Black Ops 7 afronta su arranque más polémico mientras prepara su gran primera temporada

El estreno de Call of Duty: Black Ops 7 no está siendo precisamente tranquilo. El juego ha llegado como supuesta evolución natural de la subserie de Treyarch y Raven, pero una mezcla de expectativas desbordadas, decisiones polémicas y fatiga de la saga ha desembocado en un inicio de ciclo muy agitado.

Aun así, mientras una parte de la comunidad carga con dureza contra la campaña, el multijugador y el uso de IA generativa, las cifras de negocio siguen siendo contundentes: Black Ops 7 domina las descargas de PS5 en Europa y Norteamérica y se posiciona en el centro de la estrategia de Activision para los próximos años, con una Temporada 1 gigantesca y un replanteamiento global del futuro de la franquicia.

El contexto del lanzamiento no ayuda. Black Ops 7 se presentó como heredero espiritual de Black Ops 2, uno de los títulos más queridos de la saga, y eso elevó el listón hasta niveles difíciles de cumplir. El resultado ha sido un estreno con valoración de usuarios muy baja en plataformas como Steam o Metacritic, acompañado de clips virales de bugs, críticas al diseño de misiones y comparaciones poco favorables frente a rivales directos como Battlefield 6.

Sin embargo, el comportamiento comercial desmiente la idea de un batacazo absoluto: pese a un arranque más flojo que Black Ops 6 en Japón, en el entorno digital el juego se mantiene en lo más alto de PS Store, confirmando que la marca Call of Duty sigue arrastrando a millones de jugadores incluso en sus peores momentos de reputación.

Un estreno muy cuestionado: críticas a campaña, IA y multijugador

Activision ha reconocido de forma inusual que Black Ops 7 no ha estado a la altura de las expectativas. El título lleva poco tiempo en el mercado, pero el aluvión de valoraciones negativas ha sido suficiente para forzar una respuesta pública y un plan de choque. En Metacritic, la nota de usuarios se ha situado en cifras históricamente bajas para la serie, y en PC las reseñas iniciales en Steam apenas alcanzaban algo menos de la mitad de opiniones positivas.

Buena parte del enfado se concentra en varios frentes muy concretos: por un lado, el uso masivo de IA generativa en elementos artísticos ha sido percibido como una rebaja de calidad visual y de identidad; por otro, una campaña cooperativa con secciones poco pulidas, enemigos con comportamientos extraños y una estructura que muchos consideran menos inspirada de lo habitual.

En el ámbito competitivo, la comunidad ha señalado una clara sensación de repetición en el multijugador, sumada a los clásicos problemas de equilibrio de armas, rachas de puntos y mapas que, en este caso, han sido más notorios de lo deseable. La promesa de un sucesor dignísimo de Black Ops 2 ha chocado con la percepción de que el salto respecto a entregas previas es demasiado discreto.

A todo ello se suma un desgaste general de la saga tras años de lanzamientos anuales. Muchos jugadores veteranos perciben que Call of Duty se apoya de forma excesiva en fórmulas ya conocidas, sin tomar los riesgos que sí se ven en competidores directos. El estallido de hashtags críticos y montajes en redes sociales no ha hecho sino amplificar la sensación de que la marca lleva tiempo tirando de inercia.

La respuesta de Activision: reconocer errores y cambiar el rumbo

Ante esta situación, Activision ha optado por algo poco habitual: asumir públicamente las críticas y prometer cambios estructurales. En un comunicado reciente, la compañía ha admitido que la franquicia no ha respondido del todo a lo que esperaba su base de jugadores y ha presentado un plan que se despliega en varios niveles.

En el corto plazo, el foco está en reforzar el soporte de Black Ops 7. Activision ha anunciado actualizaciones frecuentes guiadas por el feedback de la comunidad, con ajustes de equilibrio en armas y rachas, mejoras de estabilidad y pulido de la experiencia en modos clave como el multijugador competitivo, la campaña cooperativa y los Zombis por rondas.

