- Teclado mecánico con switches Gateron KS-33 Blue, retroiluminación RGB por tecla y control vía RP2040 compatible con QMK.
- 16 GB de LPDDR4X y SSD M.2 2280 de 256 GB preinstalado; opción de arranque por microSD o USB.
- Base de Raspberry Pi 5: CPU Cortex-A76 a 2,4 GHz, doble micro HDMI 4K, USB 3.0, GPIO de 40 pines, Wi‑Fi 5, BT 5.0 y Gigabit Ethernet.
- Precio oficial de 200 USD (Desktop Kit por 220 USD) y estrategia para empresas con NComputing y LEAF OS.
La Fundación Raspberry ha desvelado el Raspberry Pi 500+, un ordenador en formato teclado que bebe de los microordenadores de los ochenta pero con una puesta al día contundente. Se trata de un mini PC listo para el día a día que concentra la base técnica de Raspberry Pi 5 en una carcasa de teclado con mejoras clave.
Este relevo del Pi 500 apuesta por tres pilares que cambian la experiencia: teclado mecánico real, un salto de memoria hasta los 16 GB y almacenamiento interno moderno con SSD M.2 de 256 GB. El resultado es un equipo compacto que, sin alardes, se acomoda a tareas de trabajo, educación y proyectos personales con más solvencia.
Ficha técnica del Raspberry Pi 500+
El corazón es la misma plataforma que el Pi 5: Broadcom BCM2712 con cuatro núcleos Arm Cortex-A76 a 2,4 GHz, gráficos con salida dual 4K y soporte para aceleraciones en Linux. Junto a ello, gana músculo en memoria y disco para ofrecer una experiencia de sobremesa más redonda.
- CPU: Arm Cortex-A76 (4 núcleos, 2,4 GHz)
- Memoria: 16 GB LPDDR4X-4267
- Almacenamiento: SSD M.2 2280 NVMe de 256 GB (sustituible) y lector microSD
- Vídeo: doble micro HDMI con salida 4K
- Conectividad: Wi‑Fi 5 de doble banda, Bluetooth 5.0, Gigabit Ethernet
- Puertos: 2x USB 3.0, 1x USB 2.0, GPIO de 40 pines, USB‑C para alimentación
- Otros: botón de encendido integrado y teclado mecánico de perfil bajo
Teclado mecánico y personalización
Raspberry Pi convierte el periférico principal en protagonista: el 500+ integra la electrónica bajo un teclado mecánico de perfil bajo con distribución en varios idiomas (incluido español). Utiliza switches Gateron KS-33 Blue, con recorrido definido y respuesta «clicky», que mejora la escritura frente a las membranas habituales.
La iluminación es RGB por tecla y totalmente programable. El control se delega en un microcontrolador RP2040 compatible con QMK, de modo que es posible crear capas, remapeos y macros sin depender de software externo; si surgen problemas con la entrada en máquinas virtuales, consulta qué hacer si tu teclado no funciona en VirtualBox. Las teclas son intercambiables, se incluye herramienta de extracción y las leyendas están grabadas a láser para dejar pasar la luz.
Memoria, almacenamiento y ampliación
El salto a 16 GB de LPDDR4X-4267 elimina cuellos de botella en navegación intensiva, edición con proyectos grandes o compilación moderada. Es una cifra inédita en un Pi de consumo en formato teclado y abre la puerta a usos más ambiciosos dentro de su rango.
El almacenamiento deja de ser un compromiso: de serie monta un SSD NVMe M.2 2280 de 256 GB con el sistema preinstalado, con bahía interna pensada para el reemplazo. Si se prefiere, se puede seguir arrancando desde microSD o SSD USB, pero el camino natural ya pasa por M.2 gracias a la mejora en tiempos de arranque y carga de aplicaciones que reportan pruebas independientes.
Rendimiento y refrigeración
La combinación de Cortex‑A76 a 2,4 GHz y salida dual 4K lo convierte en un sobremesa sensato para desarrollo, ofimática, navegación, emulación moderada y proyectos maker. La refrigeración recae en un disipador de aluminio de gran superficie; bajo cargas sostenidas cabe esperar cierto ajuste térmico, pero en uso cotidiano mantiene el tipo sin sorpresas.
Conectividad y puertos
Se mantiene la dotación típica de la familia: dos USB 3.0 y un USB 2.0, doble micro HDMI, encabezado GPIO de 40 pines, Ethernet Gigabit, Wi‑Fi 5 y Bluetooth 5.0. La alimentación llega por USB‑C y hay botón de encendido en el propio teclado; la marca ofrece una fuente oficial de 27 W dentro del Desktop Kit.
Kits, disponibilidad y precio
El precio oficial del equipo base es de 200 dólares, mientras que el Desktop Kit asciende a 220 dólares e incluye ratón, fuente de 27 W, cable micro HDMI a HDMI de 2 metros y guía de inicio. En el canal europeo se han visto listados en torno a 204 €, con variaciones según distribuidor.
Orientación profesional: alianza con NComputing
Junto al lanzamiento, Raspberry Pi anuncia una colaboración con NComputing para situar el 500+ como endpoint empresarial. Combinado con LEAF OS (Linux de solo lectura, sin datos locales), la propuesta se enfoca en VDI, DaaS y SaaS con compatibilidad con Microsoft AVD, Windows 365, RDS, Citrix y Omnissa Horizon.
- Cargas en la nube en lugar del puesto: reduce riesgos y simplifica operaciones de TI.
- Seguridad por diseño: sistema bloqueado y sin almacenamiento local para minimizar la superficie de ataque.
- Gestión centralizada mediante PMC Endpoint Manager y compatibilidad con periféricos USB.
- Costes contenidos al consolidar el equipo en un formato teclado fácil de desplegar.
En un contexto de fin de soporte de Windows 10 y dificultades de migración a Windows 11 en parte del parque, el 500+ con LEAF OS se posiciona como alternativa para escritorios virtuales y acceso a aplicaciones en la nube.
Para qué sirve y qué no
- Adecuado: aprendizaje de programación, desarrollo web y scripting, multimedia sobria, emulación moderada, automatización doméstica, proyectos educativos y makers.
- Con matices: edición multimedia exigente o cargas CPU sostenidas, donde la refrigeración y el espacio en disco pueden requerir ajustes.
- Fuera de su liga: 3D complejo, flujos que dependan de GPU potente o compilaciones masivas continuas.
Conviene recordar dos puntos: es arquitectura ARM, por lo que el enfoque es Linux para ARM, y los micro HDMI pueden exigir adaptadores en algunos monitores; son detalles a valorar antes de montarse el puesto.
Luces y sombras
Entre los aciertos destacan el teclado mecánico bien resuelto, la bahía M.2 interna con SSD incluido, los 16 GB de RAM y un ecosistema con documentación y comunidad que facilitan empezar y seguir creciendo.
En la parte menos amable, los 256 GB pueden quedarse cortos con datos voraces, el formato micro HDMI obliga a adaptadores y habrá que vigilar temperatura y ruido si se le aprieta durante horas.
Encaje en la familia Raspberry Pi
Tras el Pi 400 con membrana y el Pi 500, esta iteración completa el concepto con teclado mecánico, SSD M.2 y 16 GB. Mantiene el encanto retro, pero lo acompaña de decisiones prácticas que convierten el formato-teclado en un equipo de escritorio coherente y fácil de mantener.
Con una combinación sensata de prestaciones, el Raspberry Pi 500+ pasa del guiño nostálgico a la utilidad cotidiana: mecanografía cómoda, almacenamiento estándar, conectividad completa y una vía clara al entorno cloud para quien lo necesite.
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