Bond sin pistola: los pósteres retocados de 007 desatan polémica

El catálogo de James Bond en Prime Video se ha visto envuelto en una polémica inesperada: la aparición de pósteres retocados que eliminaban cualquier rastro de pistolas de las manos del agente 007. El cambio, detectado por fans y medios especializados, prendió la mecha de un debate que mezcla identidad de marca, sensibilidad actual y el legado visual del espía más famoso del cine.

La controversia estalló durante el Día de James Bond (5 de octubre), cuando usuarios británicos notaron que los artes promocionales de varias películas mostraban a 007 sin su icónica arma. El hallazgo fue compartido por cuentas como MI6 HQ y medios como The Spy Command, y pronto se extendió a redes sociales con reacciones encontradas y no pocos memes.

Qué ha pasado y cuándo

Coincidiendo con la celebración del personaje, en la web de Prime Video Reino Unido aparecieron nuevas imágenes de la franquicia con un detalle llamativo: la pistola de Bond había sido retirada digitalmente o, sencillamente, recortada fuera del encuadre. En títulos clave como Agente 007 contra el Dr. No o GoldenEye, la Walther PPK desaparecía por completo.

Otros casos mostraban soluciones más creativas, aunque poco naturales. En A View to a Kill (Panorama para matar), los brazos de Roger Moore parecían alargarse para sacar el arma del plano, mientras que en Spectre, la imagen se recortaba a la cintura de Daniel Craig para evitar la pistola, dejando incluso a la vista la pistolera como un rastro evidente de edición.

La práctica afectó a varias eras del personaje: de Sean Connery a Pierce Brosnan, pasando por Moore y Craig. En artes vinculados a Live and Let Die se recortó el .44 Magnum, y en materiales de Thunderball desaparecían el arma y elementos del planteamiento original, diluyendo el tono de acción de los pósteres clásicos.

El detalle no pasó desapercibido: incluso con el arma borrada de las manos de 007, algunos materiales mantenían el logotipo 007 cuya grafía integra una pistola estilizada. La disonancia fue munición extra para las críticas.

• Dr. No: retrato de Connery con brazos cruzados, ahora sin la PPK.
• GoldenEye: Brosnan aparece con la mano vacía tras el retoque.
• Panorama para matar: brazos de Moore forzados para ocultar el arma.
• Spectre: recorte a la altura de la cintura para eliminar la pistola.

Cómo se hicieron los retoques

Según las comparativas compartidas por cuentas y medios especializados, se emplearon desde recortes sencillos hasta técnicas más complejas de relleno con IA para eliminar el arma y reconstruir fondos. El resultado, en algunos casos, dejaba posturas rígidas o manos en posiciones extrañas, como si 007 estuviera sujetando aire.

Más allá de la técnica, el efecto visual convirtió a ciertos carteles en algo parecido a un catálogo de moda más que a una pieza de acción y espionaje. Esta descontextualización visual generó una sensación de artificio que chocaba con la iconografía de la saga.

El fenómeno también alimentó el humor en redes: proliferaron memes que reemplazaban las armas por plátanos, paraguas o copas de Martini, evidenciando el carácter forzado de algunos retoques y su potencial para el ridículo.

Críticos y ensayistas hablaron de una operación de “sanitización” de la imagen de Bond. El guionista Scott McCrea llegó a calificar la maniobra de “vandalismo cultural”, subrayando que el arma no es un detalle cosmético, sino parte del ADN narrativo del personaje.

Reacciones y estado actual

La respuesta del público fue intensa y variada. Un sector lo tildó de “corrección política”, mientras otros interpretaron el cambio como una decisión de posicionamiento de marca para entornos familiares. Incluso hubo figuras públicas que reaccionaron con mensajes escuetos pero virales, amplificando la polvareda.

Ante las quejas y las mofas, Amazon retiró en silencio los artes alterados de Prime Video UK y los sustituyó por imágenes más tradicionales de cada película. Aun así, en la mayoría de casos, esas nuevas miniaturas tampoco muestran a Bond con su pistola, optando por planos neutros del protagonista o del metraje.

En todo momento, los contenidos de las películas permanecieron sin cambios: la intervención se limitó a materiales promocionales en la plataforma. Desde Prime Video se declinó comentar el asunto cuando se les consultó, dejando la narrativa en manos de los usuarios y los medios.

El episodio reavivó un debate recurrente: cómo equilibrar la sensibilidad contemporánea con el legado de una franquicia cuya estética —pistola incluida— forma parte de su marca registrada. En este choque, Bond se ha convertido otra vez en termómetro cultural.

Al hilo de todo lo anterior, muchos seguidores ven el movimiento como un aviso de la dirección editorial bajo el paraguas de Amazon MGM Studios, mientras otros lo leen como un desliz puntual de arte interno. Sea como fuere, el asunto ha dejado claro que tocar el arma de 007 tiene coste reputacional.

Con la celebración del personaje como telón de fondo, la secuencia de hechos es clara: se publicaron pósteres sin pistola, llegó la reacción, se retiraron los artes editados y se colocaron imágenes más discretas donde, por lo general, no aparece el arma. Más que cerrar el tema, la polémica ha vuelto a situar al arma de Bond en el centro del encuadre, aunque sea por su ausencia.