Probablemente te hayas fijado en que todos los libros que se publican y se venden, tanto en tiendas físicas como en internet, tienen una pequeña etiqueta con un código de barras en la contraportada. Ese identificador se llama ISBN. En este artículo vamos a explicar qué es el ISBN y cuál es su función.
ISBN son las siglas de International Standard Book Number, es decir, un número identificador único para libros. A cada libro publicado se le asigna una cadena numérica específica con la que es posible identificar todos los datos básicos del mismo: título, editorial, género, tirada, extensión, país, lengua de publicación original, etc.
La idea nació en el año 1970 con la creación de la Agencia Internacional del ISBN y la adopción del estándar internacional ISO 2108, aunque el formato actual que todos conocemos data del 2007. Originalmente, se trataba de un código compuesto por 10 dígitos dividido en cuatro partes: el código de país o lengua de origen, el número correspondiente al editor, el número del artículo y finalmente un dígito de control.
Este código puede escribir separado por guiones o bien por espacios en blanco, a fin de que sea más legible. También se usa un sistema de prefijos para evitar repeticiones. En la actualidad, los códigos ISBN constan de 13 dígitos y van acompañados de un código de barras. Este es su formato:
- Prefijo (3 dígitos). Hay solamente dos opciones: 978 o 979.
- Grupo de registro (entre 1 y 5 dígitos). Se usa para identificar la zona geográfica o el país donde se ha publicado el libro.
- Elemento del titular (hasta 7 dígitos). Destinado a identificar al editor o la editorial.
- Elemento de publicación (hasta 6 dígitos). Para determinar la edición y el formato de la obra.
- Dígito de control (1 dígito). Se calcula tomando como base los dígitos anteriores. Su función es dar validez al resto de números.
¿Para qué sirve el ISBN?
Se podría decir que el ISBN es una especie de documento de identidad de cualquier libro publicado. Ese código numérico contiene mucha más información de la que en principio podríamos imaginar: desde el título y el autor hasta la editorial, tirada, extensión, país, formato e incluso los datos del traductor.
Tan específico y preciso es este identificador que una misma obra puede tener diferentes codificaciones en función de si se trata de una versión digital, una edición de tapa dura, una edición de bolsillo, etc. Para cada una de estas variaciones es necesario asignar un ISBN distinto. Aunque el contenido sea el mismo, desde el punto de vista estrictamente legal, se trata de diferentes objetos.
Este sistema permite que cualquier persona, tanto los libreros profesionales como los aficionados y compradores de libros, sean capaces de identificar y localizar el libro que necesitan sin que haya lugar a errores.
Curiosamente, los ebooks no necesitan disponer de ISBN para su comercialización, aunque casi todos los editores profesionales prefieren incluirlo para que figuren en las bases de datos de libros publicados. Por otra parte, las revistas, los periódicos y otras publicaciones en serie diferentes de los libros disponen de otro tipo de número de identificación. Su nombre es ISSN (International Standard Serial Number). Pero esa es ya otra historia.
¿Dónde debe ir el ISBN?
La Agencia Internacional del ISBN establece una serie de pautas acerca de cuál debe ser la ubicación exacta del código identificativo, tanto en los libros físicos como en los digitales.
Opciones para las ediciones impresas:
- En el verso de la página de título.
- Al pie de la página de título.
- En el pie de la contraportada.
- En la parte inferior del reverso de la sobrecubierta (también vale cualquier otra funda protectora o envoltorio).
En el caso de las publicaciones digitales, las opciones se limitan a lo siguiente: debe figurar siempre en la misma página en la que aparezca el título. No hay excepciones.
Cómo adquirir un ISBN
En general, los trámites necesarios para registrar los códigos ISBN los llevan a cabo las editoriales. Sin embargo, cada vez son más los particulares que publican sus obras a través de plataformas independientes y que se ocupan personalmente de todas las gestiones administrativas y de comercialización. Si ese es tu caso, te interesará saber o que hay que hacer para conseguir el ISBN de tu libro.
En España, es necesario realizar este trámite a través de la Agencia del ISBN. Estos son los pasos a seguir:
- Solicitud: El interesado debe rellenar el formulario oficial con sus datos personales y sus datos de facturación. Es necesario adjuntar una copia del DNI o NIF.
- Pago a través del TPV de la Agencia, por medio de tarjeta de crédito o débito. También se admiten pagos vía PayPal.*
- Confirmación por correo electrónico. En el mensaje, el solicitante recibirá un enlace de acceso a la plataforma ISBN donde deberá cumplimentar el formulario de datos bibliográficos de la obra que se va a publicar.
- Registro. Una vez que se comprueba que los datos bibliográficos están correctamente introducidos, en el libro quedará incluido en el Registro del ISBN. El solicitante recibe, a modo de comprobante, un PDF con el certificado del Registro.
(*) La tarifa a pagar oscila desde los 45 euros del trámite normal (que suele demorarse unos 4 días) y los 95 euros que cuesta la tramitación urgente. La factura del ISBN es emitida por la Federación de Gremios de Editores de España (FGEE).
ISBN, ¿es necesario o no?
La última cuestión que nos planteamos, y que en realidad es la misma que se plantean muchos autores independientes, es la de si reamente es necesario publicar un libro con ISBN. Pues bien, la respuesta es que desde el año 2009 no es obligatorio, aunque sí es muy recomendable.
Las razones son las que ya hemos expuesto en este artículo: facilita mucho la búsqueda en el circuito interno editorial. De hecho, a la hora de publicar una obra a través de una editorial tradicional, se trata de un trámite imprescindible.
Sin embargo, los autores autopublicados que no aspiren a que su libro se mueva en el circuito de librerías a través de distribuidoras, puede prescindir de este trámite. El ejemplo más conocido es el de Amazon, que nos permite publicar y comercializar una obra a través de su red mediante un sistema de codificación propio (el número ASIN). Son muchos los que, ante la dificultad de que sus obras sean admitidas por una editorial, optan por esta modalidad. Y me consta que a algunos les va realmente bien.
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Redactor especializado en temas de tecnología e internet con más de diez años de experiencia en diferentes medios digitales. He trabajado como editor y creador de contenidos para empresas de comercio electrónico, comunicación, marketing online y publicidad. También he escrito en webs de economía, finanzas y otros sectores. Mi trabajo es también mi pasión. Ahora, a través de mis artículos en Tecnobits, intento explorar todas las novedades y nuevas oportunidades que el mundo de la tecnología nos ofrece día a día para mejorar nuestras vidas.