- Microsoft ha cerrado la venta de películas y series en Xbox y Windows de manera repentina.
- Los usuarios conservan acceso a sus compras anteriores, pero no pueden adquirir nuevos títulos.
- No se permiten reembolsos ni transferencias del contenido a otras plataformas.
- El soporte técnico sigue disponible, aunque el futuro del acceso a la biblioteca comprada es incierto.

De forma inesperada, Microsoft ha puesto fin a la posibilidad de comprar o alquilar películas y series a través de su tienda digital en Xbox y Windows. Desde el 18 de julio, los usuarios ya no encuentran la opción para adquirir este tipo de contenido en la Microsoft Store, tanto en consolas como en ordenadores.
La noticia ha sorprendido a los propietarios de dispositivos de la marca, que ahora se preguntan qué ocurrirá con las películas y series que han ido acumulando durante más de una década.
Un servicio que dice adiós tras más de una década activo
Durante 12 años, la aplicación Películas y TV de Microsoft fue el canal predilecto de la firma para ofrecer la compra y alquiler de contenido audiovisual, posicionándose como una alternativa a otros gigantes del sector. Sin embargo, la apuesta no logró el éxito esperado, en parte por los precios elevados y la escasa flexibilidad de la plataforma respecto a la competencia. La presencia masiva de servicios de streaming, como Netflix, Disney+, Prime Video o Apple TV, ha terminado relegando el modelo de compra digital en favor del acceso por suscripción.
Aunque Microsoft ha dejado claro que no será posible adquirir nuevas películas o series en la tienda, los clientes que ya tengan títulos en su biblioteca podrán seguir accediendo a ellos. El contenido previamente adquirido seguirá disponible en la aplicación Películas y TV, tanto en Xbox como en dispositivos con Windows 10 y 11. Eso sí, para reproducir las compras será imprescindible usar la app oficial, y no existe la opción de mover el contenido a otros servicios ni descargarlo para reproducirlo mediante otras plataformas.
No habrá devoluciones pero sí habrá soporte técnico
La compañía fundada por Bill Gates ha confirmado que no ofrecerá devoluciones por los productos adquiridos previamente, y tampoco se contemplan compensaciones para quienes confiaron en el ecosistema de Microsoft como su biblioteca digital principal. Los usuarios podrán seguir solicitando soporte técnico si encuentran problemas con su contenido, pero la empresa no ha especificado detalle alguno sobre una posible fecha límite para garantizar el acceso a las compras anteriores. El futuro del acceso está en el aire, dependiendo de la continuidad del servicio en la nube.
El cierre de la tienda implica que las secciones de películas y series han desaparecido de la Microsoft Store y de la Xbox, aunque en algunos casos aún pueden verse apartados vacíos que se eliminarán en próximas actualizaciones. Esta decisión sitúa a los usuarios ante una situación conocida: la compra de contenido digital suele estar ligada a licencias temporales, lo que impide disfrutar de una propiedad total y permanente. Microsoft se une así a otras tecnológicas que han dejado atrás el modelo de ventas individuales, repitiendo el patrón visto en 2017 con el fin de Groove Music.
La retirada de esta funcionalidad refleja un cambio en la industria, donde la adquisición de películas y series para mantenerlas en una biblioteca digital cede terreno a las plataformas por suscripción. La compañía sugiere ahora a sus usuarios recurrir a otros servicios como Apple TV, Prime Video o Fandango at Home. La decisión llega en un momento especialmente convulso para la tecnológica, inmersa en despidos recientes, reestructuraciones en su división de entretenimiento y otras polémicas.
Es importante destacar que, aunque los usuarios puedan seguir disfrutando de sus compras previas mientras la app esté activa, la continuidad de este acceso no está garantizada. La tendencia hacia el streaming y los modelos basados en suscripción continúa consolidándose, lo que marca un cambio significativo en la forma en que las empresas y los consumidores manejan el contenido audiovisual.
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