- Alphabet compra Intersect por 4.750 millones de dólares para reforzar su infraestructura energética y de centros de datos
- La operación incluye varios gigavatios de proyectos en desarrollo pero excluye activos en Texas y California
- Intersect seguirá operando de forma independiente bajo la dirección de Sheldon Kimber y manteniendo su marca
- La adquisición se enmarca en la carrera por la IA y el auge del consumo energético de los data centers de Google
La matriz de Google, Alphabet, ha decidido redoblar su apuesta por la infraestructura energética y los centros de datos con la compra de Intersect, un desarrollador de proyectos de energía limpia y servicios para data centers que se ha convertido en un socio clave en Estados Unidos. La operación, valorada en 4.750 millones de dólares (más de 4.000 millones de euros), se realizará en efectivo e incluye la asunción de deuda.
El movimiento llega en un momento en el que la demanda eléctrica de los centros de datos para inteligencia artificial se dispara y la disponibilidad de energía se ha convertido en un factor estratégico para el crecimiento de las grandes tecnológicas. Alphabet busca ganar velocidad y control sobre el despliegue de nueva capacidad de generación eléctrica y de infraestructuras de cómputo, algo que puede marcar la diferencia en la carrera global por la IA.
Detalles de la compra de Google Intersect
Alphabet ha alcanzado un acuerdo definitivo para adquirir Intersect, proveedor de soluciones de infraestructura energética y centros de datos, por 4.750 millones de dólares en efectivo, incluyendo la deuda de la compañía. El importe supera los 4.000 millones de euros al cambio y supone una de las mayores operaciones corporativas recientes del grupo.
La transacción incorpora a Alphabet el equipo de primer nivel de Intersect y varios gigavatios de proyectos de energía y data centers que ya están en desarrollo o en fase de construcción, muchos de ellos fruto de la colaboración previa entre ambas partes. Alphabet ya tenía una participación minoritaria en la firma, procedente de una ronda de financiación anterior.
Según ha explicado la compañía, el acuerdo permitirá que nuevos centros de datos y capacidad de generación entren en funcionamiento más rápido, acelerando tanto el despliegue de infraestructura como la innovación en soluciones energéticas. Alphabet recalca que el objetivo no es sólo asegurarse más energía, sino también disponer de mayor agilidad a la hora de construir y adaptar proyectos a las necesidades de carga de sus instalaciones de cómputo.
El cierre de la compra está previsto para la primera mitad de 2026, sujeto a las condiciones habituales de aprobación regulatoria. Hasta entonces, ambas empresas seguirán operando bajo los acuerdos de colaboración vigentes y preparando la integración operativa de los activos incluidos en la transacción.
Dentro del paquete adquirido se cuentan proyectos compartidos de energía y centros de datos, entre ellos el primer emplazamiento conjunto que ambas empresas anunciaron en el condado de Haskell, en Texas, donde se está levantando un complejo que combina generación eléctrica y capacidad de cómputo de forma integrada.
Qué es Intersect y por qué interesa tanto a Alphabet
Intersect se ha especializado en soluciones de energía limpia para grandes centros de datos, con una cartera centrada en proyectos solares a gran escala y sistemas de almacenamiento con baterías. Respaldada por la firma de capital privado TPG y otros inversores especializados en transición climática, la compañía se ha posicionado como uno de los desarrolladores más activos en el mercado estadounidense.
En los últimos años, la empresa ha consolidado una estrecha relación con hiperescaladores, es decir, con grandes clientes de nube y plataformas digitales que requieren ingentes cantidades de energía para alimentar sus centros de datos. Buena parte de sus mayores instalaciones se concentran en Texas, un mercado que el propio consejero delegado de Intersect, Sheldon Kimber, ha descrito como “la Disneylandia de la energía” por la abundancia de recursos eólicos y solares.