Otra medida inmediata pasa por facilitar el acceso al juego mediante pruebas gratuitas de los modos más populares. El objetivo es doble: por un lado, convencer a quienes se habían quedado al margen por las malas críticas iniciales; por otro, demostrar con hechos las mejoras introducidas mediante parches y eventos temporales.

De cara al medio y largo plazo, la compañía se compromete a romper con la dinámica de alternar de forma mecánica entre Modern Warfare y Black Ops año tras año. La intención declarada es reducir la fatiga de marcas y garantizar que cada nuevo título tenga identidad propia, en lugar de ser un simple reajuste sobre la base anterior.

Black Ops 7, ventas fuertes pese al ruido: así le va en Europa y Japón

El contraste entre el ruido en redes y los datos de descargas es llamativo. En Japón, Black Ops 7 ha registrado uno de los peores estrenos físicos de la saga, con cifras aproximadamente un 50% inferiores a las de Black Ops 6, lo que ha encendido todas las alarmas en Activision y en el mercado asiático.

Pero en el terreno digital el panorama es muy distinto: en PlayStation Store, Black Ops 7 ha ocupado el primer puesto de descargas en PS5 tanto en Europa como en Norteamérica durante noviembre, superando a pesos pesados como Red Dead Redemption 2 (que lideró el ranking de PS4) y a otros lanzamientos recientes.

Este desempeño confirma que la popularidad de la franquicia sigue intacta en las consolas PlayStation, incluso por delante de propuestas rivales como Battlefield 6. En el segmento free to play, la competencia se reparte entre títulos como Battlefield REDSEC o Where Winds Meet, que han conseguido desbancar temporalmente a gigantes como Warzone, Fortnite o Roblox en algunos territorios.

La lectura es clara: Call of Duty sigue siendo un pilar del mercado europeo, pero la compañía ya no puede permitirse confiar solo en el peso de la marca. El riesgo de erosión está ahí, y el caso de Black Ops 7 – buenas ventas, reputación discutida – funciona como aviso a navegantes.

Una campaña cooperativa ambiciosa y polémica al mismo tiempo

Uno de los grandes reclamos de Black Ops 7 es su campaña cooperativa ambientada en 2035, que puede jugarse en solitario o en grupos de hasta cuatro personas. La historia retoma elementos clave de Black Ops 2 y 6, con el regreso de personajes como David “Section” Mason, Raúl Menéndez o Mike Harper, e introduce a nuevos actores como Emma Kagan, jefa de The Guild, o el equipo Specter One.

La trama se desarrolla en localizaciones variadas, desde ciudades japonesas llenas de neones hasta zonas de conflicto en Nicaragua, Angola o Los Ángeles, con un papel central para la ciudad costera de Avalon, epicentro de una amenaza tecnológica que utiliza el miedo y la manipulación mental como arma.

El enfoque cooperativo busca renovar la fórmula, pero también ha generado fricción. La campaña está claramente diseñada para jugar con amigos, sin compañeros controlados por la IA cuando se afronta en solitario, algo que muchos jugadores consideran una decisión poco práctica para quienes prefieren avanzar a su ritmo.

Lo que sí supone un salto importante es la integración de la progresión global: desbloqueos de armas, experiencia, desafíos y mejoras obtenidas en la campaña se trasladan a multijugador, Zombis y Warzone, difuminando por primera vez la frontera entre modos y fomentando que los jugadores roten entre ellos.

Endgame en Avalon: mundo cooperativo vivo y el Coloso como gran evento

Al completar la campaña se desbloquea Endgame, una experiencia cooperativa de mundo abierto ambientada en Avalon que pretende convertirse en el centro neurálgico del juego PvE. Aquí los operadores se enfrentan a misiones dinámicas, eventos globales y oleadas de enemigos que escalan en dificultad, mientras desbloquean habilidades exóticas y mejoran su rango de combate.

La gran novedad de la Temporada 1 es el Coloso de Avalon, un enorme robot que actúa como primer evento mundial del modo. Para activarlo hay que completar una misión de invocación tras un largo tiempo de partida; una vez aparece, permanece en el mapa hasta que los jugadores logran derribarlo.

