Cómo instalar ChromeOS Flex paso a paso

¿Cómo instalar ChromeOS Flex en 2025 ? Si tu portátil o sobremesa va justo de rendimiento, hay una alternativa que puede devolverle la vida en cuestión de minutos: ChromeOS Flex. Este sistema de Google está pensado para equipos antiguos o modestos y se instala desde un USB en un proceso bastante guiado. No hace falta ser un gurú para conseguirlo, pero conviene seguir los pasos con calma para evitar sustos con los datos.

A continuación encontrarás una guía paso a paso muy completa, basada en la información que Google y medios especializados ya han publicado y en experiencias reales de uso en diferentes equipos. Verás dos formas de crear el instalador, la recomendada con la Herramienta de recuperación de Chromebook y otra manual descargando la imagen oficial para escribirla en un USB. Además, repasamos diferencias frente a ChromeOS, requisitos, trucos para la BIOS y una sección de dudas comunes.

¿Qué es ChromeOS Flex y por qué merece la pena?

ChromeOS Flex es una adaptación oficial del sistema de Google para que puedas instalarlo gratis en ordenadores que no son Chromebook, ya sean PC con Windows o Mac. Esto significa que puedes dar salida a máquinas que ya no cumplen con los requisitos de sus sistemas originales y reutilizarlas con un entorno ligero, seguro y con actualizaciones frecuentes.

El proyecto nace tras la adquisición de Neverware por parte de Google, compañía responsable de CloudReady. Aquella iniciativa permitió durante años instalar un sabor de ChromiumOS en equipos convencionales. Con Flex, Google consolida ese trabajo y lo ofrece de forma 100% oficial, aprovechando la misma base de código de ChromeOS y el ciclo de actualizaciones que ya disfrutan los Chromebook.

Aun así, hay matices importantes. En equipos que no son Chromebook no existe el chip de seguridad integrado de Google, y tampoco hay soporte para procesadores ARM: Flex está orientado a arquitecturas x86 (Intel y AMD, principalmente). A nivel de funciones, la información oficial señala que no incluye Google Play ni apps Android, y no contempla máquinas virtuales de Windows. Algunas experiencias de usuarios reportan que ciertas características (como el entorno Linux de desarrollo) pueden funcionar en configuraciones concretas, pero no es algo que Google garantice para Flex.

Para empresas también resulta interesante: eliminar licencias de sistemas operativos en parques grandes supone un ahorro notable. Flex facilita pruebas previas desde USB antes de instalar, y admite implementación por red en despliegues más profesionales. En cualquier caso, la idea es sencilla: un sistema minimalista, centrado en la web, que arranca rápido y que reduce al mínimo las tareas de mantenimiento.

Requisitos, compatibilidad y recomendaciones

La creación del USB de instalación puede hacerse desde un equipo diferente al que recibirá ChromeOS Flex, de hecho es lo habitual. Puedes preparar el instalador en ChromeOS, Windows o macOS si usas el navegador Chrome y su extensión; o descargar la imagen oficial desde Google y grabarla de forma manual. En ambos casos, usa una memoria USB de al menos 8-16 GB (mejor rápida para agilizar el proceso).

En el equipo de destino, Flex corre mejor en configuraciones con SSD y un mínimo de 4 GB de RAM. No es obligatorio, pero marca una gran diferencia en fluidez. Aunque la compatibilidad de hardware ha crecido mucho, hay casos especiales: ciertos adaptadores Wi-Fi/Bluetooth o gráficas antiguas pueden requerir paciencia. Cuanto más estándar sea el hardware, menos problemas de controladores tendrás.

Hay dispositivos muy populares con soporte oficial prolongado. Por ejemplo, una Surface Pro 3 de 2014 cuenta con soporte de ChromeOS Flex hasta 2026, lo que prueba que Google mantiene la compatibilidad en equipos veteranos. En cualquier caso, lo más práctico es probar primero desde el USB en modo “live”, comprobar conectividad, pantalla, suspensión y periféricos, y ya después decidir si instalar.

Antes de empezar, recuerda: la instalación formatea la unidad principal del equipo de destino. Haz una copia de lo importante. Es una obviedad, pero es la mejor vacuna contra sustos.

Método recomendado: crear el USB con la Herramienta de recuperación de Chromebook

El método más sencillo y guiado consiste en usar la extensión oficial de Google para el navegador Chrome. Sirve en ChromeOS, Windows y macOS. Este camino es el recomendado para la mayoría de usuarios.

Paso 1. Instalar la extensión

En el ordenador que vas a usar para crear el USB, abre el navegador Chrome y entra en Chrome Web Store. Busca la “Herramienta de recuperación de Chromebook” y pulsa en “Añadir a Chrome”. Cuando el sistema lo pida, confirma con “Añadir extensión”. A partir de ese momento, la utilidad aparecerá como extensión en tu navegador.

