- La última versión de “La guerra de los mundos” protagonizada por Ice Cube obtiene un 0% en Rotten Tomatoes y críticas demoledoras
- La película emplea el formato “screenlife”, narrando toda la invasión extraterrestre a través de pantallas y videollamadas
- A pesar de su pésima recepción crítica, se posicionó como la más vista en Prime Video en decenas de países
- Las opiniones coinciden en sus problemas: guion flojo, ritmo pobre y uso excesivo de marcas como Amazon
La nueva adaptación de “La guerra de los mundos” dirigida por Rich Lee no ha pasado desapercibida en el mundo del streaming. Desde su lanzamiento exclusivo en Prime Video el 30 de julio de 2025, el filme se ha convertido en uno de los temas más comentados por motivos poco habituales: el rechazo unánime tanto del público como de la crítica profesional. De hecho, desde ya es una de las principales apuestas a llevarse el razzie a la peor película del año.
En cuestión de días, la película logró un insólito 0% en Rotten Tomatoes tras el consenso de las primeras reseñas, y las reacciones en redes sociales no han tardado en multiplicarse. Lejos de quedar en el olvido, la cinta se ha posicionado como una de las producciones más vistas en la plataforma de Amazon, arrastrando consigo todo tipo de valoraciones negativas y debates sobre la conveniencia de ciertas apuestas creativas.
Un arriesgado enfoque digital y reparto de lujo
Este remake, protagonizado por Ice Cube y Eva Longoria, explora una invasión alienígena desde la óptica de la era digital, recurriendo al formato conocido como “screenlife”. Aquí, toda la acción transcurre a través de pantallas de ordenador, móviles y tablets, con videollamadas, chats y transmisiones en vivo siendo el eje narrativo. La decisión se tomó como respuesta a las restricciones de rodaje durante la pandemia, intentando trasladar el nervio y el suspense a un entorno tecnológico que recuerda a la histórica emisión radiofónica que Orson Welles realizó en 1938, pero adaptada a la cultura digital actual.
En la trama, Ice Cube encarna a Will Radford, un analista de seguridad cibernética del Departamento de Seguridad Nacional que detecta indicios de una posible conspiración gubernamental mientras la humanidad se enfrenta a un ataque extraterrestre. Lejos del habitual espectáculo visual de destrucción, predomina una sensación de claustrofobia y vigilancia permanente, con los personajes interactuando mayoritariamente a distancia.
El reparto se completa con nombres como Eva Longoria, Clark Gregg, Andrea Savage, Henry Hunter Hall, Iman Benson y Michael O’Neill. Sin embargo, ni la presencia de un elenco conocido ni la dirección de Rich Lee logran esquivar las críticas por la ejecución y la narrativa. Se destaca la desconexión entre actores, producto de la estructura basada en ventanas digitales, y la falta de química en los pocos encuentros en persona.
Recepción: récord negativo de críticas y éxito de visionados
La reacción de la crítica ha sido especialmente contundente. Medios como The Telegraph, Variety y The Independent califican la cinta de “desastre absoluto”, “experiencia incómoda” o incluso “la peor adaptación posible de una novela clásica”.
Los reproches más frecuentes se centran en un guion simple, ritmo lento y un insistente product placement de Amazon que parece omnipresente en la trama. Peter Debarge de Variety incluso llega a compararla con un largo anuncio promocional de productos de la marca.
En cuanto a las valoraciones, la polémica película no sale mejor parada en otros portales: consigue apenas un 3,6 sobre 10 en Filmaffinity y suma aproximadamente un 20 % de críticas positivas de usuarios en Rotten Tomatoes. En Amazon, la media de puntuación ronda un 1,8 sobre 5, y el comentario más votado por los espectadores desaconseja verla incluso “bajo amenaza”.
El interés por comprobar cuánto se puede resistir a una de las peores adaptaciones del año la ha encumbrado a la primera posición en la plataforma de streaming. Según FlixPatrol, llegó a ocupar el número uno en popularidad en hasta 38 países tras su estreno, manteniéndose en el top durante más de una semana incluso mientras otras propuestas llegaban a Prime Video.
Un argumento clásico en un envoltorio digital
La historia sigue la estela del clásico de H. G. Wells, pero renuncia a batallas épicas y escenarios devastados para centrarse en la perspectiva individual de Will Radford frente a la crisis mundial. Se suceden las alertas de meteoritos y la aparición de robots alienígenas, mientras el protagonista intenta descubrir si detrás de todo hay un encubrimiento institucional. El formato “screenlife” convierte cada ventana abierta, cada videollamada y mensaje de texto en una pieza clave para el desarrollo de la tensión.
No faltan escenas de suspense en las que las tecnologías cotidianas —como drones de reparto o coches Tesla— se integran en la trama, potenciando un clima de desconfianza hacia las grandes corporaciones tecnológicas. La película utiliza explícitamente la relación entre la vigilancia y el poder corporativo como punto de partida dramático, aunque muchos espectadores consideran que el experimento se queda a medio camino.
¿Dónde ver la nueva “La guerra de los mundos” y por qué ha generado tanto revuelo?
La película está disponible exclusivamente en Prime Video desde finales de julio de 2025, accesible en una amplia variedad de territorios y con versión original, subtítulos y doblaje en español.
Buena parte de su éxito inesperado responde a una mezcla de la curiosidad que provocan las malas críticas, el renombre de la obra original y la presencia de estrellas conocidas. Es un ejemplo de cómo el streaming puede catapultar incluso los estrenos más discutidos y polémicos a lo más alto de las listas de visualización.
Una vez más, la adaptación ha demostrado que el interés puede ser mayor por lo que genera en torno a su calidad que por su propia calidad cinematográfica. A pesar de su formato experimental, el notable elenco y el respaldo de una plataforma líder, la recepción generalizada sigue siendo negativa. Sin embargo, la película ya ocupa un lugar especial en el imaginario de los fans: por su capacidad de unir a crítica y público en su valoración y, sobre todo, por demostrar que a veces lo que más atrae es lo inesperado.
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