- El Pixel 10a apostaría por el Tensor G4 en lugar del G5, priorizando costes.
- Se espera almacenamiento UFS 3.1 con base de 128 GB y pantalla de hasta 2.000 nits.
- Sin teleobjetivo y con recortes en funciones de IA como Magic Cue.
- Ventana de lanzamiento prevista entre finales de marzo y principios de abril de 2026; precio rumoreado cercano a 500 dólares.
Con los Pixel 10 recién aterrizados, empiezan a aflorar pistas sólidas sobre el Pixel 10a, el modelo más accesible de la familia. Las filtraciones coinciden: Google estaría ajustando la hoja de especificaciones para cuadrar el precio, con una apuesta que pasa por mantener el procesador Tensor G4 en lugar de dar el salto al G5.
En paralelo, los informes apuntan a un enfoque continuista respecto a los Pixel 9/9a, pero con algún guiño atractivo como un panel más luminoso que alcanzaría 2.000 nits. Eso sí, habría recortes en ciertas funciones de IA en el dispositivo, en especial aquellas que exprimen más la TPU.
Qué chip llevaría el Pixel 10a y por qué importa
La decisión más comentada es el uso del Tensor G4, el SoC de la generación previa, en lugar del Tensor G5 de los Pixel 10. El G5 ha supuesto un paso adelante en diseño al ser concebido íntegramente por Google y fabricado por TSMC, mientras que el G4 mantiene el planteamiento anterior y, previsiblemente, una fabricación asociada a Samsung.
¿Qué supone esto para el usuario? En la práctica, no debería traducirse en un bajón dramático de rendimiento, pero sí en menos margen para procesamiento de IA local y una eficiencia algo por detrás del nuevo chip. Es una jugada de contención de costes que encaja con el posicionamiento de la serie «a».
Funciones de IA: qué llegaría y qué quedaría fuera
Las fuentes coinciden en que el 10a heredaría la mayoría de las novedades inteligentes de la familia, pero no todas. Entre las ausencias más repetidas aparece Magic Cue, una de las funciones estrella que requiere más músculo de la TPU para trabajar de forma local.
Esto no significa que el teléfono se quede corto en utilidades: la IA en el dispositivo seguiría presente para tareas cotidianas, con el apoyo de procesamiento en la nube cuando toque. Pero las características más intensivas, especialmente las que demandan más aceleración neuronal, podrían no estar disponibles o llegar con capacidades reducidas.
Almacenamiento, pantalla y otros puntos de hardware
Otra pieza clave sería el retorno a UFS 3.1 en lugar del UFS 4.0 que ya se ve en los Pixel 10 (al menos en ciertas capacidades). Se habla de 128 GB como almacenamiento base, una cifra habitual en esta gama.
En la pantalla, el rumor destacado es un pico de brillo de hasta 2.000 nits, un salto respecto al Pixel 9a (en torno a 1.800 nits). No hay confirmación sobre si adoptará un panel LTPO con rango completo de 1-120 Hz; de momento, ese punto queda en el aire.
La elección de UFS 3.1 ayudaría a contener el coste, aunque hoy muchos rivales de gama media/alta ya han migrado a UFS 4.0. Es el típico equilibrio de la serie «a»: priorizar lo que más se nota en el día a día —como el brillo o la autonomía— y recortar en áreas menos visibles para el gran público.
Cámaras: continuidad frente a recortes
En fotografía, las filtraciones señalan una configuración dual sin teleobjetivo. Eso se traduce en ausencia de zoom óptico, manteniendo una cámara principal y un ultra gran angular, muy en la línea del Pixel 9a.
Como es habitual en Google, cabe esperar mejoras por software en procesado y HDR, pero no se contemplan —por ahora— cambios de hardware propios de la gama alta, como ese tercer sensor destinado a telefoto que sí ha llegado a los Pixel 10.
Calendario y posible precio
En cuanto al calendario, los reportes más consistentes sitúan el lanzamiento entre finales de marzo y principios de abril de 2026. Sería el momento en el que Google acostumbra a presentar su propuesta «a» tras el lanzamiento de los modelos principales.
Sobre el precio, la cifra que más suena ronda los 500 dólares, si bien todavía es pronto para darlo por cerrado. Como siempre en estas fases, conviene coger los datos con pinzas hasta que la marca mueva ficha de forma oficial.
Con todo lo filtrado hasta ahora, el retrato del Pixel 10a apunta a un teléfono continuista: mismo chip que la serie 9, almacenamiento UFS 3.1 y cámara dual, compensados con una pantalla más luminosa y la mayoría de funciones de IA del ecosistema Pixel; una propuesta pensada para quien busca la experiencia de Google a un precio más ajustado, aun asumiendo algunos recortes respecto a los Pixel 10.
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