Este jefe requiere la colaboración de hasta 32 jugadores coordinados, rompiendo la dinámica excesivamente individualista que muchos achacaban al modo Endgame. La presencia del Coloso sirve como imán: todo el mundo converge sobre él, se improvisan alianzas y se genera una sensación de batalla colectiva que hasta ahora echaban en falta muchos fans del PvE cooperativo.

La pelea, eso sí, no está exenta de críticas. La debilidad principal del jefe se encuentra en su interior, lo que limita las opciones tácticas desde el exterior y hace que buena parte de la acción se concentre en espacios reducidos. Los jugadores más experimentados pueden acabar con él relativamente rápido, lo que resta algo de épica y de sensación de asedio prolongado.

Aun con esas reservas, la comunidad coincide en que el Coloso marca un paso adelante en el diseño de eventos cooperativos dentro de Black Ops 7. Si Treyarch decide profundizar en este tipo de actividades – con más fases, mecánicas y riesgos compartidos – Endgame puede consolidarse como uno de los grandes reclamos del juego.

Temporada 1: el contenido más grande en un arranque de Black Ops

Desde el 4 de diciembre, la Temporada 1 de Black Ops 7 y Warzone está en marcha con lo que Activision describe como la mayor cantidad de contenido jamás ofrecida en el inicio de una temporada de la franquicia. Se trata del primer gran test para comprobar si el plan de refuerzo de soporte es suficiente para reconquistar a los jugadores reticentes.

El eje vertebrador es un Pase de Batalla ampliado, acompañado por la habitual oferta premium BlackCell y una selección de lotes destacados en la tienda. La temporada también introduce nuevas armas base gratuitas, operadores, eventos temáticos y mejoras en la progresión que afectan a todos los modos: multijugador tradicional, Endgame, Zombis y Warzone.

El relato global se articula alrededor de Alden Dorne, nuevo líder de The Guild tras un golpe interno, que trata de capturar a Mason y explotar los secretos del sistema neural C-Link. Ese trasfondo sirve de excusa para conectar las novedades jugables de todos los modos, desde el cooperativo de Avalon hasta el mapa de Resurgimiento en Warzone.

Para la comunidad europea – donde Black Ops 7 ha sido el juego de pago más descargado en PS5 – la Temporada 1 es clave: marca la pauta del soporte posterior al lanzamiento y mostrará hasta qué punto Activision y Treyarch están dispuestas a ajustar el rumbo según lo que pidan los jugadores.

Pase de Batalla, BlackCell y nuevas armas

El Pase de Batalla de la Temporada 1 incluye más de cien recompensas organizadas en catorce páginas, con un enfoque más ágil que en temporadas anteriores. Una de las novedades es que las primeras páginas se completan más rápido, permitiendo acceder pronto a contenido de alto valor como operadores, proyectos de armas o bonificaciones de experiencia.

Entre las recompensas gratuitas destacan dos armas base nuevas: el subfusil Kogot-7, pensado para distancias cortas con alta cadencia, y el rifle de asalto Maddox RFB, orientado a enfrentamientos de media distancia gracias a su cargador generoso y ritmo de disparo elevado.

Quienes adquieran el pase obtienen de inmediato al operador Dorne con un aspecto exclusivo, un proyecto legendario de rifle de asalto, un pequeño bonus de XP global y diversos elementos cosméticos como miras, calcomanías o tarjetas de visita. Por primera vez, además, es posible ganar tokens del Pase de Batalla completando desafíos diarios en todos los modos, lo que refuerza la sensación de progresión compartida.

En paralelo se ofrece el paquete BlackCell, una capa premium del pase que añade acceso instantáneo al operador Scorn, proyectos de armas adicionales, un remate exclusivo, pantalla dinámica de arma y un conjunto de aspectos temáticos para varios personajes clave. Este paquete se integra también en la Edición Bóveda, la versión más completa del juego que incluye skins adicionales, colecciones de armas Mastercraft y ventajas para Zombis.

