Guía para crear un USB de instalación de Windows 11 25H2 con Rufus

¿Cómo crear un USB de instalación de Windows 11 25H2 con Rufus? Si necesitas preparar un pendrive para instalar el último Windows 11 25H2, Rufus es una de esas herramientas que nunca fallan. Es gratuita, rápida, portátil y se actualiza con frecuencia, justo lo que quieres cuando toca crear un USB de arranque sin complicarte la vida.

En las últimas versiones, Rufus ha ido incorporando funciones que simplifican el proceso para todo tipo de equipos. Desde la compatibilidad con la ISO 25H2 y mejoras de interfaz como el modo oscuro, hasta ajustes avanzados para guardar una unidad como imagen UDF o saltarse requisitos de hardware exigentes, su propuesta es redonda para usuarios domésticos y técnicos.

Qué es Rufus y qué novedades trae para Windows 11 25H2

Rufus es una utilidad de código abierto creada para generar unidades flash de arranque a partir de una imagen ISO o discos físicos. Sirve para Windows, pero también para otros sistemas operativos, y destaca por su velocidad y por no requerir instalación, ya que funciona como aplicación portable.

La edición más reciente en fase beta (rama 4.10) ha dado un salto importante: añade soporte específico para crear medios con la ISO de Windows 11 25H2, lo que garantiza que el asistente reconozca esta compilación al vuelo y aplique los parámetros ideales.

Además de lo anterior, se han incorporado extras muy prácticos. La interfaz ahora puede usar modo oscuro para trabajar más cómodo en entornos con poca luz, y se ha sumado la posibilidad de volcar una unidad completa a una imagen ISO, con la puntualización de que esa exportación se limita al formato de disco universal UDF.

Otra novedad relevante es la compatibilidad con la creación de medios que cumplen con Windows CA 2023. Si proporcionas a Rufus una ISO 25H2 válida, la herramienta es capaz de preparar el USB conforme a esos requisitos de distribución.

Requisitos previos y advertencias antes de empezar

Antes de meter mano, conviene tener claro un detalle crítico: el proceso formatea por completo la memoria USB. Eso significa que perderás todos los datos que contenga, así que haz una copia de seguridad de cualquier archivo que te importe.

En cuanto al tamaño de la unidad, para un instalador clásico de Windows 11 25H2 basta con 8 GB, aunque es preferible disponer de más margen. Lo recomendable es utilizar un pendrive de 16 GB o superior para evitar errores por falta de espacio.

Si tu objetivo es llevar Windows en el bolsillo con un sistema arrancable que se ejecute desde el propio USB, el escenario cambia. Para un Windows To Go práctico, apunta a 128 GB como mínimo y, si puedes, mejor 256 GB para instalar aplicaciones y guardar datos sin ir al límite.

Respecto a la interfaz, elige dispositivos modernos. Una memoria con USB 3.2 te dará un rendimiento sensiblemente mejor que una USB 2.0, aunque hay que asumir que, incluso en el mejor de los casos, quedará por debajo de un SSD SATA en velocidad sostenida.

Descargar Windows 11 25H2 y conseguir Rufus

El primer paso es obtener la imagen de Windows 11 de una fuente fiable. Descárgala siempre desde la web oficial de Microsoft, evitando repositorios de terceros, y busca la sección de descarga de imagen de disco ISO.

En cuanto a la herramienta, accede a su página oficial y baja la última versión estable o la beta si necesitas las mejoras de 25H2. Rufus se ofrece como ejecutable portable, por lo que podrás abrirlo con doble clic sin instalar nada en el sistema.

¿Y si no tienes todavía la ISO? No hay problema. Rufus puede obtener los archivos directamente desde los servidores de Microsoft para ahorrarte pasos, una función útil cuando quieres evitar navegar por varias páginas o elegir ediciones manualmente.

Crear el USB de instalación de Windows 11 25H2 paso a paso

Conecta tu pendrive al ordenador y abre la aplicación. Rufus detectará la unidad y la mostrará en el desplegable principal. En el apartado de selección de arranque elige la ISO de Windows 11 25H2 que has descargado previamente en tu equipo.

Tras cargar la imagen, el programa propondrá una configuración base acorde al medio y a tu firmware. Como sistema de destino, selecciona UEFI si tu placa base es relativamente reciente, ya que es el estándar actual y evita quebraderos de cabeza con particiones y arranque seguro.

