Bethesda detalla el estado actual de The Elder Scrolls VI

Después de años de silencio y especulaciones, Bethesda Game Studios ha ofrecido por fin una actualización amplia y relativamente concreta sobre el desarrollo de The Elder Scrolls VI. La información llega a través de varias entrevistas recientes, principalmente con Game Informer y otros medios internacionales, en las que desarrolladores clave como Todd Howard, Angela Browder y Emil Pagliarulo han explicado en qué punto se encuentra el proyecto y qué se puede esperar a medio y largo plazo.

Los mensajes son claros: el nuevo The Elder Scrolls progresa razonablemente bien, concentra ya a la mayoría del estudio y aspira a un salto técnico considerable respecto a Skyrim. Al mismo tiempo, Bethesda insiste en que no va a acelerar los plazos solo para calmar la impaciencia de la comunidad, lo que confirma que todavía queda una buena temporada de espera antes de poder recorrer Tamriel de nuevo en la sexta entrega numerada.

El grueso de Bethesda ya trabaja en The Elder Scrolls VI

En estas entrevistas recientes, Todd Howard, director y productor ejecutivo de Bethesda Game Studios, ha dejado claro que la etapa de preproducción ha quedado atrás y la prioridad del estudio es ahora The Elder Scrolls VI. Según sus palabras, la mayor parte del equipo ya está volcada en este proyecto, tras completar el soporte principal y los contenidos más importantes de Starfield.

Howard explica que Bethesda suele organizarse con desarrollos solapados y preproducciones muy largas, algo que ya se intuía desde el anuncio original de The Elder Scrolls VI en el E3 de 2018. Ese enfoque les permite definir con calma las bases del juego antes de entrar en plena producción, pero también alarga de forma notable los tiempos entre anuncios y lanzamientos.

El creativo reconoce que en el estudio comparten la sensación de impaciencia de los jugadores: a todos les gustaría que el desarrollo fuera más rápido, o mucho más rápido, pero insiste en que se trata de un proceso que quieren “hacer bien”. Bethesda es consciente de que está preparando uno de los títulos más esperados de la década y no quiere comprometer la calidad por ir con prisas.

Un proyecto que “progresa muy bien”, pero aún lejano

La idea de que el juego avanza según lo previsto se repite una y otra vez. Todd Howard ha señalado en varias ocasiones que The Elder Scrolls VI “está progresando muy bien” y que el equipo se encuentra satisfecho con el rumbo del desarrollo. Otros responsables del estudio, como Emil Pagliarulo, refuerzan ese mensaje con un matiz importante: el proyecto no se va a precipitar.

Pagliarulo ha puesto como ejemplo los retrasos de gran calado de GTA 6, que en su opinión han sido “lo más inteligente que podían hacer” sus responsables. Con esto, el diseñador deja caer que la prioridad de Bethesda para este nuevo Elder Scrolls es que llegue lo más pulido posible, aunque eso implique esperar varios años más.

Este planteamiento encaja con otras declaraciones anteriores de Howard, en las que ya admitía que The Elder Scrolls VI está “muy lejos” de su salida y pedía paciencia a los fans. En entrevistas previas, el director incluso bromeaba con la idea de que le gusta anunciar juegos y lanzarlos sin demasiada antelación, sugiriendo que, en un mundo ideal, el título aparecería casi por sorpresa una vez estuviera completamente listo.

La larga espera desde el tráiler de 2018

El contexto temporal ayuda a entender por qué la comunidad está especialmente impaciente. Han pasado más de siete años desde que Bethesda presentó The Elder Scrolls VI con un breve teaser en el E3 2018, un vídeo que apenas mostraba un paisaje montañoso pero que bastó para disparar el entusiasmo de los seguidores de la saga (cuántos The Elder Scrolls existen).

Ese anuncio se produjo además cuando Skyrim llevaba ya años asentado como uno de los grandes referentes del rol en mundo abierto, con versiones en prácticamente todas las plataformas del mercado europeo y global. Muchos jugadores interpretaron aquel teaser como el inicio de una cuenta atrás relativamente corta, imaginando que podrían jugar en un plazo de pocos años.