Según los datos hechos públicos por la compañía, Intersect gestiona alrededor de 15.000 millones de dólares en activos energéticos en operación o construcción en Estados Unidos. Esta escala, unida a su experiencia en integración de renovables y almacenamiento, la convierte en un socio atractivo para las grandes tecnológicas que buscan energía limpia, abundante y relativamente predecible en precio.
Para Alphabet, la compra no sólo supone asegurarse proyectos concretos, sino incorporar la plataforma, el know-how y el equipo de desarrollo de Intersect, lo que debería traducirse en una mayor capacidad para diseñar y ejecutar nuevas plantas de generación adaptadas a sus necesidades de IA y nube. La compañía subraya que Intersect también explorará nuevas tecnologías emergentes para diversificar el suministro energético.
Activos incluidos y excluidos de Google Intersect
Aunque el acuerdo cubre un volumen significativo de proyectos, no todos los activos de Intersect pasan a manos de Alphabet. En particular, la empresa ha precisado que sus activos operativos en Texas y parte de los activos, tanto en operación como en desarrollo, situados en California no forman parte de la transacción.
Estos activos excluidos se integrarán en una nueva compañía independiente, respaldada por TPG Rise Climate, Climate Adaptive Infrastructure y Greenbelt Capital Partners, firmas centradas en inversión sostenible y transición energética. Dicha entidad seguirá prestando servicio a sus clientes actuales, manteniendo la continuidad operativa de las instalaciones.
Para los clientes vinculados a esos proyectos, Intersect ha señalado que se espera una transición fluida y sin interrupciones, con el objetivo de que la reestructuración societaria no se traduzca en cambios en la calidad del servicio o en el suministro de energía.
En el paquete que sí adquiere Alphabet se incluyen proyectos en desarrollo directamente relacionados con los centros de datos de Google, así como contratos y acuerdos energéticos diseñados para cubrir las necesidades de la nube del grupo. Esta selección de activos busca alinear la operación con la estrategia de crecimiento de la compañía en servicios digitales e IA.
Además, Alphabet enfatiza que la adquisición refuerza su compromiso de asociarse con empresas eléctricas y desarrolladores de todo el sector, con el fin de impulsar un suministro abundante, fiable y asequible que permita construir nuevas infraestructuras de datos sin trasladar un sobrecoste excesivo a los usuarios finales de la red.
Independencia operativa y papel de Sheldon Kimber
Uno de los puntos llamativos del acuerdo es que, tras el cierre de la operación, Intersect seguirá funcionando de forma independiente de Alphabet y Google, manteniendo su propia marca. No se integrará como una división más de la compañía, sino que operará como una subsidiaria con su propia gestión.
La dirección de la empresa continuará en manos de Sheldon Kimber, fundador y consejero delegado, que ha liderado la expansión de Intersect en el mercado de energía limpia para grandes consumidores. Alphabet considera que mantener el liderazgo actual es clave para conservar el ritmo de desarrollo y la cultura de innovación que ha caracterizado a la compañía.
Kimber ha señalado que Intersect siempre se ha orientado a aportar innovación al sector energético y que la integración en el ecosistema de Google permitirá escalar su modelo a gran velocidad. En sus declaraciones, ha subrayado que la infraestructura moderna es una pieza crítica para la competitividad de Estados Unidos en inteligencia artificial y que comparte con Google la visión de que la innovación energética y la inversión en las comunidades locales deben ir de la mano.
Desde Alphabet destacan que el equipo de Intersect trabajará codo con codo con el área de infraestructura técnica de Google, tanto en los proyectos ya en marcha como en nuevos desarrollos conjuntos. Esta colaboración debería permitir optimizar el diseño de las plantas energéticas y su integración con los centros de datos.
A pesar de esta cooperación estrecha, la estructura separada da cierto margen para que Intersect pueda seguir explorando tecnologías emergentes y modelos de negocio propios, manteniendo flexibilidad ante los cambios regulatorios y de mercado en el ámbito energético.
