- Microsoft establecerá una asistencia presencial mínima de tres días por semana
- Despliegue por fases: Puget Sound primero, después EE. UU. y más tarde otros países
- La norma se aplica a quienes viven a menos de 80 km de una oficina; hay exenciones específicas
- Debate interno y del sector sobre el impacto y la posible reducción de personal
La compañía ha comunicado un giro en su modelo híbrido: la plantilla deberá acudir a la oficina al menos tres días por semana, una decisión que se activará de forma escalonada y que busca reforzar la colaboración en proyectos clave, especialmente en IA. Este movimiento, confirmado por un mensaje corporativo y un memorando interno, subraya que la presencialidad ganará peso en el día a día de los equipos.
El plan no se aplicará de golpe, sino por etapas. Primero afectará al área de Puget Sound (Seattle y alrededores), para extenderse después al resto de Estados Unidos y, más tarde, a otros países. Además, las personas que residen a menos de 80 km de un centro entrarán en el ámbito de la nueva exigencia cuando su oficina reciba el despliegue.
Qué cambia en la política de trabajo híbrido
Hasta ahora, el esquema era más flexible en varios equipos; con la nueva directora, el listón mínimo serán tres días presenciales a la semana. La empresa deja abierta la puerta a que algunas áreas superen ese umbral si su actividad lo requiere, mientras que funciones de cara al cliente como gestión de cuentas, consultoría o marketing de campo estarán exentas por la naturaleza móvil de su trabajo.
La responsable de personal, Amy Coleman, ha trasladado a la plantilla que la colaboración cara a cara impulsa resultados, productividad y cohesión. El mensaje convive con el papel de Teams como plataforma de trabajo distribuida y herramientas para transcribir y resumir reuniones, pero la dirección sostiene que, en esta fase, la interacción en tiempo real y en persona acelera la entrega de productos estratégicos.
Calendario, alcance y umbral de distancia
La primera oleada se implementará en Puget Sound con fecha objetivo a finales de febrero de 2026; A partir de ahí, se sumarán progresivamente otras oficinas en Estados Unidos y, por último, las sedes internacionales. En cada emplazamiento, estarán obligadas a acudir tres días por semana las personas que vivan a menos de 50 millas, es decir, aproximadamente 80 kilómetros .
Microsoft ha adelantado que comunicará más detalles de plazos para otras oficinas del país y que la planificación del despliegue fuera de Estados Unidos arrancará más adelante. En cualquier caso, la compañía avisa de que los calendarios podrán adaptarse por ubicación según las necesidades operativas.
Excepciones y proceso para solicitarlas
Se contemplan peticiones de excepción en supuestos concretos: profesionales sin compañeros ni clientes en su oficina asignada o desplazamientos particularmente complejos (por ejemplo, trayectos que obligan a combinar varios medios de transporte). Estas solicitudes deberán presentarse antes del 19 de septiembre y podrán requerir datos como el número de registro patronal, y se evaluarán caso por caso.
Más allá de esas situaciones individuales, los roles de campo ya mencionados quedan fuera del requisito mínimo de presencia. En paralelo, la empresa ha indicado que algunas unidades podrían requerir más de tres días, en función de sus objetivos, por lo que cada equipo recibirá pautas específicas en los próximos comunicados internos.
Contexto en el sector y debate dentro de la empresa
Tras el aumento del trabajo remoto durante la pandemia, varias tecnológicas y grandes corporaciones han soportado la presencialidad. Amazon, Apple, Meta, Tesla o Google ya han movido ficha en esa dirección; Zoom también aplicó una política similar pese a ser un referente de colaboración a distancia. En ese panorama, Microsoft alinea su estrategia con la tendencia de la industria.
La medida ha generado conversación interna. La dirección niega que el cambio busque reducir plantilla, pero algunos empleados, citados por medios como The Verge, temen que el mandato pueda forzar salidas voluntarias sin recurrir a despidos y la necesidad de pedir el paro por internet. Sin pruebas concluyentes, el foco vuelve a la ejecución: cómo se gestiona la transición y el equilibrio entre objetivos de negocio, flexibilidad y cultura.
Con el nuevo marco, la compañía pretende combinar la eficiencia del trabajo híbrido con más encuentros presenciales para acelerar proyectos críticos. Quienes estén dentro del radio de 80 km deberán ajustarse a la pausa de tres días, quedando margen para excepciones justificadas y particularidades de cada equipo; el éxito dependerá de una implementación clara, fases bien comunicadas y criterios transparentes en cada centro.
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