- Privacy Display integrado limitará los ángulos de visión y podrá atenuar la pantalla.
- Activación automática en lugares públicos y control por apps, notificaciones y PiP.
- Modos Auto Privacy y Máxima privacidad con intensidad regulable.
- Función ligada a hardware del S26 Ultra; busca mantener calidad AMOLED 120 Hz sin accesorios.
Decir adiós al protector físico para curioseos ajenos está más cerca: todo apunta a que el Galaxy S26 Ultra incluirá una función de pantalla de privacidad integrada en el propio panel. La idea es que el teléfono limite lo que se ve desde los laterales en entornos como metro, autobuses o ascensores, reduciendo miradas indiscretas sin tener que añadir capas extra.
Esta novedad, referida en el código de One UI 8.5 como Privacy Display, permitiría ajustar tanto la intensidad del efecto como el contenido visible cuando se activa. De este modo, el usuario decide si mantener accesibles elementos de bloqueo (PIN o patrón), ocultar notificaciones sensibles o incluso qué apps pueden permanecer a la vista en ventana flotante.
Cómo funcionaría la Pantalla de privacidad del S26 Ultra
Según las cadenas y menús detectados en compilaciones de One UI 8.5, el S26 Ultra incorporaría un modo electrónico de privacidad capaz de variar el ángulo de visión aceptable y atenuar el panel cuando sea necesario, conmutando de forma manual o automática.
- Ángulos de visión limitados desde los laterales para evitar lecturas desde asientos contiguos o sobre el hombro.
- Atenuación inteligente que reduce brillo y contraste al activar la privacidad.
- Regulación de intensidad para equilibrar legibilidad y discreción según el entorno.
- Activación automática en lugares concurridos detectados por el sistema (ascensor, metro, bus).
La función se ha visto en capturas compartidas por el filtrador Ach en X, donde aparecen pantallas de configuración con descripciones como “limita la visibilidad desde los ángulos laterales para proteger la privacidad en público”. Todo ello apunta a un control bastante granular del comportamiento del panel.
Más allá del interruptor principal, hay ajustes para decidir qué se muestra y qué no cuando Privacy Display entra en acción. Es una aproximación que imita a los filtros físicos, pero sin accesorios externos y con más flexibilidad.
Modos, activadores y contenido que se puede ocultar
Entre los ajustes destacados figura un modo de Privacidad automática que se activa en determinadas apps o en ubicaciones identificadas como “lugares públicos”. También se contemplan condiciones personalizadas para adaptar la experiencia a cada usuario.
- Auto Privacy: protección proactiva en apps sensibles o al detectar espacios concurridos.
- Máxima privacidad: reduce el brillo con mayor agresividad y estrecha el ángulo de visión.
- Programación por franjas horarias y activación por localización para escenarios habituales.
- Selección por app: aplicar el filtro en banca, mensajería o cualquier aplicación indicada.
También se pueden delimitar elementos de la interfaz: mantener visibles opciones de PIN, patrón o contraseña en la pantalla de bloqueo, ocultar notificaciones, bloquear fotos marcadas como privadas en la Galería e incluso decidir si una ventana flotante (PiP) queda protegida.
Este enfoque no solo frena a los “mirones” ocasionales; también permite trabajar con información sensible sin renunciar a usar el móvil en movilidad. El potencial de automatización ayudará a que el sistema se adapte a cada contexto con poco esfuerzo.
Requisitos, disponibilidad y el reto de mantener la calidad del panel
Las referencias apuntan a que Privacy Display dependería de hardware específico del panel y quedaría limitado al Galaxy S26 Ultra. Fuentes del sector sugieren que Samsung reservaría esta novedad para su modelo tope de gama, siguiendo su estrategia habitual con tecnologías de pantalla.
Uno de los grandes interrogantes está en cómo equilibrará Samsung la calidad de imagen del panel AMOLED QHD+ a 120 Hz con las restricciones de visibilidad. El objetivo es que la experiencia siga siendo nítida de frente y, al mismo tiempo, se vuelva opaca desde los laterales.
Se habla de una solución combinada de hardware y software, con menciones internas a una tecnología de píxeles tipo “Flex Magic Pixel” que ajustaría el comportamiento del panel. Aunque estas referencias no están confirmadas oficialmente, encajan con la necesidad de un control fino y dinámico del subpíxel para lograr el efecto.
De confirmarse, la propuesta ofrecería una ventaja competitiva frente a teléfonos que todavía dependen de láminas físicas. La clave, eso sí, será que el sistema funcione de forma fluida y sin penalizar en exceso la luminosidad o el contraste cuando la privacidad no está activa.
En conjunto, lo filtrado perfila una función pensada para quien usa el móvil a todas horas y en cualquier lugar: menos ojos indiscretos, más control y la posibilidad de afinar la privacidad sin complicarse con accesorios o menús rebuscados.
Con lo visto en el código de One UI 8.5 y las pantallas de configuración difundidas, todo indica que la Pantalla de privacidad llegará con el S26 Ultra como novedad más llamativa en materia de discreción visual. Si la implementación cumple, podría marcar un estándar en privacidad en movilidad que otros fabricantes terminen adoptando.
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