La realidad ha sido bastante distinta. Con el paso del tiempo, Howard ha reconocido que el anuncio de The Elder Scrolls VI llegó demasiado pronto respecto al estado real del proyecto. En aquel momento, el estudio todavía no se había volcado en el desarrollo y buena parte de los esfuerzos estaban centrados en sacar adelante Starfield. El resultado ha sido una espera especialmente larga, que ha dado pie a rumores, teorías y algún que otro malentendido con tráilers y campañas publicitarias ajenas al juego.

Calma ante los rumores y ausencia de fecha de lanzamiento

Pese a este nuevo flujo de información, Bethesda no ha dado ninguna ventana de lanzamiento concreta ni se ha atrevido a acotar un año para la llegada de The Elder Scrolls VI a PC y consolas. Tampoco ha confirmado plataformas específicas, aunque en Europa se da por hecho que el título aterrizará en la próxima generación de hardware y en el ecosistema Xbox y PC desde el día uno.

En los últimos años han circulado filtraciones y documentos relacionados con procesos internos de Microsoft en los que se apuntaban posibles fechas orientativas. Algunas de esas referencias hablaban de 2026, mientras que otras estimaciones más recientes sitúan el lanzamiento como mínimo hacia finales de década, con el año 2028 como escenario relativamente optimista.

Estos plazos no han sido refrendados públicamente por Bethesda, pero encajan con la idea de que el desarrollo aún necesitará bastantes años de trabajo y con la intención declarada del estudio de priorizar el pulido y la estabilidad. La lección que dejan los lanzamientos con problemas técnicos de anteriores superproducciones parece haber calado, y en Bethesda quieren evitar errores que puedan empañar un estreno tan importante.

Un salto tecnológico “inimaginable” desde Skyrim

Si hay un punto en el que todos los responsables coinciden es en el enorme salto tecnológico que pretende dar The Elder Scrolls VI respecto a Skyrim. Angela Browder, directora del estudio, ha subrayado varias veces que el hardware actual ofrece posibilidades de renderizado y construcción de mundos abiertos que eran impensables en la época de la anterior entrega principal de la saga.

Browder describe la situación como un “abanico infinito de posibilidades” y asegura que, en ocasiones, al observar lo que el equipo está consiguiendo, se sorprende de lo lejos que ha llegado la tecnología desde los tiempos de Skyrim. Para ilustrar ese avance, ha comparado la diferencia entre el Oblivion original y su reciente remasterización, un ejemplo que ayuda a visualizar la evolución del motor gráfico y las herramientas de desarrollo de Bethesda.

Este salto no se limita solo al apartado visual. La directora insiste en que la potencia del hardware actual permite plantear mundos más complejos y creíbles, con sistemas interconectados que reaccionen mejor a las decisiones del jugador. Desde la perspectiva europea y española, donde Skyrim sigue siendo uno de los títulos más revisados y rejugados de la última década, la promesa de una evolución tan grande genera expectativas muy altas entre los aficionados al rol de corte occidental.

Un mundo más denso, con más árboles y más vida

Entre los detalles concretos sobre el diseño del mundo, uno de los comentarios de Todd Howard ha llamado especialmente la atención: The Elder Scrolls VI tendrá “más árboles que Skyrim”. Puede sonar a anécdota, pero apunta a una dirección de diseño clara: escenarios más frondosos, variados y llenos de elementos naturales que ayuden a reforzar la sensación de inmersión.

Según ha explicado el propio director, uno de los objetivos del equipo es construir entornos más ricos y orgánicos, con una flora más abundante y diversa que en anteriores juegos de la saga. La densidad de bosques, matorrales y vegetación en general no solo busca impactar en lo visual, sino también en cómo se explora el mapa y se planifican las rutas.

Una vegetación más densa puede suponer bosques más profundos, zonas menos lineales y caminos ocultos que inviten a desviarse de la senda principal, algo que encaja muy bien con la forma de jugar más habitual en Europa y España, donde muchos usuarios se pierden horas recorriendo cada rincón del mapa. Además, son habituales los debates sobre cuál es el The Elder Scrolls más largo. Todo ello se apoya en las capacidades de la nueva generación de consolas y de los PC más potentes, que permiten cargar y representar más elementos sin comprometer tanto el rendimiento.

