¿Vale la pena comprar GPUs de segunda mano? Riesgos, ahorro y cómo revisarlas

Las tarjetas gráficas son componentes muy valiosos dentro del hardware de un ordenador. En especial para gamers, creadores de contenido y mineros cripto representan un elemento esencial en la ejecución de tareas exigentes. Dado los altos precios de los modelos más recientes, muchos se preguntan si vale la pena comprar GPUs de segunda mano. Abordemos este tema destacando los riesgos, ahorro y cómo revisarlas.

¿Cuánto puedo ahorrar al comprar GPUs de segunda mano?

La ventaja más obvia de comprar GPUs de segunda mano es el ahorro de dinero que representa. Si estás armando un PC con presupuesto limitado o no necesitas la última tarjeta gráfica del mercado, sin duda es una buena opción. Con todo, gastar menos no es el único factor que deberías tener presente: recuerda que, a veces, lo barato sale caro.

¿Y cuánto dinero se puede ahorrar comprando una GPU usada? Dependiendo del modelo y su antigüedad, es posible ahorrar entre un 30% y un 60% frente a una nueva. Por ejemplo, una RTX 3080 que costaba alrededor de $1.200 en su lanzamiento, ahora puede encontrarse en el mercado de segunda mano por $500-$700. ¡Nada mal!

Otra ventaja de comprar GPUs usadas o renovadas es que el mercado de segunda mano tiene más variedad de modelos. Algunas tarjetas gráficas ya no se fabrican, pero siguen siendo excelentes alternativas para gaming o trabajo profesional. Encontrar modelos nuevos puede ser muy difícil, o hasta imposible; en cambio, resulta más sencillo encontrar uno usado que esté en buen estado.

Estos son los riesgos de comprar GPUs usadas

Aunque haya más opciones disponibles y el ahorro sea tentador, no olvides que comprar GPUs de segunda mano también conlleva riesgos. Y estos son mayores si no hay manera de comprobar el estado de la tarjeta gráfica de forma directa. Las compras en línea tienen esta desventaja, y no son pocos lo que se han llevado una decepción con el componente que han recibido.

Desgaste por uso intensivo (sobre todo en minería)

Hace unos años, la minería de criptomonedas se puso de moda, y muchas personas compraron tarjetas gráficas para dedicarse a minar. Las GPUs usadas para tal fin han trabajo bajo carga constante durante meses o incluso años. Pero la fiebre cripto ha bajado bastante, y ahora muchos mineros han puesto en venta su catálogo de tarjetas gráficas. ¿Merecen la pena?

Las tarjetas gráficas de minería son las más comunes en el mercado de segunda mano, así que este es un riesgo real. Claro está, no todas han sido sometidas a sobrecarga de trabajo, y algunas hasta han entregado sus mejores años en entornos bastante cuidados. En cualquier caso, conviene verificar qué uso ha recibido la GPU y en qué condiciones se encuentra actualmente.

Garantía vencida

Otro riesgo obvio con la compra de tarjetas gráficas usadas o renovadas es que no tienen garantía de fábrica. Por lo general, las casas fabricantes ofrecen entre dos o tres años de garantía para estos equipos. Y aunque compres una con un plazo de garantía vigente, recuerda que esta no siempre es transferible al segundo dueño.

Ya sabes lo que significa comprar GPUs de segunda mano sin garantía: si surge alguna falla en su funcionamiento, tendrás que correr con los gastos de reparación. Aunque es verdad que algunas piezas pueden reponerse fácilmente, como los ventiladores, otras pueden ser más difíciles de reemplazar. Y si la tarjeta gráfica ha recibido uso intensivo, tal vez no tenga remedio.

Posibles reparaciones o fallas ocultas

Si vas a comprar GPUs de segunda mano en internet, no te fíes solo de las fotos que cuelga el vendedor. Algunas tarjetas pueden tener problemas no visibles a simple vista, pero que acortan por mucho su vida útil o la hacen inservibles.

• Por ejemplo, los artefactos en pantalla son anomalías visuales que aparecen en el monitor cuando hay fallas en la VRAM de la GPU: solo te das cuenta de su existencia cuando instalas la tarjeta.
• Igualmente, no hay manera de saber si la tarjeta se sobrecalienta debido a que la pasta térmica está seca o los ventiladores están dañados.
• Los problemas de alimentación por circuitos dañados o puertos PCIe defectuosos tampoco son visibles.

Estafas y falsificaciones

¡Atento con las estafas y falsificaciones si compras GPUs de segunda mano! Algunos vendedores reacondicionan tarjetas gráficas dañadas pare revenderlas. Si bien esto no siempre es negativo, puede generar problemas antes de lo esperado si no se ha hecho correctamente. Y peor aún, cabe la posibilidad de adquirir gráficas falsificadas o con BIOS modificadas para hacerte creer que se trata de un modelo superior al real.

Comprar GPUs de segunda mano: cómo revisarlas antes de comprar

Decidido: comprar GPUs de segunda mano es tu mejor opción. En ese caso, te recomendamos revisarla muy bien para reducir el riesgo de hacer una mala compra. Incluye lo siguiente en tu lista de verificación:

Haz una inspección visual exhaustiva

No te conformes con lo que ves en las fotos del vendedor. Si puedes revisar la GPU en persona:

• Verifica si hay óxido, golpes o componentes faltantes o dañados.
• Comprueba que los ventiladores giren suavemente y sin hacer ruido.
• Observa si los pines del conector PCIe están doblados o en buen estado.
• Busca signos de reparaciones, como soldaduras o reemplazos.

Ejecuta pruebas de rendimiento

En caso de que puedas encender o instalar la tarjeta gráfica antes de comprarla, ejecuta las siguientes pruebas de rendimiento:

• Evalúa el rendimiento de la GPU con programas como FurMark o 3D Mark para detectar si hay artefactos visuales, cuelgues o caídas.
• Comprueba la temperatura en reposo y carga con programas como HWMonitor o MSI Afterburner. Ten presente que una GPU en buen estado no debería superar los 80-85 °C bajo carga.
• Programas como GPU-Z te ayudan a comprobar si el modelo de la gráfica es el mismo que el anunciado.

¿Qué cosas hay que preguntar al vendedor?

Por último, ten bien claras en tu mente las preguntas que le harás al vendedor para salir de cualquier duda. Por ejemplo:

• ¿Cuánto tiempo tiene de uso?
• ¿Para qué fue utiliza la GPU? ¿Fue usada para minería?
• ¿Se le hizo overclock?
• ¿Todavía está en garantía? ¿La garantía es transferible?
• ¿Por qué la vendes? ¿Incluyes facturas y estuche?
• ¿Podrías enviarme un vídeo de su funcionamiento?
• ¿La GPU ha sido desarmada o reparada?
• ¿Aceptas devolución si falla en los primeros días?

Comprar GPUs de segunda mano tiene sus riesgos, así que pregunta todo lo que se te ocurra. Y si las respuestas o los resultados de las pruebas no te convencen, cancela la compra y busca otra opción. Hacer una compra inteligente toma tiempo, pero si revisas con cuidado la gráfica y aclaras tus dudas, seguramente lo lograrás.