La energía como cuello de botella para la IA y los centros de datos
El trasfondo de la adquisición es el fuerte incremento de la demanda eléctrica de los centros de datos, en gran parte impulsado por la expansión de la inteligencia artificial. Las grandes plataformas tecnológicas compiten por acceder a fuentes de energía fiables y escalables, al tiempo que intentan cumplir sus compromisos climáticos y de sostenibilidad.
En el caso de Google, la propia empresa ha reconocido que sus emisiones de carbono se han incrementado con fuerza en los últimos años, en parte por el crecimiento de su infraestructura de cómputo. Este contexto obliga a buscar soluciones que combinen capacidad, estabilidad de suministro y una huella ambiental más contenida.
Dentro de esta estrategia, Alphabet ha anunciado planes para invertir más de 75.000 millones de dólares en el desarrollo de infraestructuras de IA, una cifra que incluye tanto centros de datos como la energía necesaria para alimentarlos. La compra de Intersect encaja en este esfuerzo por asegurar recursos a largo plazo.
Al mismo tiempo, Google está intentando reforzar su posición en el mercado de chips para IA, compitiendo con Nvidia mediante negociaciones con actores como Meta Platforms para acuerdos millonarios basados en sus propios procesadores. Sin suficiente energía disponible, toda esta capacidad de cómputo se quedaría corta, de ahí la relevancia estratégica de operaciones como la de Intersect.
En paralelo, el grupo está empujando su ecosistema de IA generativa con Gemini, que según ha anunciado ya cuenta con cientos de millones de usuarios. Cada nuevo servicio basado en IA añade presión a la infraestructura energética subyacente, especialmente en los mercados más maduros de Europa y Estados Unidos, donde la normativa climática es más exigente.
Alcance global y posibles implicaciones para Europa
Aunque la compra de Intersect se centra en activos y proyectos situados en Estados Unidos, el impacto potencial del movimiento va más allá de las fronteras norteamericanas. La forma en que Alphabet gestione la integración de energías renovables a gran escala y almacenamiento podría marcar el camino para futuras inversiones en otras regiones, incluida Europa.
En el Viejo Continente, Google ya opera importantes centros de datos en países como Irlanda, Bélgica, Finlandia, Países Bajos o España, donde la disponibilidad de energía renovable, la estabilidad regulatoria y el coste eléctrico influyen de forma directa en las decisiones de inversión. Los aprendizajes que obtenga el grupo con Intersect en Estados Unidos podrían trasladarse, al menos en parte, a estos emplazamientos.
Para Estados miembros de la UE con ambiciones en atracción de centros de datos, como España o Portugal, el modelo de colaboración entre un gran proveedor de nube y un desarrollador energético especializado puede servir de referencia. La combinación de abundantes recursos renovables, infraestructura eléctrica modernizada y un marco regulatorio predecible es un factor clave para captar este tipo de proyectos.
En el caso concreto de España, la disponibilidad de energía solar y eólica competitiva, junto con las interconexiones en mejora con Francia y Portugal, podría favorecer en el futuro un esquema similar al que Alphabet está impulsando con Intersect en Estados Unidos, siempre que se consoliden inversiones en redes y almacenamiento.
Aunque por ahora Alphabet no ha anunciado una extensión directa del modelo Google Intersect a Europa, el movimiento envía una señal clara al mercado: la infraestructura energética se ha convertido en una pieza tan estratégica como los propios centros de datos. Esto podría acelerar tanto alianzas como procesos de consolidación en el sector de renovables y servicios para data centers en la región.
Con esta adquisición, Alphabet refuerza su posición como uno de los gigantes más influyentes del sector tecnológico y energético, al combinar inversión masiva en IA, control directo sobre proyectos de energía limpia y una red global de centros de datos. La integración de Intersect, aunque centrada en Estados Unidos, marca una tendencia que previsiblemente se trasladará a otros mercados donde la compañía opera, y plantea un escenario en el que la disponibilidad y el coste de la electricidad serán factores tan determinantes como la capacidad de cómputo en la competencia por el liderazgo digital.
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