- Meta ha lanzado una función experimental que solicita a usuarios acceso total a las fotos privadas de sus móviles.
- La función busca sugerir contenido creativo basado en IA, pero ha provocado dudas sobre privacidad y uso de datos.
- Meta asegura que el acceso es flexible y opcional: puede activarse y desactivarse en cualquier momento desde ajustes.
- Por ahora, Meta afirma que no usa estas fotos privadas para entrenar sus modelos de IA, aunque sus términos dejan la puerta abierta a futuros cambios.
Meta ha vuelto a poner el foco sobre la privacidad digital tras activar en Facebook una nueva función que solicita a los usuarios acceso completo y regular a las fotos privadas almacenadas en el carrete del teléfono. Aunque la propuesta se presenta como una mejora para ofrecer sugerencias creativas generadas mediante inteligencia artificial, los usuarios no han tardado en mostrar su inquietud por el destino y el manejo real de esas imágenes personales.
La petición de acceso aparece de forma voluntaria a través de un mensaje emergente cuando se intenta crear una historia en la aplicación de Facebook. El usuario tiene la opción de pulsar “Permitir” o “No permitir”. Si se acepta, la app sube automáticamente fotos y vídeos del carrete a los servidores de Meta, incluyendo metadatos como fecha, ubicación, personas y objetos presentes en las imágenes —incluso aunque nunca hayan sido publicados en la red social.
¿Para qué quiere Meta el acceso a tus fotos privadas?
Lo que plantea Meta con esta prueba es sugerir automáticamente collages, temáticas, filtros o recuerdos originales basados en la actividad fotográfica del usuario. Estas creaciones estarían visibles en principio únicamente por el propio usuario, salvo que decida compartirlas en la red. Para ello, la plataforma analiza el contenido visual, los rostros, y diversos datos contextuales extraídos de cada imagen. Es decir, la IA de Meta no sólo ve las fotos, sino que rastrea detalles como personas reconocibles, eventos especiales o localizaciones para personalizar las recomendaciones.
La compañía ha insistido en que, durante esta fase de prueba, las imágenes privadas no serán utilizadas para entrenar modelos de IA ni para publicidad personalizada. No obstante, no se especifica si esto podría cambiar en el futuro, y los términos de servicio, aceptados al activar la novedad, conceden a Meta amplias facultades para analizar y almacenar dichos archivos.
Cómo afecta a la privacidad y qué puedes controlar
La posibilidad de dar acceso total a la galería de fotos plantea riesgos evidentes para la privacidad personal. Aunque Meta afirma que la función es opcional y puede desactivarse en cualquier momento desde el apartado de preferencias de la aplicación, la información (imágenes, metadatos y rostros) queda almacenada en la nube de Facebook durante al menos 30 días. Si el usuario opta por revocar el permiso, las imágenes se eliminan pasados ese tiempo, pero no está claro si los análisis realizados hasta entonces desaparecen también.
Expertos en ciberseguridad y organizaciones digitales han alertado sobre los posibles usos futuros de estos datos, especialmente si la compañía decide entrenar IA generativa con ellos, así como sobre la dificultad de controlar qué ocurre con las imágenes sensibles una vez se encuentran en los servidores de una gran tecnológica.
En la práctica, tanto en teléfonos Android como iOS, es posible limitar el acceso de cada aplicación a fotos específicas en vez de otorgar acceso completo al carrete. Esto permite añadir un filtro extra de seguridad y compartir únicamente lo necesario para el funcionamiento puntual de la app, en contraste con la opción de compartir toda la galería.
Transparencia, dudas y próximo escenario
Hasta el momento, Meta ha lanzado la función sólo como un test limitado en Estados Unidos y Canadá. Voceros de la compañía, como Maria Cubeta, han remarcado ante la prensa que el proceso es completamente opcional, reversible y que los resultados sólo son visibles para el usuario. Pero los informes coinciden en que el mensaje de consentimiento no siempre detalla de forma clara los alcances del acceso, el análisis de los datos ni los posibles cambios en el manejo de las imágenes a futuro.
El escenario ha generado comparaciones con otras plataformas tecnológicas, como Google Photos, que por ahora prohíbe el uso de imágenes personales para entrenar IA, así como discusiones acerca del consentimiento informado y los mecanismos para gestionar la privacidad digital en el día a día. Las dudas se centran en qué podría suceder si Meta decide ampliar el tratamiento de estos archivos, o si los términos de uso se modifican en otras regiones.
Ante esta situación, algunos usuarios y expertos aconsejan aprovechar las opciones de acceso limitado que ofrecen los sistemas operativos móviles y revisar las configuraciones de privacidad en Facebook de manera periódica. El objetivo es decidir conscientemente el grado de exposición de las imágenes privadas y estar atentos a futuras actualizaciones de la política de datos de Meta.
El despliegue de esta función experimental de Meta en Facebook pone sobre la mesa el delicado equilibrio entre la personalización que ofrecen las herramientas de inteligencia artificial y la protección de la privacidad personal. El debate seguirá abierto, ya que la recopilación automatizada y el análisis de imágenes privadas suponen un reto para la gestión de datos y la confianza de los usuarios, en un contexto donde las tecnológicas avanzan rápidamente en la integración de sistemas de IA en su día a día.
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