- OpenAI permitirá contenido erótico en ChatGPT para adultos verificados a partir de diciembre.
- La función será opcional, ligada a controles de edad y nuevas salvaguardas de seguridad.
- Llegará una versión del chatbot con personalidad más cercana a GPT-4o y configurable por el usuario.
- Se crea un consejo de "bienestar e IA"; crecen las dudas sobre privacidad y la verificación de identidad.
En un anuncio que ha encendido el debate, Sam Altman confirmó que OpenAI activará conversaciones de carácter erótico para adultos verificados en ChatGPT a partir de diciembre, como parte de su principio de “tratar a los usuarios adultos como adultos”. La medida llega tras meses de ajustes en moderación y seguridad.
Además, la compañía adelantó que lanzará en breve una versión de ChatGPT con una personalidad más humana y configurable, recuperando rasgos que gustaban del modelo GPT-4o y que, según Altman, se perdieron con políticas más restrictivas enfocadas en salud mental.
Verificación de edad y acceso al modo erótico
OpenAI supedita esta novedad a un sistema de control de edad que identificará y verificará la mayoría de edad antes de habilitar el contenido “para adultos”. La opción no vendrá activada por defecto y solo aparecerá cuando el usuario lo solicite y cumpla los requisitos de verificación.
La compañía ya había dejado caer que permitiría a desarrolladores crear aplicaciones con contenido maduro (18+) dentro del ecosistema de ChatGPT, siempre que la verificación y los mecanismos de control estuvieran plenamente implementados. Ese paso se materializa ahora con la ampliación de límites para usuarios adultos.
Quedan incógnitas relevantes: OpenAI no ha detallado el método exacto de verificación ni si se requerirá documento de identidad, selfie o validaciones mixtas. Entre la comunidad han surgido preocupaciones sobre privacidad, con usuarios reticentes a subir datos sensibles incluso si la promesa es mejorar la personalización y la experiencia.
Altman no ha precisado el alcance completo del modo erótico; por ahora, el mensaje oficial se centra en conversaciones de temática adulta bajo controles estrictos, sin anunciar avatares explícitos ni experiencias visuales. La orientación apunta a diálogo y texto para mayores de edad, con salvaguardas activas.
Salvaguardas y salud mental: menos restricciones, más controles
El propio Altman reconoció que, durante los últimos meses, ChatGPT fue “bastante restrictivo” ante posibles crisis de salud mental, una situación ligada a la eliminación de advertencias en ChatGPT, lo que restó utilidad y disfrute a parte de la base de usuarios sin ese tipo de riesgos.
Según el CEO, la empresa ha desplegado herramientas para detectar mejor la angustia emocional y otras señales de riesgo, lo que permitiría “relajar las restricciones de forma segura en la mayoría de los casos”. Este viraje llega acompañado de un consejo sobre “bienestar e IA” con investigadores centrados en el impacto de la tecnología en salud mental, si bien se ha señalado que no incluye especialistas en prevención del suicidio.
El debate no es menor: OpenAI ha afrontado críticas y una demanda relacionada con un caso de un adolescente, un contexto que ha empujado a reforzar salvaguardas, protocolos de respuesta y límites de comportamiento en situaciones sensibles. La compañía insiste en que la seguridad seguirá siendo prioritaria.
Una personalidad más “humana” y configurable, al estilo GPT-4o
En “unas semanas”, OpenAI tiene previsto lanzar una actualización que permitirá ajustar la personalidad del asistente: respuestas más naturales, uso de emojis o un tono más cercano, siempre “si el usuario lo quiere”. La idea es recuperar rasgos que muchos asociaban con GPT-4o, manteniendo al mismo tiempo un marco de seguridad robusto.
Este ajuste pretende solventar que, a ojos de algunos, el chatbot se volvió frío, excesivamente comedido y menos espontáneo. OpenAI promete un equilibrio: más calidez y flexibilidad en el trato, pero con límites claros y capacidad de contención cuando la situación lo requiera.
Competencia y mercado: xAI ya flirtea con experiencias para adultos
OpenAI no se mueve en vacío. xAI, la firma de Elon Musk, ha experimentado con chatbots de estilo anime en Grok pensados para “coquetear”, una línea que demuestra la demanda de experiencias conversacionales íntimas en el mercado.
La diferencia, por ahora, es el enfoque: OpenAI enfatiza verificación de edad, controles y ausencia de avatares explícitos, priorizando cumplimiento y seguridad. La apertura de un modo erótico en ChatGPT puede acelerar una carrera por servicios adultos con más barreras de protección y estándares claros.
Lo que falta por concretar
Altman sitúa la ampliación en diciembre, ligada a la implementación “más completa” del control de edad, pero sin fecha cerrada ni lista definitiva de países donde se activará primero. También queda por saber si habrá vías alternativas de verificación para quienes no quieran subir documentación sensible.
En paralelo, habrá que ver cómo encajan estos cambios en los términos de uso, la moderación y las políticas para desarrolladores. El reto será sostener la promesa de “tratar a los adultos como adultos” sin relajar los guardarraíles que protegen a menores y usuarios vulnerables.
A falta de detalles finales, el movimiento de OpenAI apunta a un ChatGPT más flexible y personalizable: capacidad de adoptar un tono más humano, controles para navegar situaciones delicadas y un modo erótico bajo verificación de edad. Todo ello llega con la presión de un mercado que ya explora experiencias íntimas con IA y con la lupa puesta en privacidad, seguridad y responsabilidad.
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