- Coinbase adquiere Echo por unos 375 millones para impulsar la recaudación de capital on-chain.
- Echo mantendrá su marca por ahora; Sonar se integrará en los productos de Coinbase.
- La operación abre paso a ventas públicas y privadas de tokens con trazabilidad y enfoque regulatorio.
- Coinbase prevé ampliar el alcance hacia valores tokenizados y activos del mundo real.

Coinbase ha cerrado la compra de Echo por aproximadamente 375 millones de dólares, un movimiento que refuerza su apuesta por la financiación en cadena y la participación directa de las comunidades en los lanzamientos de tokens. La operación, anunciada por ambas partes, coloca a la compañía en el centro de la próxima ola de formación de capital cripto.
Más allá del titular, la adquisición apunta a un retorno —con otra cara— de las ventas públicas de tokens: procesos más transparentes, auditables y alineados con la normativa que buscan evitar los excesos de 2017. La pieza clave es Sonar, la herramienta de Echo para autohospedar ventas en blockchain.
Qué es Echo y qué añade a la mesa
Echo es una plataforma enfocada en canalizar capital directamente desde las comunidades hacia proyectos en fases tempranas. Fue impulsada por Jordan Fish, conocido como Cobie, y desde su lanzamiento en 2024 ha facilitado más de 200 millones de dólares en cerca de 300 acuerdos, según cifras compartidas por la compañía.
El producto estrella, Sonar, permite a los equipos autogestionar ventas públicas de tokens con reglas a medida y compatibilidad multichain (como Hyperliquid, Base, Solana o Cardano). Ethena, el protocolo de dólar sintético detrás de USDe, fue de los primeros en recaudar usando esta infraestructura, validando un enfoque que prioriza la trazabilidad on-chain.
Cómo encaja Echo en la estrategia de Coinbase
La hoja de ruta inmediata contempla que Echo continúe operando con su marca de manera independiente “por ahora”, mientras que Sonar se integra progresivamente en los productos de Coinbase. El objetivo es construir una solución “full‑stack” de recaudación de fondos cripto.
Para los fundadores, esto se traduce en acceso a una base de usuarios global y herramientas de venta privadas y públicas en un entorno controlado; para los inversores, supone abrir la puerta a oportunidades tempranas que tradicionalmente quedaban en redes cerradas, con participación comunitaria totalmente on-chain.
Coinbase también ha adelantado que, tras arrancar con ventas de tokens cripto a través de Sonar, ampliará el soporte a valores tokenizados y activos del mundo real aprovechando la infraestructura de Echo, alineando así su oferta con la tendencia de tokenización.
Detalles del acuerdo y reacciones del mercado
La operación ronda los 375 millones de dólares en una combinación de efectivo y acciones. En paralelo, Coinbase transfirió 25 millones en USDC a una cartera vinculada a Cobie para recomprar y quemar un NFT y reactivar su podcast UpOnly; actualizaciones posteriores indican que esa cuantía quedó encuadrada en el mismo paquete de la adquisición.
La noticia tuvo eco inmediato en bolsa: las acciones de Coinbase (COIN) repuntaron alrededor de un 2,7% en el premarket, mientras algunos analistas destacaron que la integración de Echo puede abrir vías de ingreso menos dependientes del trading tradicional.
ICO 2.0: más madurez, mismos riesgos a vigilar
El mercado percibe un resurgir de las ventas públicas de tokens, esta vez con marcos regulatorios más claros y tecnología más robusta. Informes del sector apuntan a una demanda estructural por plataformas de lanzamiento, con Sonar entre las propuestas que están ganando tracción.
Ahora bien, conviene no perder de vista la otra cara de la moneda: aunque los procesos sean más seguros y trazables, persisten riesgos de volatilidad y ejecución. La disciplina en la selección de proyectos y la transparencia informativa serán determinantes para evitar derivas especulativas.
Regulación e institucionalización del capital en cadena
En un contexto de escrutinio regulatorio en Estados Unidos, Coinbase pretende alinear las ventas de tokens con la normativa de valores y servir de puente entre las finanzas tradicionales y la economía digital. La ambición es ofrecer una infraestructura global, abierta y conforme a la ley.
Si la integración funciona como está previsto, el modelo puede atraer a desarrolladores e inversores institucionales, facilitando rondas en cadena con auditoría, cumplimiento y alcance internacional, elementos clave para consolidar la financiación tokenizada.
Con Echo en su ecosistema, Coinbase se posiciona para liderar una nueva generación de ventas públicas y privadas de tokens: más profesionales, con trazabilidad on‑chain y vocación regulatoria. El listón está alto, pero si cuaja, el sector podría recuperar una herramienta de financiación potente, esta vez con más garantías y menos ruido.
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