En la sección de parámetros del sistema de archivos, tendrás la opción de escoger formato y tamaño de clúster. Para instaladores de Windows, FAT32 o NTFS serán las elecciones habituales, siendo NTFS el camino sencillo si la ISO incluye archivos que superan el límite de tamaño de FAT32.

Un ajuste interesante es el chequeo de integridad de la memoria. Activa la búsqueda de bloques defectuosos antes de empezar para que Rufus omita sectores dañados en la unidad y reduzca la probabilidad de errores durante la instalación.

Cuando lo tengas todo a tu gusto, pulsa en el botón de inicio del proceso. Rufus formateará el pendrive y copiará los ficheros de instalación. Dependiendo de la velocidad de la memoria y del puerto USB, tardará desde unos pocos minutos a algo más de un cuarto de hora.

Omitir requisitos de Windows 11: TPM 2.0, Secure Boot y memoria

Una de las ventajas que más destacan los usuarios es la flexibilidad ante las exigencias de hardware de Windows 11. Rufus permite crear un USB que salve las comprobaciones de TPM 2.0 y Arranque Seguro, e incluso el requisito de cantidad de memoria en equipos veteranos.

Para ello, cuando aparezca la ventana con opciones adicionales, marca la casilla que elimina esas verificaciones estrictas. En la práctica, estarás generando un medio que se instala en PCs no compatibles con las condiciones que impone Microsoft, lo que incluye máquinas sin chip TPM o con menos de 4 GB de RAM.

Si prefieres ceñirte a lo que dicta el fabricante, no actives esas modificaciones. Rufus también crea medios totalmente conformes con los requisitos estándar cuando cuentas con hardware moderno y no necesitas ajustes especiales.

Recuerda que, aunque el instalador funcione, el rendimiento en equipos muy antiguos puede no ser el ideal. Saltarse las comprobaciones no convierte un PC limitado en uno rápido, simplemente permite completar la instalación.

Opciones avanzadas muy útiles en Rufus 4.10

Si te gusta afinar, hay dos funciones recientes que merecen mención aparte. La primera es la exportación de unidades a imagen. Rufus puede volcar un pendrive existente a un archivo ISO para conservarlo como copia o distribuirlo fácilmente, con la salvedad de que el formato usado es UDF en esta fase.

La segunda es la mejora de la interfaz. El modo oscuro llega para quedarse, y se agradece cuando trabajas varias horas preparando medios de instalación o comprobando unidades, especialmente en pantallas que emiten mucha luz por la noche.

También notarás que la herramienta ha pulido la compatibilidad con medios orientados a estándares actuales. La creación de instaladores ajustados a Windows CA 2023 viene bien para entornos corporativos o técnicos que necesitan cumplir con políticas específicas.

Todo esto se suma a lo ya conocido: perfiles automáticos según el firmware, creación de particiones adecuadas y soporte para múltiples sistemas. En conjunto, Rufus se mantiene como una navaja suiza para USBs de arranque, sin sacrificar la simplicidad que lo hizo popular.

Windows To Go: llevar Windows 11 en un pendrive

Más allá del instalador clásico, Rufus te permite preparar un Windows 11 que se ejecute directamente desde la memoria. Es la modalidad tipo Windows To Go, ideal para usos puntuales, entornos de pruebas o ciertos escenarios industriales.

Para ello, en las opciones de imagen cambia el modo de instalación a la variante que habilita Windows To Go y continúa con el asistente. La herramienta adaptará la estructura del USB para que el sistema pueda arrancar y funcionar desde la unidad externa.

En este caso, la elección del pendrive es aún más importante; además, puedes cifrar un pendrive con VeraCrypt para proteger datos. Prioriza unidades de 128 GB o superiores y con interfaz USB 3.2 para que la experiencia no se haga eterna al abrir programas o mover archivos.

Conviene saber que, si la idea es jugar o usar software pesado, esta configuración no es la más adecuada. El rendimiento desde un USB está muy por debajo del de un SSD, los tiempos de carga son largos y el desgaste de la memoria aumenta por las escrituras continuas.

Nada te impide usarlo para navegar, tareas de oficina o utilidades específicas. Como entorno portátil y controlado, Windows To Go puede ser muy práctico, siempre y cuando asumas sus límites y cuides el dispositivo para alargar su vida útil.

