- EE. UU. autoriza a Nvidia a volver a vender el chip H20 en China tras negociaciones.
- La empresa espera iniciar las entregas en breve tras el compromiso del Gobierno estadounidense.
- El mercado chino supone un 13% de los ingresos de Nvidia, clave para su liderazgo en IA.
- Se desarrolla un nuevo chip RTX Pro para China, adaptado a las restricciones de exportación.
Nvidia ha conseguido la aprobación del Gobierno estadounidense para reanudar la venta de sus chips H20 de inteligencia artificial en China, poniendo fin a meses de incertidumbre y restricciones que amenazaban su posición en uno de sus mercados clave. Esta decisión se produce tras intensas negociaciones y reuniones de alto nivel, incluyendo un reciente encuentro entre el CEO de Nvidia, Jensen Huang, y el presidente Donald Trump, que resultó determinante para el cambio de rumbo en la política tecnológica entre ambas potencias.
El chip H20 fue diseñado expresamente por Nvidia para cumplir con las normas restrictivas de exportación impuestas por EE. UU., permitiendo así mantener su presencia en el mercado chino pese al endurecimiento de los controles. No obstante, en abril, la administración estadounidense había paralizado sus ventas y exigido una licencia adicional, lo que provocó un duro golpe para los resultados de la compañía y una caída significativa de sus acciones.
El papel estratégico de China y la importancia del H20
China representa aproximadamente el 13% de los ingresos anuales de Nvidia, lo que equivale a cerca de 17.000 millones de dólares, posicionando al país como el tercer cliente más relevante tras EE. UU. y Taiwán. El chip H20, aunque menos avanzado que otros modelos de Nvidia, ha logrado una excelente acogida en el mercado chino, especialmente tras la aparición del modelo de IA DeepSeek, que disparó la demanda de hardware especializado.
Empresas tecnológicas líderes en China como Tencent, Alibaba y ByteDance han apostado fuerte por incorporar el H20 a sus infraestructuras, contribuyendo significativamente al crecimiento de las ventas de Nvidia antes de la imposición de las últimas restricciones. La imposibilidad de satisfacer estos pedidos generó una rebaja de activos por valor de 5.500 millones de dólares y la estimación de dejar de ingresar hasta 15.000 millones solo en 2025.
Negociaciones, acuerdos y alivio para Nvidia
El proceso para desbloquear las ventas del H20 no ha sido inmediato. Jensen Huang ha realizado varios viajes tanto a Washington como a Pekín en los últimos meses, mostrando el peso estratégico que la compañía otorga al mercado chino. Durante estas visitas, Huang defendió la necesidad de que las empresas estadounidenses puedan competir en igualdad de condiciones y destacó que gran parte de los investigadores de IA del mundo se encuentran precisamente en China.
La relajación de las restricciones llega como parte de un acuerdo comercial más amplio entre EE. UU. y China, en el que se incluye, además de la reanudación de la venta de chips avanzados, la flexibilización de controles sobre exportaciones de componentes clave como tierras raras y software de diseño de microchips.
Nuevos modelos y adaptaciones para sortear regulaciones
Como respuesta a la presión regulatoria, Nvidia está desarrollando un nuevo chip adaptado para el mercado chino: la GPU RTX Pro. Este modelo cumple con todas las normas de exportación estadounidenses y está orientado a aplicaciones industriales, como la gestión de “gemelos digitales” en fábricas inteligentes y logística. El H20, por su parte, seguirá estando disponible, pero se prevé que el nuevo chip amplíe la oferta de Nvidia en un entorno regulatorio cambiante.
El objetivo de Nvidia con estas maniobras no solo es preservar su cuota de mercado en China frente a rivales locales como Huawei, sino también garantizar que el ecosistema global de IA pueda seguir desarrollándose bajo estándares tecnológicos estadounidenses. Durante el proceso, la compañía ha puesto de relieve su compromiso con la investigación de código abierto, la colaboración internacional y el desarrollo seguro de la inteligencia artificial, en línea con los intereses estratégicos de EE. UU. y de los mercados emergentes.
El conflicto en torno al chip H20 ha demostrado cómo la geopolítica puede influir directamente en la competitividad tecnológica, y cómo las empresas deben adaptarse rápidamente a cambios regulatorios para no perder posiciones clave en mercados globales.
La reciente autorización para reanudar la venta de los chips H20 supone un balón de oxígeno para Nvidia tras varios trimestres de incertidumbre y pérdidas millonarias. La reacción positiva de los mercados y el interés continuo de los grandes clientes chinos resaltan la relevancia de este avance para la compañía y para la evolución del sector de la IA a nivel mundial.
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