- Un Tesla se estrelló e incendió en Schwerte, con tres víctimas mortales y dificultades de rescate por las manijas retráctiles.
- ADAC y NHTSA han alertado de que los tiradores electrónicos pueden quedar inoperativos tras un corte de energía.
- La policía alemana investiga las causas del siniestro mientras Tesla trabaja en un rediseño de las manijas.
- Otros casos recientes, como el de Toronto, refuerzan la preocupación por el acceso al habitáculo en emergencias.
Un grave accidente con un Tesla en Schwerte (Alemania) ha vuelto a poner el foco en el diseño de los tiradores de las puertas. Tres personas perdieron la vida y los equipos de emergencia relatan que el acceso al interior fue especialmente complejo por las manijas retráctiles, que no emergían tras el impacto y el posterior incendio.
El siniestro, en el que resultaron implicados varios vehículos, dejó dos supervivientes que lograron salir por su cuenta. El conductor, de 43 años, y dos niños de 9 años fallecieron en el lugar, mientras que un tercer menor fue evacuado con heridas. La tragedia reaviva un debate ya conocido: qué ocurre cuando la electrónica falla en plena emergencia.
Qué se sabe del siniestro en Schwerte
Según las primeras informaciones, el turismo, un Tesla Model S Plaid, circulaba por la zona de Schwerte rumbo a Rote-Haus-Straße cuando, tras intentar adelantar a varios coches, perdió el control, impactó contra un árbol y acabó envuelto en llamas. La violencia del choque y el fuego complicaron desde el primer momento la intervención.
En el interior viajaban cinco ocupantes: dos adultos y tres menores de la misma edad. Sólo dos de ellos consiguieron abandonar el coche por sus propios medios. Los servicios de emergencia atendieron también a personas de otros vehículos afectados por la maniobra y el impacto.
Un vecino que trabajaba en un taller cercano oyó un fuerte chirrido de frenos seguido de una detonación. Corrió con un extintor para ayudar y trató de abrir las puertas por el lado menos afectado por el fuego, pero no consiguió acceder al habitáculo. “Lo intenté varias veces, pero era imposible”, relató al recordar que el coche estaba parcialmente encajado en un árbol.
En la operación participaron policía, bomberos de Schwerte y Villigst, equipos de rescate y dos helicópteros. El responsable de la brigada explicó que la batería ardía con rebrotes y que era muy difícil atacarla desde el exterior, un problema habitual en incendios de vehículos eléctricos que obliga a prolongar las tareas de extinción.
Las manijas retráctiles, punto crítico en un rescate
La Asociación Alemana del Automóvil (ADAC) ya había advertido de que los tiradores escamoteables pueden dificultar el acceso al habitáculo si, tras un choque, se interrumpe la alimentación eléctrica. En esas condiciones, las manijas pueden quedarse a ras de la carrocería y, desde fuera, no hay agarre para abrir con rapidez. Este tipo de solución de diseño también se emplea en modelos de Mercedes o BMW.
Al otro lado del Atlántico, la agencia estadounidense NHTSA mantiene abierta una investigación sobre los tiradores del Model Y, con quejas de usuarios que no lograron abrir desde el exterior y tuvieron que romper ventanillas para sacar a sus hijos. En varios casos se menciona que el desbloqueo manual interior existe, pero está poco visible y muchos propietarios lo desconocen.
Otro elemento sensible es que no todos los coches disponen de un desbloqueo mecánico en las plazas traseras o su acceso resulta complicado en medio del caos de un incendio. Para los equipos de rescate, cada segundo cuenta y cualquier obstáculo añade riesgo vital.
Investigación oficial y respuesta del fabricante
La policía del distrito de Unna trata de reconstruir con precisión la secuencia del siniestro en Schwerte: el intento de adelantamiento, la salida de la vía y el choque contra el árbol. Por ahora no se han atribuido responsabilidades y el foco también se dirige a las condiciones del rescate y al funcionamiento de las manijas tras el impacto.
En paralelo, la NHTSA analiza cientos de quejas y ha puesto el foco en decenas de miles de unidades del Model Y de un año concreto para aclarar el alcance del problema. Desde Tesla, su jefe de diseño, Franz von Holzhausen, ha reconocido que la compañía trabaja en un rediseño de las manijas para hacerlas más intuitivas en situaciones de pánico, aunque sin detallar plazos.
Los cuerpos de emergencia insisten en la necesidad de protocolos específicos con vehículos eléctricos, tanto para el acceso al interior como para neutralizar los incendios de batería. En Schwerte, los bomberos remarcaron que apenas había forma de llegar al paquete de celdas desde fuera, lo que alargó las labores de extinción.
Otros sucesos que han encendido las alarmas
La preocupación no nace de un único caso. En Toronto, cuatro personas murieron cuando un Model Y chocó contra un pilar y ardió; sólo una ocupante salió con vida después de que un transeúnte reventara una ventanilla al no poder abrir desde fuera. El fallo del sistema de apertura tras el impacto dejó a los demás atrapados.
También se han difundido testimonios como el de un bombero fuera de servicio en Virginia que relató cómo tuvo que romper el cristal de un Tesla en llamas para liberar a sus ocupantes. Aseguró que, de haber podido accionar una manija visible, el rescate habría sido más rápido.
Qué está en juego
La discusión trasciende a una sola marca: es el equilibrio entre estética y seguridad en elementos críticos. Los tiradores escamoteables aportan eficiencia aerodinámica y diseño, pero cuando la electrónica falla, un mecanismo mecánico accesible puede marcar la diferencia. Los reguladores piden claridad y los fabricantes, Tesla entre ellos, estudian soluciones híbridas que combinen ambas vías.
La tragedia de Schwerte ha destapado con crudeza un problema latente: en un accidente grave, cada segundo es oro y cualquier barrera a la entrada de los equipos de rescate puede tener consecuencias irreparables. Entre advertencias de ADAC, pesquisas de NHTSA y los cambios que prepara el fabricante, el debate se centra ahora en cómo garantizar un acceso inmediato al interior del vehículo sin renunciar a la innovación.
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