- Hugging Face lanza dos robots humanoides de bajo coste: HopeJR y Reachy Mini.
- Ambos modelos son de código abierto y permiten modificaciones por parte del usuario.
- HopeJR puede caminar y manipular objetos, mientras Reachy Mini se centra en interacción de escritorio.
- Los precios oscilan entre los 250 y los 3.000 dólares, con disponibilidad prevista para finales de 2025.
La empresa Hugging Face, conocida por su trabajo en el ámbito de la inteligencia artificial, ha entrado con fuerza en el terreno de la robótica tras anunciar el lanzamiento de dos robots humanoides de código abierto: HopeJR y Reachy Mini. Esta iniciativa forma parte de un movimiento más amplio que busca democratizar el acceso a la tecnología robótica, alejándola de su imagen elitista y acercándola a desarrolladores, educadores y creadores independientes.
Los robots han sido desarrollados tras la adquisición de la startup francesa Pollen Robotics por parte de Hugging Face en abril de 2025. Esta operación no solo ha proporcionado al equipo nuevas competencias técnicas, sino que también ha aportado una filosofía colaborativa y accesible muy alineada con la comunidad de tecnología abierta.
HopeJR: robótica bípeda accesible por primera vez
HopeJR, el primer modelo, destaca por ser un robot de tamaño completo con 66 grados de libertad, lo que significa que puede realizar movimientos independientes en diferentes partes de su cuerpo, incluyendo caminar, mover los brazos o señalar objetos. Se trata de un dispositivo completamente funcional, con capacidad para interactuar físicamente en entornos reales, mientras mantiene un precio que ronda los 3.000 dólares. Esta cifra resulta sorprendente si se compara con otros robots humanoides comerciales que pueden superar los 100.000 dólares.
HopeJR ha sido pensado para ser construido con piezas accesibles, muchas de ellas fabricables mediante impresión 3D. Su diseño modular permite que cualquier usuario con conocimientos básicos de programación y electrónica pueda montarlo, personalizarlo y hasta mejorarlo. La apertura de su hardware busca impulsar nuevas ideas y aplicaciones que actualmente no se desarrollan por falta de acceso a hardware físico.
La interacción con HopeJR no se limita a la programación tradicional. Se ha demostrado que puede replicar los movimientos de un humano equipando guantes de control con sensores, lo que abre posibilidades en sectores como la rehabilitación, la educación o incluso la exploración remota.
Reachy Mini: interacción conversacional en tu escritorio
Complementando al modelo mayor, Hugging Face ha concebido Reachy Mini como un robot de escritorio compacto, diseñado especialmente para facilitar el desarrollo de aplicaciones conversacionales y asistentes inteligentes. Con un precio estimado entre los 250 y 300 dólares, este robot puede girar la cabeza, escuchar, hablar y seguir visualmente al usuario.
Reachy Mini hereda parte del diseño mecánico creado por Pollen Robotics, incluyendo un cuello retráctil movido por un sistema patentado de actuadores personalizados, que le permite movimientos naturales y expresivos. Su estructura ligera y tamaño reducido lo hacen adecuado para entornos educativos, laboratorios de investigación o incluso como asistente doméstico en pruebas.
Hugging Face también ha compartido los planos del robot bajo licencia de código abierto, permitiendo que cualquier interesado pueda construir su propia unidad, modificarla o adaptarla a necesidades específicas.
Una nueva etapa tras la adquisición de Pollen Robotics
La adquisición de Pollen Robotics marcó un antes y un después en la estrategia de Hugging Face. Con ella, la compañía sumó un equipo de alrededor de 30 especialistas en robótica y una visión alineada con los valores de la comunidad maker: apertura, ética y personalización. Los fundadores de Pollen, Matthieu Lapeyre y Pierre Rouanet, se incorporaron al equipo directivo, contribuyendo al desarrollo de un ecosistema escalonado, desde modelos de entrada a soluciones avanzadas.
Además, Hugging Face ha reforzado su apuesta por la robótica lanzando Figure BotQ, una plataforma que centraliza modelos de IA, conjuntos de datos y herramientas para construir sistemas robóticos. Este entorno permite que desarrolladores trabajen con simulaciones antes de pasar al hardware físico, agilizando el proceso de creación.
El impacto cultural de la apertura robótica
Una de las características más destacadas de esta propuesta es su fuerte carga ideológica y cultural. Thomas Wolf, cofundador de Hugging Face, ha subrayado que los robots no deben estar confinados a entornos corporativos ni depender de sistemas opacos. La idea es que la inteligencia artificial cobre vida y sea moldeable por todos, no solo por quienes tienen presupuestos millonarios.
En contraste con plataformas cerradas como las de Tesla o Boston Dynamics, Hugging Face apuesta por un modelo inclusivo, en el que estudiantes, artistas, pequeños laboratorios y aficionados puedan estudiar, replicar y extender las capacidades de sus robots. Esta apertura no es simbólica: los planos mecánicos, los esquemas electrónicos y el software de control están disponibles públicamente.
Con esta estrategia, Hugging Face no busca rivalizar directamente con los gigantes de la robótica, sino abrir un nuevo frente de desarrollo tecnológico descentralizado. Un espacio en el que se genere conocimiento colectivo, se compartan mejoras y se fomente la creatividad sin las limitaciones que impone el hardware propietario.
Al introducir HopeJR y Reachy Mini, se establece un nuevo paradigma en el que la robótica se asemeja al modelo de los ordenadores personales o las impresoras 3D: dispositivos que, gracias a su bajo coste y naturaleza abierta, transformaron la forma en la que la gente aprende, crea y se relaciona con la tecnología. Al convertir la inteligencia artificial en una entidad física que puede ser modificada, reparada y extendida, Hugging Face impulsa un futuro donde la robótica sea accesible y parte del día a día.
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