La TV es uno de los electrodomésticos que más llevan tiempo en nuestro hogar y la verdad, pocas veces nos detenemos a pensar cuánto consume una televisión. Conocer esta información te ayudará a controlar y reducir el uso energético en tu casa, lo que se reflejará en el pago de la factura a fin de mes. Echemos un vistazo más de cerca a este asunto.
Para saber cuánto consume una televisión hay que tener presentes diferentes factores importantes: el tamaño del televisor, la tecnología de su pantalla, el tiempo de uso y cómo están configurados los ajustes básicos. Esto quiere decir que no todos los TV consumen la misma cantidad de energía. A continuación, veremos lo que puedes hacer para reducir de manera significativa el consumo de tu TV.
¿Cuánto consume una televisión?
A fin de saber cuánto consume una televisión, primero hay que entender cómo se determina este gasto energético. En el caso de los televisores, el consumo energético se mide en vatios (W). Y la cantidad de vatios depende de factores como el tamaño del TV, la tecnología que utilice (LCD, LED, OLED o QLED) y de cómo estén configurados los ajustes básicos de la televisión.
Según indican datos proporcionados por la Red Eléctrica Española y el Ministerio para la Transición Ecológica, los televisores representan alrededor del 10% del consumo de energía en los hogares españoles. Así que, bien vale la pena dedicar un poco más de atención a esta cuestión.
Pongamos un ejemplo para entender cuánto consume una televisión. Imagina que tu televisor tiene un consumo promedio de 100 W al año o 0,1 kW. Si el televisor permanece encendido durante 4 horas al día, el consumo será de 0,4 kWh. Suponiendo que el precio del kWh es de 0,20 euros, el coste diario sería de 0,4 kWh x 0,20 euros = 0,08 euros por día. Lo que, multiplicado por 30 días del mes, sería 2,4 euros en energía.
Claro, estos son datos hipotéticos. Si quieres saber cuánto consume una televisión con exactitud, primero tendrás que conocer cuál es el consumo promedio anual de ese TV y el coste del kWh en tu caso. Los siguientes factores te ayudarán a determinar cuál es el consumo real:
- Tamaño.
- Tecnología de la pantalla.
- Brillo y otros ajustes.
- Tiempo de uso.
- Consumo en tiempo de espera.
El tamaño y tecnología de la pantalla
El tamaño o las pulgadas de un TV sí que influyen en el gasto energético que este tenga. Un televisor de pantalla estándar de 43 pulgadas consume alrededor de 43 kWh al año. Mientras que uno de 55 pulgadas puede consumir hasta 99 kWh. Cifras que obviamente aumentan junto con el tamaño de la pantalla del TV.
Con todo, el tamaño no es el único factor que influye directamente en el gasto energético. La tecnología de la pantalla también tiene mucho que ver. Por ejemplo, en el caso de los televisores menos recientes con tecnología LCD, consumen mucha más energía que los de tecnología LED. Y los OLED, consumen menos energía que las pantallas LED.
¿Por qué son más ahorradores los televisores con tecnología OLED? A pesar de ser más costosos, sus pantallas son más eficientes energéticamente, ya que solo los píxeles que muestran contenido de color se encienden, los demás permanecen apagados. Por eso ofrecen negros más profundos. En cambio, las pantallas LED iluminan todos sus píxeles, por lo que consumen más energía.
Cuánto consume una televisión: el brillo y otros ajustes
Otro factor importante que influye en el consumo de un televisor es la cantidad de brillo que tenga la pantalla. Algunos modelos traen por defecto un nivel de brillo muy alto, lo que obviamente consume más energía. Haciendo algunos ajustes básicos del brillo y el contraste, podrás obtener una buena calidad de imagen sin la necesidad de tener tanto brillo en la pantalla.
El tiempo de encendido
Por supuesto, si quieres saber cuánto consume una televisión, también debes tener en cuenta el tiempo que pasa encendida. De hecho, el gasto energético de una TV se calcula, precisamente, en función de las horas que pasa encendida. Así que, mientras más horas tenga la tele prendida, mayor será el consumo energético que tendrá.
Cuánto consume una televisión en modo espera
Hay quienes piensan que al poner la televisión en modo espera o “Standby”, la tele no consume nada de energía. Pero lo cierto es que aun cuando está en reposo, la tele sigue consumiendo energía. De hecho, estudios revelan que en este modo los televisores pueden consumir entre el 2,25 % y el 5% de la energía que usan estando encendidos.
Lo anterior equivale más o menos a 0,5 y 3 vatios de consumo en modo de espera. Aunque es una cantidad mínima al año si lo comparamos con cuánto consume una televisión en total, bien se pudiera ahorrar en energía si en vez de utilizar esta función apagamos por completo el televisor. En este sentido, veamos qué más puedes hacer para reducir el consumo de energía de tu televisión al máximo.
Lo que puedes hacer para reducir el consumo de energía de tu televisión
Como has visto, además de saber cuánto consume una televisión, hay medidas que puedes tomar para reducir al mínimo el consumo de energía. Por supuesto, esto no significa que vas a sacrificar la calidad de la imagen que ves, sino que aprenderás a sacarle el máximo provecho mientras ahorras. ¿Qué puedes hacer para conseguirlo? Aquí te van algunas ideas prácticas:
- Apaga el televisor cuando no lo estás utilizando: aunque pudiera sonar a cliché, lo cierto es que muchas personas dejan su televisor encendido incluso cuando nadie lo está viendo.
- No uses el modo de espera o standby: recuerda que incluso en este modo se consume energía, por lo que resulta mejor apagarlo por completo.
- Ajusta el nivel de brillo: configurar el brillo y el contraste de la pantalla de la imagen te puede ayudar a gastar menos energía sin sacrificar la calidad de la imagen.
- Si el televisor lo tiene, activa el modo ahorro de energía: muchos modelos modernos han incorporado esta función para que el gasto sea menor.
- Mantén activas solo las funciones necesarias: si no las estás usando, apaga las conexiones Bluetooth o los asistentes virtuales. Estas funciones en segundo plano también gastan energía.
Desde muy joven he sentido una gran curiosidad por todo lo relacionado con los avances científicos y tecnológicos, en especial aquellos que nos hacen la vida más fácil y entretenida. Me encanta estar al tanto de las últimas novedades y tendencias, y compartir mis experiencias, opiniones y consejos sobre los equipos y gadgets que uso. Esto me llevó a convertirme en redactor web hace poco más de cinco años, enfocado principalmente a los dispositivos Android y sistemas operativos Windows. He aprendido a explicar con palabras simples aquello que resulta complicado para que mis lectores puedan entenderlo fácilmente.