Multijugador: 18 mapas, nuevos modos y movimiento omnidireccional

En el terreno competitivo, Black Ops 7 apuesta por la cantidad desde el primer día. El juego arranca con 16 mapas 6c6 – trece totalmente nuevos y tres revisiones de escenarios icónicos de Black Ops 2 – y dos mapas 20v20 para modos de gran escala. La Temporada 1 suma todavía más, con incorporaciones como Fate, Utopia, Odysseus o Standoff en la rotación inicial, seguidos por versiones temáticas y remasterizaciones a mitad de temporada.

El arsenal disponible incluye unas 30 armas en el lanzamiento, 16 de ellas inéditas en la saga. El sistema de armamento se ha rediseñado para adaptarse al contexto futurista de 2035, con énfasis en gadgets de reconocimiento, artilugios letales y herramientas de hackeo. También regresan elementos muy demandados como el prestigio de armas y un sistema de camuflajes ampliado, con más rutas para desbloquear diseños de maestría.

Una de las grandes apuestas jugables es el llamado Omnimovimiento, un conjunto de mecánicas que incluye saltos de pared, rodadas tácticas y una velocidad base de desplazamiento superior. Combinado con habilidades y ventajas, este sistema permite encuentros mucho más verticales y dinámicos, aunque también ha generado debate entre quienes preferían un ritmo algo más pausado.

La oferta de modos incluye variantes clásicas – Duelo por Equipos, Dominio, Buscar y Destruir – y otras propuestas nuevas. Destaca Overload 6v6, donde los equipos luchan por transportar un dispositivo al territorio enemigo, y Skirmish 20v20, que mezcla objetivos simultáneos, uso intensivo de vehículos, trajes aéreos y ganchos para ofrecer una experiencia de combate a gran escala distinta de Warzone.

La Temporada 1 añade además una batería de modos festivos y “party modes” como Prop Hunt, Gun Game, Sharpshooter o Sticks & Stones, así como listas de juego temporales vinculadas a eventos temáticos (por ejemplo, las actividades navideñas de CODMAS). Todo ello se apoya en rachas de puntos clásicas y nuevas – desde drones avanzados hasta armas pesadas portátiles – que se integran en el sistema Overclock, pensado para personalizar aún más el estilo de cada jugador.

Zombis y Dead Ops Arcade 4: más grande, más difícil y más experimental

El modo Zombis por rondas vuelve a ocupar un lugar central en Black Ops 7. La gran estrella en el lanzamiento es Ashes of the Damned, presentado como el mapa por rondas más grande jamás creado por Treyarch, con una estructura que combina zonas abiertas, trayectos en vehículo y múltiples secretos repartidos por un enorme conjunto de localizaciones.

Este escenario continúa la trama de Black Ops 6 Zombies, enfrentando al equipo protagonista con versiones alternativas de Richtofen, Nikolai, Takeo y Dempsey dentro del Éter Oscuro. La narrativa se apoya en una nueva mecánica clave: el Wonder Vehicle “Ol’ Tessie”, un vehículo mejorable que sirve para desplazarse entre áreas y desencadenar eventos, guiado por la presencia – nunca del todo fiable – de T.E.D.D.

A nivel de arsenal, el modo se estrena con 30 armas y una amplia selección de Perk-a-Colas, modificaciones de munición, mejoras de campo y GobbleGums. Entre las novedades destaca el guante Necrofluid, una Wonder Weapon capaz de manipular un fluido letal para crear púas, atraer objetos y absorber la energía vital de los enemigos.

Black Ops 7 introduce además tres variantes de juego en Zombis: Estándar, Supervivencia y Cursed. Esta última está pensada para los jugadores más exigentes: se empieza con una simple pistola, sin mapa, sin armas adicionales y con un sistema de puntos clásico inspirado en Black Ops 3. A medida que se avanza se activan reliquias que añaden capas de dificultad y ofrecen recompensas exclusivas a quienes aguantan más rondas.

