El iPad Pro M5 aparece antes de tiempo: todo lo que cambia respecto al M4

El iPad Pro con chip M5 ha aparecido en un vídeo de desempaquetado cuando todavía no se ha anunciado, dejando a la vista detalles de hardware, software y rendimiento que hasta ahora eran conjeturas. La filtración proviene del canal ruso Wylsacom, el mismo que anticipó un MacBook Pro con M4 el año pasado.

Más allá del morbo de la filtración, la información es consistente: en la caja y en los ajustes del dispositivo se lee “M5”, viene con iPadOS 26 de serie y la unidad probada indica una batería fabricada en agosto de 2025, señales de que el lanzamiento comercial está muy cerca.

Filtración: el iPad Pro M5 aparece en vídeo

 

El contenido muestra un iPad Pro M5 de 13 pulgadas en acabado oscuro (Space Black), con una estética prácticamente calcada a la generación anterior: cuerpo ultrafino, una sola cámara trasera, cuatro altavoces y el Smart Connector en su ubicación habitual. Llama la atención la ausencia del grabado “iPad Pro” en la trasera de la unidad, un detalle que podría ser propio de este lote y que Apple aún no ha confirmado como definitivo.

En el software, la tableta arranca con iPadOS 26 y muestra referencias inequívocas al chip M5. El youtuber ejecuta benchmarks y enseña el panel de información del sistema, donde también se aprecia que el componente de batería es reciente, reforzando la idea de que estamos ante hardware final y no un prototipo.

La credibilidad del vídeo ha sido respaldada por fuentes habituales del entorno Apple, y el hecho de que el mismo canal filtrase con acierto un producto de la compañía anteriormente añade peso a la veracidad de lo visto.

Rendimiento y hardware: qué cambia respecto al M4

Según las pruebas mostradas, el M5 mantiene una CPU de 9 núcleos (tres de alto rendimiento y seis de eficiencia) y una frecuencia prácticamente idéntica a la del M4 en Geekbench 6 (en torno a 4,42 GHz frente a 4,41 GHz). Aun así, se registra un aumento de alrededor del 10% en mononúcleo y entre un 12% y un 15% en multinúcleo, una mejora incremental pero apreciable.

Donde el salto resulta más visible es en la GPU: en la prueba Metal, la ganancia ronda el 34-36% frente al M4, mientras que en AnTuTu el incremento gráfico es más moderado, en torno al 8%. Es decir, los avances se concentran especialmente en el apartado visual, con impacto directo en edición de vídeo, 3D y juegos.

La unidad filtrada, de 256 GB de almacenamiento, aparece con 12 GB de RAM, cuando en la generación M4 esa capacidad solía ir asociada a 8 GB. Falta por conocer cómo escala la memoria en el resto de configuraciones, aunque es razonable esperar que las variantes superiores (1 TB y 2 TB) mantengan los 16 GB ya vistos en el pasado.

Más allá del procesador, se esperan las mismas diagonales de 11 y 13 pulgadas con paneles OLED a 120 Hz. También se han oído rumores sobre una posible segunda cámara frontal orientada a mejorar videollamadas en horizontal y vertical, si bien el vídeo no lo confirma, por lo que conviene tomarlo como una hipótesis no verificada.

Diseño, pantalla y conectividad

Apple mantendría el diseño continuista de la generación anterior, con un grosor aproximado de 5,1 mm y el mismo lenguaje de líneas. Los elementos externos —cámara única, altavoces en los laterales y Smart Connector— permanecen donde se esperan, y hasta el fondo de pantalla que ilustra la caja coincide con el estilo del modelo previo.

La documentación de la FCC sugiere que los nuevos iPad Pro podrían incorporar Wi‑Fi 7, un salto en conectividad que daría más margen en escenarios de alta demanda de ancho de banda. No hay ficha técnica completa, pero el paso por certificaciones apunta a que el proyecto está en fase final de cara a su comercialización.

En el paquete no se aprecian grandes novedades: la caja parece muy similar a la anterior, quizá algo más delgada, y los materiales promocionales no anticipan un rediseño. El foco de esta generación, al menos por lo filtrado, se situaría en el rendimiento interno más que en cambios estéticos.

Con iPadOS 26 preinstalado, cabe esperar mejoras en multitarea y en flujos creativos que aprovechen el empuje de la GPU y la mayor dotación de memoria en ciertas configuraciones, dejando para futuras iteraciones una revisión más profunda del exterior.

Calendario de lanzamiento y estrategia de compra

Las fechas que más suenan sitúan el anuncio entre finales de octubre y principios de noviembre. Dado que se trataría de una actualización centrada en el chip, no sería raro que Apple opte por un lanzamiento mediante nota de prensa en lugar de un evento dedicado, especialmente si encaja con el cierre de promociones educativas.

Para quien valore comprar ya, conviene tener en cuenta el efecto dominó que suele provocar la llegada de una nueva generación: los iPad Pro con M4, ya rebajados en muchos comercios, podrían recibir descuentos adicionales en distribuidores autorizados (Amazon, MediaMarkt, Fnac y similares).

Si las novedades del M5 no son críticas para tu uso, puede ser una oportunidad de ahorro interesante; si prefieres lo último, el M5 se perfila como la opción a elegir en cuanto esté disponible.

Entre la filtración en vídeo, las pistas regulatorias y la proximidad habitual de los lanzamientos de otoño, el panorama dibuja un iPad Pro M5 continuista por fuera, con mejoras medibles en CPU y, sobre todo, en GPU, ajustes en memoria RAM según capacidad y una base de iPadOS 26 que empuja la experiencia profesional sin estridencias. Todo apunta a una actualización sólida para quienes vengan de modelos con varios años a sus espaldas, y a un revulsivo que, de paso, puede dejar al M4 a precios más tentadores en el canal minorista.