- Anillo con IA para capturar y transcribir ideas al instante con un gesto, sin palabra de activación y con app inicial en iOS.
- Controles multimedia por gestos y respuesta háptica; sigue siendo útil como mando si el backend de IA dejara de funcionar.
- Enfoque en privacidad: micrófono apagado por defecto, cifrado de datos y voz clon opcional almacenada en el teléfono.
- Preventa desde $249 (plata) y $299 (oro), 3 meses de Pro incluidos; envíos previstos en EE. UU. en verano de 2026, sin fecha para España.
El mercado de los wearables vive un momento curioso: cada vez hay más dispositivos que intentan ir más allá del conteo de pasos y el sueño para ofrecer nuevas formas de interactuar con la tecnología. En ese contexto aparece Stream Ring, un anillo con inteligencia artificial que se lleva en el dedo índice y que promete registrar tus ideas tal y como te vienen a la cabeza.
La propuesta es sencilla: pulsas, susurras y tu pensamiento queda guardado como texto en la app. Su valor está en la inmediatez para capturar ideas al instante sin sacar el móvil ni decir una palabra de activación. ¿Tiene hueco en un mundo con móviles cada vez más capaces y relojes inteligentes muy completos? Vamos a ver qué ofrece y dónde encaja, con foco en lo que puede suponer para usuarios en España y Europa.
Qué es Stream Ring y cómo funciona
Sandbar define su anillo como un “ratón para la voz”: levantas la mano, acercas el anillo a la boca y presionas una superficie táctil para hablar. No hay “Hey” ni palabras mágicas; basta con un gesto de pulsar y mantener para que empiece a escuchar. Incluso en sitios concurridos puedes susurrar y el sistema transcribe al vuelo en la app de Stream, disponible inicialmente en iOS.
La clave de privacidad está en que el micrófono no está siempre escuchando: solo se activa mientras mantienes el toque. Al soltar, la vibración confirma que la nota se ha enviado. El hardware integra un sensor capacitivo en el canto plano, un pequeño micrófono y un touchpad de vidrio para la interacción.
Funciones de IA y organización de notas
Además de transcribir, el anillo y su app cuentan con un chatbot propio que conversa contigo: puede plantear preguntas para aclarar ideas, ayudarte a estructurar tareas y editar las transcripciones. Así, lo que empieza como un recordatorio rápido puede convertirse en una lista o un borrador más trabajado.
Sandbar ofrece una función llamada “Inner Voice” que, de forma opcional, genera una voz sintética similar a la tuya a partir de una breve configuración. La app permite revisar conversaciones por días o semanas, hacer zoom para ver el conjunto y organizar entradas como notas, recordatorios o elementos de calendario.
Controles multimedia y gestos
El anillo también actúa como mando multimedia en el dedo: un toque para reproducir o pausar, doble toque para la siguiente canción y un gesto de deslizamiento para subir o bajar el volumen. Las pulsaciones se acompañan de respuesta háptica para confirmar que el gesto se ha entendido, útil en el metro o al aire libre.
Si en algún momento el servicio en la nube fallara o Sandbar dejase de operar, el anillo seguiría ofreciendo controles de reproducción básicos, evitando que el dispositivo quede relegado a un cajón a los pocos meses.
Privacidad y seguridad
Sandbar subraya que las notas no se guardan como audio, sino como texto, y que los datos viajan y se almacenan con cifrado robusto. El modelo de voz para “Inner Voice” se guarda en el teléfono del usuario y puede borrarse cuando se quiera. La empresa además planea soportar exportaciones a servicios de terceros como Notion, para no encerrar la información en un jardín vallado.
Para conversaciones privadas con el asistente puedes usar auriculares Bluetooth, aunque no son necesarios para crear notas. En cualquier caso, el micrófono parte apagado por defecto y solo se activa con el gesto de pulsación prolongada.
Diseño, batería y resistencia
El anillo tiene exterior de aluminio, interior de resina y un touchpad de vidrio en la parte superior. Está pensado para la vida diaria: resiste lluvia y salpicaduras, si bien no apunta a deportes extremos. Habrá tallas de la 5 a la 13 y, en la preventa, se ofrece un kit gratuito para acertar con el tamaño antes del envío final.
La autonomía está planteada para aguantar una jornada completa, con carga mediante un disco compacto con soporte en forma de U y cable USB‑C. La idea es dejarlo cargando por la noche y olvidarte durante el día.
Precio, suscripción y disponibilidad
Stream Ring ya se puede reservar desde $249 en acabado plata y por $299 en color oro (PVD). Quienes hagan la preventa reciben tres meses del plan Pro, que después cuesta $10 al mes. El nivel gratuito incluye notas ilimitadas y chats con límite dentro de la app; el Pro desbloquea interacciones ilimitadas y acceso anticipado a funciones.
En software, la app de Stream arranca en iOS primero, con acceso también desde escritorio para consultar notas. La compatibilidad con Android no está confirmada por ahora.
En cuanto a fechas, Sandbar prevé iniciar envíos en EE. UU. durante el verano de 2026. Para España y el resto de Europa no hay calendario oficial; habrá que esperar a la confirmación de disponibilidad regional, posibles requisitos de marcado CE y adaptación a normativas de privacidad europeas, además de los costes de IVA y aduanas si se importara desde Estados Unidos.
El Stream Ring llega a un nicho que se mueve entre los anillos de salud y los wearables con IA conversacional. Frente a los móviles —y a relojes con plataformas como Wear OS y modelos con asistentes avanzados— su ventaja está en la inmediatez: capturar ideas sin desbloquear ni distraerte. La incógnita es si esa rapidez compensa para más gente que ya usa notas de voz o dictado en el teléfono.
Equipo y financiación
Sandbar fue fundada por Mina Fahmi y Kirak Hong, exmiembros de CTRL‑Labs que, tras la adquisición por Meta, continuaron trabajando en interfaces humano‑máquina. En su trayectoria figuran proyectos en Kernel, Magic Leap y Google, experiencia que ahora aplican a un formato tan cotidiano como un anillo.
La compañía ha levantado $13 millones de firmas como True Ventures, Upfront Ventures y Betaworks, capital con el que aspira a afinar el software, pulir la detección de gestos y escalar la fabricación antes del lanzamiento comercial.
Con un planteamiento centrado en capturar pensamientos sin sacar el móvil, controles multimedia por gestos y un enfoque fuerte en privacidad, Stream Ring intenta ocupar un espacio propio entre los wearables. Falta ver cómo aterriza en España y Europa y si su combinación de rapidez, buena transcripción y organización inteligente justifica el hueco en el día a día frente a móviles y relojes.
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