Arrancar el equipo desde el USB preparado

Una vez creado el medio, toca usarlo en el PC donde quieras instalar o ejecutar Windows. Accede a la BIOS o UEFI del equipo y cambia el orden de arranque para dar prioridad a la unidad flash USB o al dispositivo EFI correspondiente.

Cada fabricante usa teclas distintas para entrar al menú de arranque rápido, pero la idea es la misma: seleccionar el pendrive como primer dispositivo y guardar cambios. Tras reiniciar, el sistema debería iniciar el instalador o el entorno Windows To Go.

Si el equipo no arranca desde el USB, revisa puertos, prueba con otra conexión o vuelve a generar el medio con Rufus. Activar la búsqueda de bloques defectuosos ayuda a descartar fallos físicos en la memoria que impidan una ejecución correcta.

Alternativa no oficial: Tiny11 y sus riesgos

Quizá hayas oído hablar de Tiny11, una edición reducida de Windows 11 mantenida por la comunidad. No es un lanzamiento oficial de Microsoft, sino una versión optimizada que elimina aplicaciones, servicios y componentes considerados prescindibles.

El atractivo es evidente: ocupa menos y pide menos recursos, lo que facilita su uso en máquinas justas. El problema es que pierdes parte de la personalización y funciones que muchos usuarios necesitan, además de entrar en un terreno delicado en cuanto a soporte y condiciones de uso.

Microsoft no respalda este tipo de compilaciones y pueden entrar en conflicto con su acuerdo de licencia. Si decides utilizar Tiny11, hazlo bajo tu responsabilidad, sabiendo que no dispondrás de las mismas garantías ni de las vías de actualización tradicionales.

En el apartado de seguridad, la situación es mixta. No recibirás nuevas funciones ni grandes actualizaciones mediante Windows Update, aunque sí es posible aplicar parches de seguridad y, si hace falta, descargarlos manualmente desde el Catálogo de Microsoft.

Un aviso clave: circulan imágenes manipuladas en internet. Descargar Tiny11 desde webs no verificadas puede exponerte a malware. Si te equivocas de página, corres el riesgo de terminar con un equipo comprometido y difícil de limpiar.

Rufus frente a la herramienta oficial de Microsoft

La herramienta de creación de medios de Microsoft cumple su función para la mayoría, pero Rufus aporta flexibilidad. Consulta la guía completa de Medicat USB. Puedes descargar la ISO desde servidores oficiales o cargar una propia, elegir el esquema de particiones, el sistema de archivos y, si lo necesitas, aplicar ajustes que la solución oficial no contempla.

La capacidad de sortear requisitos como TPM 2.0 o Arranque Seguro marca una diferencia cuando trabajas con hardware antiguo. Para entornos mixtos o inventarios con PCs de varias generaciones, este extra simplifica muchísimo el despliegue.

Por otro lado, la opción de clonar una unidad a ISO y el soporte para UDF se suman a su caja de herramientas. Son características pensadas para usuarios avanzados y técnicos que crean, prueban y comparten medios con frecuencia.

Consejos finales y resolución de problemas comunes

Si el instalador se bloquea al inicio, vuelve a generar el USB y verifica la integridad de la ISO. Comprobar el hash de la imagen evita quebraderos de cabeza por una descarga corrupta o incompleta.

Si el equipo objetivo no reconoce el arranque en UEFI, intenta con una configuración alternativa o revisa opciones como CSM o Arranque heredado en la BIOS. Ajustar el esquema de particiones a GPT o MBR según el caso puede marcar la diferencia en hardware más antiguo.

Ante velocidades muy lentas, cambia de puerto o de memoria. Un USB 3.2 genuino en un puerto azul o tipo C mejora notablemente los tiempos de creación y el rendimiento posterior.

Por último, conserva tu USB maestro. Si creas una imagen ISO UDF de una unidad que te funcione, podrás reproducirla con rapidez cuando necesites desplegar varios equipos sin rehacer todo el proceso desde cero.

Queda claro que Rufus sigue siendo la opción más versátil para preparar un USB con Windows 11 25H2 y algo más. Entre su soporte actualizado, la posibilidad de saltar requisitos, el modo Windows To Go y funciones como exportar a ISO UDF, ofrece un equilibrio estupendo entre sencillez y control fino para prácticamente cualquier escenario.