Paso 2. Verificar que la extensión está habilitada

En Chrome, ve al menú de extensiones (icono de piezas) y entra en “Gestionar extensiones”. Asegúrate de que el interruptor de la “Herramienta de recuperación de Chromebook” está activado; si abres “Detalles” verás la misma opción. Después, en el panel de extensiones, haz clic en el icono de la herramienta para abrir la ventana emergente con el asistente.

Paso 3. Crear el USB de instalación

1. Inicia la Herramienta de recuperación desde Chrome y pulsa en Empezar.
2. Elige “Seleccionar un modelo de la lista”. En fabricante, selecciona Google ChromeOS Flex.
3. En el campo de producto, marca “ChromeOS Flex” y continúa.
4. Conecta la memoria USB cuando te lo pida y selecciónala en el desplegable. Comprueba que eliges la unidad correcta (se borrará).
5. Haz clic en “Continuar” y después en “Crear ahora”. La utilidad descargará y preparará el medio. Durante el proceso puede mostrar porcentajes “raros”; es normal, no te preocupes.
6. Al finalizar, verás un mensaje confirmando que el medio está listo. Extrae el USB con seguridad.

Con esto ya tienes el instalador. Recuerda que la creación del USB puede tardar varios minutos según tu conexión y la velocidad de la memoria.

Método alternativo: descargar la imagen oficial y grabarla manualmente

Esta vía está pensada para administradores o usuarios avanzados que dominan la línea de comandos y herramientas de terceros. No requiere el navegador Chrome. Úsala si prefieres control total sobre la escritura del medio.

1. Descarga en tu equipo la última imagen de instalación de ChromeOS Flex.
2. Descomprime el archivo con tu herramienta preferida.
3. Inserta una memoria USB y retira cualquier otro medio extraíble para evitar confusiones. Verifica el dispositivo correcto.
4. Graba la imagen en el USB. Si usas Linux y la utilidad de línea de comandos dd, abre una terminal y ejecuta:sudo dd if=image_name.bin of=/dev/sdN bs=4M status=progress

   Donde image_name.bin es el fichero descomprimido y /dev/sdN la ruta del USB. Ajusta estas variables a tu caso. Si recurres a otra herramienta de terceros, consulta su documentación.

Una vez concluya la escritura, expulsa la unidad de forma segura. Este método es rápido y directo, pero exige atención extra porque un error en el destino de dd podría borrar otra unidad.

Arrancar desde el USB, probar el sistema y decidir

Conecta el USB al equipo de destino y arranca desde esa unidad. Dependiendo del fabricante, el menú de arranque se abre con teclas como Esc, F12, F11 o similares, o ajustándolo en la BIOS/UEFI. Si no aparece a la primera, repite el intento y busca “Boot menu” o “Boot order” en la configuración.

Al cargar el instalador de ChromeOS Flex, podrás elegir entre probar el sistema sin instalar o ir directamente a la instalación. La prueba en vivo te permite comprobar Wi‑Fi, Bluetooth, sonido, pantalla, suspensión/activación y periféricos. Ten presente que, al ejecutarse desde el USB, el rendimiento será inferior al de una instalación en disco.

Si decides seguir en modo “live” un rato, podrás iniciar sesión con tu cuenta de Google, sincronizar marcadores y extensiones y hacerte una idea del flujo de trabajo. Muchas de las funciones clave del ecosistema Google están ahí, incluyendo la navegación centrada en Chrome y los servicios en la nube.

Consejo: si no encuentras una opción en la BIOS o en el propio asistente, usa el buscador de la interfaz o reinicia la máquina para refrescar opciones atascadas. A veces un “power cycle” resuelve situaciones aparentemente inexplicables.

Instalación definitiva y advertencias sobre los datos

Cuando tengas claro que todo funciona como esperas, vuelve al asistente y elige “Instalar ChromeOS Flex”. El proceso es rápido y directo: seleccionas el destino y confirmas. Ten muy presente que se borrará la unidad principal del equipo. Si necesitas algo de ese disco, haz copia antes.

Durante la instalación, el asistente descargará lo necesario, escribirá el sistema y reiniciará el equipo. Al primer arranque, configura el idioma, el método de entrada del teclado, conéctate a Internet e inicia sesión con tu cuenta de Google. En pocos minutos estarás en el escritorio, con una experiencia muy similar a la de un Chromebook, centrada en el navegador y en aplicaciones web progresivas. Lo justo para trabajar sin distracciones.

Ejemplos reales: Surface Pro 3 y un Intel Compute Stick

Un caso interesante es el de una Microsoft Surface Pro 3 de 2014 (Core i5 de 4ª generación, 8 GB de RAM y 256 GB de almacenamiento). Con ChromeOS Flex instalado, todo funciona de forma sólida: Wi‑Fi, Bluetooth, suspensión y reanudación, teclado físico y táctil, y la relación de aspecto de la pantalla se ajusta bien. El rendimiento es ágil y la carga del sistema rápida. Para un equipo con una década a sus espaldas es una segunda juventud.

