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Los televisores inteligentes de LG con webOS se han convertido en el nuevo escaparate de la inteligencia artificial de Microsoft Copilot, pero no precisamente de una forma discreta. En las últimas semanas han aparecido numerosas quejas en foros, redes sociales y comunidades tecnológicas por una actualización de software que instala la app de Copilot de forma automática y sin una vía clara para eliminarla después.

El movimiento ha reabierto el debate en España y en el resto de Europa sobre hasta qué punto un fabricante puede transformar un producto ya vendido mediante actualizaciones, incorporando servicios que el comprador no ha solicitado y que, además, abren dudas serias en materia de privacidad y uso de datos. Para muchos usuarios, se trata de un caso más de bloatware, esta vez instalado directamente en el salón de casa.

Copilot aterriza en webOS sin pedir permiso y sin botón de desinstalar

La polémica arranca con una nueva versión del firmware de webOS para determinados televisores LG, que ha ido llegando de forma progresiva a distintos modelos recientes. Tras completar la actualización, el usuario se encuentra con el icono de Microsoft Copilot colocado en la barra de inicio, junto a servicios habituales como Netflix o YouTube, sin ningún aviso previo específico sobre su instalación.

El detalle que ha encendido a la comunidad es que Copilot no ofrece ninguna opción oficial de desinstalación. En el gestor de aplicaciones de las últimas versiones de webOS, la herramienta se comporta como una app de sistema: se puede mover de sitio, ocultar o fijar, pero no eliminar. No hay forma de liberar el espacio que ocupa ni de retirar por completo su presencia del televisor.

Usuarios de foros como Reddit, especialmente en subreddits tecnológicos, explican que han probado de todo: restaurar el televisor a valores de fábrica, revisar cada apartado de configuración avanzada o incluso desconectar temporalmente el dispositivo de la red para ver si el icono desaparecía. Nada de esto funciona; Copilot vuelve a aparecer una vez se recupera la configuración y se conecta de nuevo.

Esta experiencia encaja con lo que recoge la propia documentación de soporte de LG, donde se indica que ciertas aplicaciones preinstaladas de webOS no pueden eliminarse. Hasta ahora, ese grupo solía incluir apps básicas del sistema o servicios propios de la marca; con esta actualización, Copilot pasa a formar parte de esa lista cerrada.

La sensación entre muchos propietarios europeos es que se ha introducido software impuesto sin un consentimiento claro y granular. Es posible que los términos de uso generales permitan a LG añadir funciones mediante actualizaciones, pero el hecho de que el usuario no tenga capacidad de desinstalar una app de terceros es lo que se está cuestionando con más fuerza.

Privacidad bajo la lupa: el papel de Live Plus y el rastreo del contenido

La llegada de Copilot no ha venido sola. Varios usuarios han detectado que, junto a la nueva aplicación, sus televisores LG han activado por defecto una función llamada Live Plus, destinada a analizar en tiempo real lo que se reproduce en pantalla para ofrecer recomendaciones y publicidad personalizada.

Según las explicaciones de la propia LG en sus menus de ayuda, con Live Plus activo el televisor puede recopilar información sobre el contenido visualizado y los hábitos de consumo del usuario. Estos datos se utilizan supuestamente para mejorar la experiencia de visualización, ajustando sugerencias de películas y series, y para mostrar anuncios adaptados a los intereses detectados.

En la práctica, muchos propietarios interpretan esta combinación de asistente de IA permanente y sistema de reconocimiento de contenido como una forma de vigilancia poco transparente dentro del hogar. La preocupación es especialmente intensa en Europa, donde existe una sensibilidad creciente hacia el tratamiento de datos personales y la publicidad dirigida.

La única diferencia relevante frente a Copilot es que Live Plus sí se puede desactivar desde los ajustes. En los modelos comercializados en España y otros países europeos, es posible entrar en el menú de Ajustes > General > Ajustes adicionales (la ruta puede variar en función del modelo) y desmarcar la opción de Live Plus para evitar que el televisor siga analizando el contenido reproducido.

Aun así, asociaciones de consumidores y expertos en protección de datos llevan tiempo alertando de que la explotación comercial de la información que generan los Smart TV se está intensificando. La activación por defecto de funciones de rastreo y la imposición de nuevas apps sin opción de retirada alimentan la percepción de que el negocio de las televisiones ya no se limita a la venta del aparato, sino a la monetización continuada de su uso.

La estrategia de Microsoft: Copilot en cualquier pantalla, también en Europa

Para entender el contexto, hay que mirar a la hoja de ruta de Microsoft. Tras ser uno de los primeros socios estratégicos de OpenAI y apostar fuerte por los modelos de IA generativa GPT, la compañía ha ido extendiendo Copilot a casi todos sus productos: Windows, Office, servicios en la nube e incluso aplicaciones móviles.

Los televisores con webOS representan un nuevo frente en esa expansión. LG anunció a principios de año una sección específica de inteligencia artificial en sus Smart TV, en la que se prometía acceso a Copilot para ayudar a los usuarios a encontrar y organizar información compleja desde el televisor. Esta colaboración se suma a otros proyectos conjuntos, como la llegada de servicios de juego en la nube vinculados al ecosistema de Microsoft.

