- Doble lanzamiento desde Florida y California elevó el total a 10.006 satélites Starlink.
- El propulsor B1067 alcanzó su 31.º vuelo y aterrizó en la barcaza ASOG.
- Quedan 8.860 satélites en órbita; vida útil de ~5 años y desorbitado controlado.
- Objetivo de 12.000 autorizados y expansión futura con Starship y la generación V3.
SpaceX ha superado un listón simbólico en su constelación de internet por satélite: ya son más de 10.000 Starlink lanzados desde 2018. La marca se alcanzó tras un doble lanzamiento de 56 unidades realizado en una misma jornada.
El avance encadena hitos técnicos y operativos, pero también abre preguntas sobre sostenibilidad orbital, regulación y escalado industrial. En las siguientes líneas repasamos las cifras clave, los detalles de los vuelos y lo que viene a continuación.
El hito de los 10.000 Starlink
El 19 de octubre se ejecutaron dos misiones Starlink, una desde Cabo Cañaveral (Florida) y otra desde Vandenberg (California), con 28 satélites en cada despegue. Con ellas, el recuento total asciende a 10.006 satélites enviados a órbita, según los cálculos del astrofísico Jonathan McDowell.
El propulsor de primera etapa B1067 volvió a dejar huella: completó su 31.º vuelo y recuperó la etapa con un aterrizaje sobre la barcaza no tripulada A Shortfall of Gravitas en el Atlántico. Este cohete acumula misiones tan variadas como CRS-22, Crew-3, Crew-4, Turksat 5B o Koreasat-6A, además de numerosas tandas Starlink.
SpaceX confirmó el éxito de las campañas identificadas como Starlink 10-17 (Florida) y Starlink 11-19 (California). Con estos dos vuelos consecutivos, la compañía selló el salto definitivo a las cinco cifras para su constelación de banda ancha.
Cómo se llegó hasta aquí
El programa arrancó en 2018 con los prototipos Tintin A y Tintin B. En 2019 comenzaron los despliegues operativos de la primera generación, en 2020 se abrió la beta y en 2021 el servicio se comercializó de forma amplia en múltiples países.
Desde entonces, el ritmo no ha dejado de acelerarse: en 2019 despegó la primera tanda de 60 satélites, en 2024 se cerraron decenas de misiones y en 2025 ese volumen se superó con margen antes de terminar octubre. La cadencia de lanzamientos ha sido la clave para densificar la malla orbital.
Cuántos siguen en órbita y qué pasa con los que fallan
Con los 10.006 satélites lanzados, permanecían 8.860 en órbita a fecha 20 de octubre, de acuerdo con datos citados por medios especializados. La diferencia incluye unidades retiradas o ya reentradas, lo que deja claro el ciclo de renovación permanente de la constelación.
Cada satélite está diseñado para una vida útil de unos cinco años y, al finalizar, se desorbita de manera controlada para minimizar riesgos. La propia red admite pérdidas diarias por tormentas solares, fallos o envejecimiento; al reentrar, los aparatos se desintegran en la atmósfera.
Planes y escalado: 12.000 autorizados y la era V3
SpaceX cuenta con permiso para desplegar hasta 12.000 satélites, en competencia con el proyecto Kuiper de Amazon, aunque sobre la mesa figuran expansiones que podrían elevar la constelación a decenas de miles más, con cobertura reforzada en aviación, mar y zonas remotas.
La próxima gran evolución llega con los Starlink V3, más voluminosos y capaces. Por su tamaño, su despliegue masivo dependerá del cohete Starship, que tomará el relevo del Falcon 9 en estas cargas a partir de 2026, con objetivos de ancho de banda que podrían acercarse a 1 Gbps por usuario en escenarios favorables.
El reto de la sostenibilidad orbital
El crecimiento de las megaconstelaciones coincide con una mayor saturación orbital. La ESA rastrea decenas de miles de objetos y estima más de 1,2 millones de fragmentos de al menos 1 cm, suficientes para ocasionar daños serios, especialmente entre los 600 y 1.000 km de altitud.
De ahí que cobre fuerza la gestión del tráfico espacial, con normas de desorbitado, coordinación entre constelaciones y tecnologías de mitigación que mantengan la seguridad sin frenar la expansión de los servicios satelitales.
Con el listón de los 10.000 Starlink ya superado gracias al doble lanzamiento y a la alta reutilización del Falcon 9, la constelación afianza su cobertura global mientras encara el siguiente salto con V3 y Starship; el gran desafío será sostener ese crecimiento bajo reglas claras y prácticas que reduzcan los riesgos en un entorno cada vez más concurrido.
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