Otro ejemplo útil: un Intel Compute Stick con procesador M3‑6Y30, 4 GB de RAM y 64 GB de almacenamiento. En este mini‑PC, que ya no cumple requisitos de Windows 11, Flex convierte el dispositivo en un centro ideal para el televisor o para tareas básicas del día a día. No reproduce 4K a 60 Hz, pero la navegación y el uso ofimático van fluidos. Con 4 GB de RAM se nota el límite, aunque el sistema está optimizado para trabajar ligero.

En hogares con varias personas, cada usuario puede iniciar sesión con su cuenta de Google y mantener su espacio separado; los perfiles infantiles se gestionan bien con los controles parentales de Family Link. En máquinas compatibles, la sensación general es de sistema mantenido y predecible, con actualizaciones que llegan en segundo plano y sin quebraderos de cabeza de antivirus tradicionales.

Variantes por plataforma para crear y arrancar el USB

Según el sistema desde el que prepares el instalador o ajustes el arranque, las rutas y menús cambian ligeramente. La siguiente referencia resume acciones típicas para que no te pierdas entre nombres distintos de configuraciones. Tómalo como una guía rápida.

Plataforma	Acción o ruta típica	Notas
Windows	Configuración > Actualización y seguridad > Recuperación (arranque avanzado) o tecla de menú de arranque (F12/F11/Esc)	Si algo falla al crear el USB, reinicia el servicio de la utilidad o vuelve a conectar la memoria.
macOS	Preferencias del Sistema / Ajustes del Sistema > Disco de arranque o mantener pulsado Option al arrancar	Si hay problemas de conectividad, restablece ajustes de Wi‑Fi/Bluetooth. Vuelve a intentar el arranque.
ChromeOS	Instala la Herramienta de recuperación desde Chrome Web Store y sigue el asistente	Procedimiento guiado. Elige fabricante “Google ChromeOS Flex” y producto “ChromeOS Flex”.
Linux	Descarga la imagen y grábala con dd o herramienta equivalente	Confirma el destino del dispositivo para evitar sobrescribir otro disco. Atención extrema con dd.

Cómo instalar ChromeOS Flex en 2025: solución de problemas y preguntas frecuentes+

Si el equipo no arranca desde el USB, revisa el orden de arranque en BIOS/UEFI y prueba otros puertos. A veces conviene recrear el USB con otra memoria o desde otro ordenador. Un USB defectuoso es más común de lo que parece.

1. El instalador no detecta el USB: desconecta otros medios, cambia de puerto, vuelve a preparar la unidad y comprueba permisos de la herramienta.
2. Se queda colgado en un porcentaje extraño: la Herramienta de recuperación puede mostrar números poco intuitivos; espera unos minutos extra antes de abortar.
3. Sin Wi‑Fi tras arrancar: prueba con un adaptador USB distinto o conecta por Ethernet temporalmente para actualizar. Verifica también la compatibilidad del chip inalámbrico.
4. No veo la opción de arranque: usa la tecla de menú de arranque del fabricante (Esc/F12/F11) o habilita el arranque desde USB en la BIOS/UEFI.

Preguntas rápidas:

1. ¿Puedo instalarlo en cualquier ordenador? En general sí, si el hardware es x86 y cumple unos mínimos, pero la experiencia varía según controladores y dispositivos.
2. ¿Es reversible? Puedes volver a tu sistema anterior reinstalándolo desde su propio instalador o desde una copia de seguridad. Guarda tus datos antes de instalar Flex.
3. ¿Qué hago si la instalación se interrumpe? Reinicia el proceso, vuelve a crear el USB y, si es posible, emplea otra memoria o puerto distinto.
4. ¿Necesito cuenta de Google? Es muy recomendable para sincronizar y usar todas las funciones; sin cuenta, algunas características pierden sentido.

Marcas: Google, ChromeOS y los logotipos relacionados son propiedad de Google LLC. Los demás nombres de compañías y productos mencionados pertenecen a sus respectivos dueños.

Optar por ChromeOS Flex en un equipo antiguo es, en muchos casos, el atajo perfecto para seguir siendo productivo: instalación guiada desde un USB, dos métodos para crear el medio, una base Linux que hereda la ligereza de Chrome y una experiencia web pulida que reduce mantenimiento y dolores de cabeza. Siempre que tomes precauciones con las copias de seguridad y confirmes la compatibilidad básica, el salto a Flex resulta rápido, limpio y rentable. Para más información te dejamos su web oficial. Ahora ya sabes todo sobre cómo instalar ChromeOS Flex en 2025.