A todo ello se suma Dead Ops Arcade 4: Papaback in Black, que regresa con más de 80 niveles repartidos en una veintena de arenas, integración completa de XP, modificadores de munición y GobbleGums, y la posibilidad de alternar entre vista cenital y primera persona. El objetivo es ofrecer una vía de juego más desenfadada, pero con suficiente profundidad para quienes quieren exprimir todos los sistemas de progresión.

Warzone y Haven’s Hollow: integración total con Black Ops 7

La integración de Black Ops 7 en Call of Duty: Warzone redefine el battle royale para esta primera temporada. El principal añadido es Haven’s Hollow, un nuevo mapa de Resurgimiento ambientado en los Apalaches, con puntos de interés como Mansion, Main Street o River Boat que combinan combate urbano, zonas abiertas y rutas fluviales.

En paralelo, Verdansk recibe dos nuevas áreas: la estación de radio Signal Station, que introduce una función de mapa de calor táctico, y una Factory remasterizada que ofrece más oportunidades para el combate a media distancia. Estas actualizaciones buscan refrescar un escenario muy conocido sin perder su esencia.

En cuanto a jugabilidad, Warzone adopta varias de las novedades introducidas por Black Ops 7: se revisa el sistema de movimiento eliminando el sprint táctico predeterminado y aumentando la velocidad base, se añade la voltereta de combate como ventaja específica, y se ajusta la personalización de equipamiento para fomentar builds más variadas.

También se amplía el catálogo de perks, gadgets ofensivos y mejoras de campo. Entre las incorporaciones destacan granadas dedicadas al reconocimiento (como Phantom Signal), drones especiales, nuevos equipamientos letales y tácticos y una ruta de progresión para camuflajes de maestría específicos de Warzone. Todo ello está vinculado a la progresión global y a los desafíos semanales.

El toque festivo llega con los eventos CODMAS, que transforman algunos entornos con decoración navideña, cajas de suministros especiales y listas de juego temporales. La idea es generar picos de actividad a lo largo de la temporada, con recompensas exclusivas que incentiven a los jugadores a volver con frecuencia.

Ediciones, reservas y disponibilidad en consolas y PC

Black Ops 7 está disponible en consolas PlayStation 4 y 5, Xbox One, Xbox Series X|S y en PC a través de Steam, Microsoft Store, Battle.net y Game Pass. El lanzamiento se produjo el 14 de noviembre, con acceso desde el primer día para quienes cuentan con suscripción a Game Pass en PC o consola.

Además de la edición estándar, Activision comercializa múltiples versiones con contenido extra. La Edición Estándar incluye el juego base, acceso anticipado a la beta abierta y el Paquete de desafíos de Reznov para Black Ops 6 y Warzone, que desbloquea distintos aspectos del icónico personaje. La Edición Bóveda, por su parte, añade una temporada de BlackCell, colecciones de operadores y armas, recompensas adicionales para Zombis y un token de desbloqueo permanente.

También se ofrecen opciones Cross-Gen que permiten saltar entre generaciones de consola, y versiones integradas con el ecosistema Xbox Play Anywhere en PC. Quienes reserven digitalmente obtienen acceso inmediato al paquete de Reznov en entregas anteriores de la saga y ventajas específicas en la progresión inicial de Black Ops 7.

El caso de Call of Duty: Black Ops 7 refleja bien el momento delicado que atraviesa la saga: un lanzamiento con críticas intensas a su campaña, decisiones de diseño discutibles y fatiga acumulada, que sin embargo sigue moviendo cifras muy altas en Europa y el resto de mercados clave, al tiempo que sirve de escaparate para nuevas tecnologías como AMD FSR 4 y Ray Regeneration. La verdadera prueba estará en los próximos meses: si Activision cumple las promesas de escuchar a la comunidad, ajustar el ritmo de lanzamientos y reforzar el soporte con temporadas tan cuidadas como esta primera, Black Ops 7 puede pasar de ejemplo de tropiezo a modelo de cómo una gran franquicia corrige el rumbo sin dejar de ser uno de los nombres dominantes de la industria.