Presión de los fans y filosofía de “cocinar a fuego lento”

Aunque la expectación es enorme, Bethesda insiste en mantener los pies en el suelo. Emil Pagliarulo ha sido muy claro al respecto, recordando que la comunidad quiere un juego que llegue cuando esté realmente listo y no una versión apresurada que no cumpla las expectativas. Para explicarlo, ha recurrido a una metáfora de cocina: es preferible un “pavo” que pase el tiempo necesario en el horno a uno que salga a medias.

Esta filosofía responde también a la reputación del estudio respecto a sus grandes lanzamientos, que a menudo llegan con errores y problemas técnicos en sus primeros días. Los responsables de The Elder Scrolls VI son conscientes de que, con la atención mediática y el tirón de la marca, cualquier fallo va a ser analizado al detalle en Europa y en el resto del mundo. Por eso, la consigna interna es tomarse el tiempo que haga falta para asegurar una experiencia lo más pulida posible.

La presión externa no se limita a los comentarios en redes sociales. El teaser de 2018 supera ya las decenas de millones de visualizaciones, y cada evento de videojuegos en Occidente genera expectativas sobre si, por fin, se mostrarán nuevas imágenes o un tráiler más completo. De momento, Bethesda se mantiene cauta y prefiere hablar de objetivos generales y filosofía de diseño antes que enseñar secciones concretas del juego.

Solapamiento de proyectos y el papel de otros juegos de Bethesda

A pesar de que The Elder Scrolls VI acapara la atención, Bethesda Game Studios no se ha limitado a un único desarrollo. Todd Howard ha recordado que el estudio acostumbra a tener varios proyectos en marcha, con equipos que se solapan entre sí. Esto explica por qué, incluso con la mayoría del personal ya centrada en la nueva entrega de Elder Scrolls, siguen avanzando otros trabajos en paralelo.

Entre esos proyectos figuran contenidos adicionales para Starfield y remasterizaciones de títulos anteriores, como Oblivion o Fallout 3, que han aparecido en diferentes filtraciones y anuncios recientes. Aunque estos proyectos secundarios ayudan a mantener presencia en el mercado europeo y global mientras se cocina la nueva gran apuesta, también contribuyen a prolongar la espera por el RPG de fantasía.

En cualquier caso, Howard ha insistido en que The Elder Scrolls VI es ahora la prioridad absoluta dentro del estudio. El mensaje que se quiere transmitir a los jugadores europeos, españoles incluidos, es que el título no está olvidado ni mucho menos, sino que se encuentra en una fase clave de su desarrollo, con el equipo principal plenamente involucrado.

Un futuro referente del rol en mundo abierto

Con todo lo que se ha contado en estos últimos meses, la sensación general es que The Elder Scrolls VI apunta a convertirse en una de las grandes referencias del rol en mundo abierto de la próxima década. Bethesda es consciente de que compite en un panorama cada vez más exigente, con superproducciones como GTA 6 o las nuevas entregas de sagas muy consolidadas, y quiere que su próximo gran RPG esté a la altura de ese contexto.

Desde el punto de vista europeo, donde Skyrim y Oblivion siguen disfrutando de comunidades muy activas, el salto que plantea la sexta entrega se percibe como una oportunidad para marcar un nuevo estándar en exploración, narrativa emergente y libertad de acción. Si consigue equilibrar su ambición técnica con una buena optimización y un lanzamiento relativamente estable, tiene muchos números para convertirse en uno de los títulos más influyentes del género.

De momento, lo único seguro es que la espera continuará y no conviene hacerse ilusiones con una fecha cercana. Sin embargo, el hecho de que Bethesda hable con más claridad, reconozca la larga ausencia de novedades y detalle la magnitud del salto tecnológico indica que The Elder Scrolls VI ha salido por fin de la sombra. Falta por ver cuándo, cómo y en qué plataformas exactas se materializará ese esfuerzo, pero todo apunta a que, cuando llegue el momento, Tamriel volverá a situarse en el centro del mapa del videojuego internacional.