- Honor y BYD integran conectividad móvil con el ecosistema DiLink para una experiencia de conducción más inteligente.
- El acuerdo se centra en IA, llaves digitales Bluetooth y un modelo de ecosistema compartido con interoperabilidad de servicios.
- Se prevé un despliegue inicial en China y llegada a Europa a partir de 2026 con actualizaciones OTA.
- La colaboración incluye marketing conjunto, continuidad de apps entre móvil y coche y funciones de seguridad y privacidad.
La industria del automóvil y la electrónica de consumo siguen estrechando lazos: Honor y BYD han firmado una cooperación estratégica para unir el teléfono y el coche en un mismo ecosistema. El acuerdo, rubricado en Shenzhen, busca que la tecnología del móvil se integre de forma nativa en el vehículo, con conectividad avanzada, servicios basados en IA y funciones que simplifiquen el día a día al volante.
Más allá del titular, el interés para Europa y España es claro: esta alianza apunta a mejorar la experiencia de uso de los vehículos conectados, acelerar el desarrollo de nuevas funciones y acercar al usuario ventajas tangibles, desde llaves digitales fiables hasta continuidad de aplicaciones entre smartphone y pantalla del coche.
Qué han firmado Honor y BYD
Ambas compañías han formalizado una colaboración de amplio alcance que se articula en tres pilares: integración tecnológica, ecosistema y comunicación conjunta. La hoja de ruta contempla la integración de las soluciones de conectividad de Honor con la próxima generación del sistema inteligente DiLink de BYD para ofrecer experiencias personalizadas basadas en datos y en IA.
En el acto de firma participaron Wang Chuanfu (presidente de BYD) y Li Jian (CEO de Honor Device), mientras que los firmantes fueron Yang Dongsheng por parte de BYD y Fang Fei por parte de Honor. Con ello, se da el pistoletazo de salida a una cooperación en movilidad inteligente que ambas definen como prioritaria en la era de la inteligencia artificial.
Integración tecnológica: IA, llaves digitales y continuidad de apps

En el plano técnico, el acuerdo pone el foco en la fusión del ecosistema entre dispositivos, la integración de agentes de IA y una llave digital Bluetooth de alta precisión que sustituya al mando físico, con el objetivo de garantizar acceso y arranque fiables desde el smartphone.
- La llave digital promete bloqueo, desbloqueo y arranque sin sacar el móvil del bolsillo, con conectividad estable y segura.
- La continuidad de aplicaciones permitirá pasar rutas de navegación del teléfono a la pantalla del coche de forma automática al sentarse al volante.
- Se contemplan funciones como duplicado de pantalla del móvil, además de un modo de privacidad para proteger contenidos sensibles frente a otros ocupantes.
- El sistema incorporará comandos de voz consistentes entre móvil y vehículo, control remoto de clima y apertura, y alertas de seguridad proyectadas en el HUD.
- La arquitectura se apoyará en MagicOS y la nube de BYD, con conectividad de baja latencia sobre 5G y soporte satelital cuando esté disponible.
La meta es que el coche opere como una extensión natural del smartphone, evitando duplicidades, con transiciones fluidas entre pantallas y un asistente de IA que entienda contexto y preferencias para sugerir acciones útiles.
Ecosistema, datos y marketing conjunto

En el ámbito del ecosistema, las compañías trabajarán en un modelo de “producto compartido y datos compartidos” que permita interoperabilidad a nivel de plataforma: derechos, servicios y experiencias que funcionen de forma coherente en ambos lados. Este enfoque se acompañará de campañas conjuntas alrededor de lanzamientos clave —tanto de vehículos como de smartphones— y nuevas fórmulas de relación con usuarios.
La colaboración también persigue potenciar programas de usuario con beneficios cruzados y operaciones basadas en datos, siempre bajo marcos de seguridad y gobernanza que faciliten un uso responsable y transparente de la información.
Calendario y disponibilidad

Según el plan comunicado, el despliegue comercial arrancará en primer lugar en China, con una integración inicial entre el plegable Magic V3 y el sedán eléctrico BYD Han EV prevista para el primer trimestre de 2026. A partir de ahí, la compatibilidad se ampliará a más modelos —incluidos SUV como el Song L— y a más teléfonos.
La expansión global está planificada para mediados de 2026, con Europa entre los mercados objetivo. Muchas de las novedades llegarán mediante actualizaciones OTA, lo que permitirá evolucionar funciones sin pasar por taller y acelerar la disponibilidad en distintos países, incluida España, conforme se cierren certificaciones y acuerdos locales.
Antecedentes de la colaboración
Honor y BYD no parten de cero. En 2023 introdujeron llaves NFC en smartphones Honor para abrir y cerrar vehículos BYD. Durante 2024 ampliaron el alcance a la carga rápida en el habitáculo y casos de uso de conectividad. En 2025 dieron un salto cualitativo con la adopción de Honor Car Connect en Denza (marca del grupo BYD), como paso previo a extender la integración al resto de enseñas del consorcio.
Además, la hoja de ruta y avances del ecosistema se han ido desgranando en encuentros de desarrolladores y conferencias centradas en dispositivos con IA, donde la idea fuerza es construir experiencias de movilidad que sean coherentes de un extremo a otro del recorrido del usuario.
Qué cambia para los conductores europeos

Si todo progresa según lo previsto, el usuario en Europa podrá beneficiarse de accesos digitales más fiables, continuidad de apps de navegación, control remoto de funciones básicas y una interfaz unificada entre móvil y coche. Para flotas y empresas, la interoperabilidad de plataforma puede traducirse en gestión más eficiente de vehículos, permisos y derechos.
Otro punto relevante es la presencia de un modo de privacidad y el énfasis en seguridad: desde alertas que aprovechan sensores del móvil hasta la protección de datos a nivel de plataforma. Aquí, el cumplimiento normativo y la modularidad de servicios serán claves para aterrizar estas funciones en la Unión Europea.
La alianza plantea una evolución del coche conectado donde software y experiencia pesan tanto como baterías y motores: más servicios en tiempo real, menos fricción entre pantallas y una IA que actúa como pegamento para que todo tenga sentido mientras se conduce.
Con la firma en Shenzhen y una agenda que combina integración tecnológica, ecosistema y comunicación, Honor y BYD aspiran a acelerar la movilidad inteligente con funciones tangibles —llaves digitales precisas, continuidad de apps, voz unificada y actualizaciones OTA— y con una hoja de ruta que apunta a China primero y a Europa a partir de 2026, siempre con el reto de ofrecer una experiencia útil, segura y consistente.
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