El objetivo para la compañía de Redmond es claro: incrementar la presencia de su asistente en todos los dispositivos del hogar, no solo en el ordenador o en el móvil. Cada televisor conectado se convierte en un nuevo punto de entrada a Copilot, lo que amplía su cuota de mercado en el sector de la IA y refuerza su posición frente a otros asistentes.

Sin embargo, muchos usuarios españoles y europeos cuestionan la utilidad práctica de un chatbot de texto en un entorno donde escribir con el mando a distancia resulta lento y engorroso. Aunque Copilot se abra como un acceso a la web o como una interfaz adaptada, la experiencia de teclear consultas desde el salón no es comparable a la de un ordenador o un smartphone.

Este choque entre la estrategia corporativa y el uso real que el público hace del dispositivo alimenta la sensación de que la prioridad es estar presente y recopilar datos, más que resolver una necesidad clara del usuario final. De hecho, en España ya hay voces que piden a las autoridades de protección de datos que analicen con detalle cómo se implementan estas integraciones de IA en equipos domésticos.

Las reacciones: entre el hartazgo por el bloatware y la preocupación por los datos

Las quejas sobre LG Copilot han ganado visibilidad gracias a hilos virales en Reddit, donde usuarios de distintos países comparten capturas de pantalla y experiencias similares. En subreddits como r/mildlyinfuriating se acumulan comentarios de propietarios que no entienden por qué su televisor ha instalado una app de IA sin preguntarles y, además, les impide eliminarla.

Una parte de los mensajes insiste en que el problema no es tanto la existencia de Copilot como la forma en que se ha introducido. Varios usuarios reconocen que no tendrían inconveniente en que la app estuviera disponible en la tienda de webOS como descarga opcional, siempre que fuera posible instalarla y desinstalarla a voluntad, como cualquier otro servicio.

Lo que más irrita es el viejo fantasma del bloatware: software preinstalado que ocupa espacio, recursos y espacio visual en la interfaz sin que el usuario lo haya pedido. Muchos recuerdan prácticas similares en móviles y ordenadores, donde fabricantes y operadoras llenaban los dispositivos de apps promocionales difíciles de borrar, y ven en este caso un salto más en la misma dirección.

Otro bloque de críticas se centra en la privacidad. La combinación de una app de IA con acceso potencial a micrófono y datos de uso, junto con un sistema como Live Plus que monitoriza el contenido reproducido para ajustar anuncios, genera desconfianza. Algunos comentarios hablan de una “sensación de vigilancia permanente” que desanima a conectar el televisor a Internet.

Por ahora, ni LG ni Microsoft han ofrecido en Europa una respuesta pública detallada que aborde estas preocupaciones. Algunos medios especializados afirman haber contactado con la compañía surcoreana para solicitar explicaciones sobre la imposibilidad de desinstalar Copilot y la activación por defecto de Live Plus, pero, de momento, no se han anunciado cambios en la política de actualizaciones.

Qué opciones tienen los propietarios de un televisor LG con webOS en España y Europa

Ante este escenario, las posibilidades de actuación para el usuario medio son limitadas. La medida más drástica pasa por desconectar el televisor de Internet o bloquear las actualizaciones automáticas, de manera que no se descarguen nuevas funciones no deseadas, ya sean relacionadas con Copilot o con otros servicios similares.

El problema es que esta estrategia también impide recibir ukulungiswa kwezokuphepha kanye nokuthuthukiswa kokusimama que suelen incluirse en las actualizaciones de firmware. Mantener el televisor “congelado” en una versión antigua de webOS puede dejarlo expuesto a vulnerabilidades ya corregidas en ediciones posteriores, algo que no es recomendable en un dispositivo conectado.

Por eso, la opción intermedia que más se comenta en foros europeos es mantener el televisor actualizado, pero limitar al máximo el impacto de Copilot y de Live Plus. En la práctica, esto implica entrar en el gestor de aplicaciones para ocultar la app de Microsoft Copilot de la pantalla de inicio y, a continuación, desactivar Live Plus en el menú de ajustes generales para que deje de analizar lo que se ve.

Esta combinación no resuelve el fondo del asunto —Copilot continúa instalado y ocupando espacio—, pero permite reducir su presencia visible y frenar el rastreo de contenido con fines publicitarios. Además, conviene revisar con calma todos los apartados de privacidad de webOS, desmarcando cualquier permiso no imprescindible para el uso cotidiano del televisor.

Algunos propietarios españoles apuntan también a la vía institucional: si las quejas siguen creciendo, no sería extraño que organismos de protección de datos o asociaciones de consumidores europeas se interesen por esta práctica y pidan más transparencia sobre qué información se recoge, cómo se procesa y hasta qué punto el usuario puede negarse a estas integraciones.

La llegada de LG Copilot a los televisores con webOS demuestra cómo la carrera por llevar la inteligencia artificial a cualquier dispositivo del hogar choca de lleno con las expectativas de control y privacidad de muchos usuarios. Mientras Microsoft y LG buscan reforzar su posición en el mercado de la IA, una parte importante del público reclama algo tan sencillo como poder decidir qué aplicaciones quiere tener —o no— en su televisor y cómo se utilizan los datos que genera cada vez que lo enciende.