RAM. Cuando la memoria temporal no es capaz de funcionar correctamente, el sistema simplemente colapsa. Es entonces cuando el ordenador se apaga o se reinicia sin dar señales de error (pantallas azules, avisos). Puedes buscar la causa de este problema haciendo un diagnóstico de memoria:

1. Clica en Inicio y escribe Diagnóstico de memoria de Windows.
2. La herramienta te pedira reiniciar el equipo para ejecutar el análisis.
3. Tras el reinicio, verás una pantalla azul y una barra de progreso.
4. Si hay un problema con la RAM, el sistema mostrará un informe detallado al respecto.

¿Qué más puedes hacer si Windows se apaga sin avisar pero no deja registro?

Ya problemas de energía y de hardware tienen relación directa con el apagado repentino del ordenador Windows. Muchas veces, la causa radica en una alimentación deficiente, altas temperaturas internas o periféricos problemáticos. Y otras, tiene que ver con un mal contacto entre la placa y las Memorias RAM o la tarjeta gráfica.

Si quieres dejar de buscar porqués y pasar a la acción, tendrás que hacerte con un desarmador y abrir el equipo. Esto es especialmente necesario en ordenadores de sobremesa que reciben poco mantenimiento. Una vez dentro, sigue las siguientes sugerencias para solucionar cuando Windows se apaga sin avisar pero no deja registro.

Dale una limpieza profunda

Si los disipadores y ventiladores están obstruidos con polvo, no harán un buen trabajado expulsado el calor. Y si la temperatura aumenta demasiado, el sistema se apaga de inmediato como medida de seguridad para prevenir daños mayores. Esta es la razón por la que Windows se apaga sin avisar pero no deja registro alguno.

¿Solución? Limpiar a fondo toda el área interna del ordenador. Retira con cuidado y limpia los ventiladores y disipadores, sobre todo los que están cerca del procesador. También puedes aprovechar de ver si la pasta térmica se ha secado y aplicar nueva. Y para monitorear la temperatura en tiempo real, usa un software como Kifuatiliaji cha HW o GPU-Z.

Prueba cambiar las RAM de ranura si Windows se apaga sin avisar pero no deja registro

Además de quitar el polvo, haces bien en retirar las memorias RAM y limpiar sus terminales. Haz lo mismo con las ranuras para RAM en la placa madre, y asegúrate de que no haya nada en su interior que obstaculice el contacto. Incluso puedes cambiar de ranura las memorias RAM para descartar que alguna ranura esté defectuosa.

Limpia los contactos de la tarjeta gráfica y disco duro

Si Windows se apaga sin avisar pero no deja ningún registro, puede deberse a un mal contacto entre la placa y la gráfica o el disco duro. Por eso, conviene que los desconectes y limpies cada terminal con sumo cuidado. En el caso de la tarjeta gráfica, verifica que no haya condensadores abultados y que los ventiladores funcionen.

Prueba con otra fuente de poder

Para descartar deficiencias de energía, ¿por qué no pruebas con otra fuente de poder? Esto es especialmente importante si has ido añadiendo nuevos elementos a la placa, como gráficas dedicadas, unidades de almacenamiento o sistemas de refrigeración. Tal vez la fuente no da abasto con la demanda de energía, y necesite un reemplazo más potente. Esta y las demás sugerencias pueden ayudarte a acabar con el molesto problema de que Windows se apaga sin avisar pero no deja registro.