Qué hacer cuando la velocidad de tus ventiladores no cambia ni con software

¿Tus ventiladores van a tope o no reaccionan aunque muevas los deslizadores del programa? A más de uno le suena esta historia. Cuando la velocidad no cambia ni con software, el problema suele ser una mezcla de configuración de BIOS, conflictos entre aplicaciones de control y limitaciones del propio hardware.

Este artículo te guía por todo el proceso, desde las comprobaciones básicas hasta el control avanzado de ventiladores de CPU, caja y GPU. Vas a ver qué tocar en la BIOS, cómo evitar que dos programas peleen por el control, y qué software funciona mejor hoy en día para que tu PC sea fresco y silencioso sin volverte loco. Vamos a aprender todo sobre qué hacer cuando la velocidad de tus ventiladores no cambia ni con software. 

Antes de meterte con el software: conexiones y tipos de control

Lo primero es confirmar que cada ventilador está donde debe. Los de CPU y caja deben ir a conectores de la placa (CPU_FAN, CPU_OPT, CHA_FAN); los de la gráfica están soldados a la propia GPU y no se controlan desde la placa.

Hay dos formas de gobernar un ventilador de PC: PWM (4 pines) y DC/voltaje (3 pines). Si en la BIOS pones un conector en PWM pero llevas un ventilador de 3 pines, la velocidad no variará; al revés, si pones DC y conectas un 4 pines, también fallará el control.

Si usas un hub o controlador intermedio, comprueba su modo de control. Muchos hubs solo repiten la señal PWM de un único conector o requieren alimentación SATA; si el hub trabaja fijo al 100%, ningún software podrá reducir la velocidad.

En refrigeraciones líquidas AIO conviene separar bomba y ventiladores. La bomba debería ir a un encabezado con velocidad fija o modo específico de bomba, mientras que los ventiladores del radiador sí deben seguir una curva basada en temperatura.

Por qué la velocidad no cambia (aunque el programa diga lo contrario)

La causa más habitual es que haya varias apps intentando mandar órdenes a la vez. Armoury Crate, Fan Xpert, CAM, MSI Center, Afterburner, Precision o Fan Control pueden interferirse. Deja solo un único software con control activo.

La BIOS puede estar imponiendo su ley. Si Q-Fan u otro control de la placa está activo con una curva propia, el programa de Windows no tendrá la última palabra. Ajusta el modo del conector (PWM o DC), calibra y desactiva auto si vas a gobernar por software.

Hay ventiladores y gráficas con un umbral mínimo de giro. Muchos modelos no arrancan por debajo del 40-50%, así que aunque arrastres la barra al 20% no se moverán. No es fallo del programa, es comportamiento del hardware.

En portátiles, el margen es limitado. La mayoría de equipos móviles bloquean el control fino de los ventiladores y lo delegan al firmware; a veces solo el software del fabricante permite algún ajuste.

En hardware antiguo o peculiar (por ejemplo, plataformas muy viejas o algunas GPU), el control puede estar bloqueado. Se han visto casos con GTX 550 Ti y placas nForce en los que la GPU ignoraba los mandos, y solo respondía en otros equipos o con software concreto del fabricante.

Control de la GPU con MSI Afterburner: método principal

Para gráficas dedicadas, Afterburner sigue siendo la opción más versátil. Instálalo y elige incluir RivaTuner Statistics Server si quieres superposición y limitador de FPS, útil para monitorizar temperaturas y evitar picos de calor por frames de sobra.

Al abrirlo, guarda un perfil base por si quieres volver al estado de fábrica. Desbloquea el candado de perfiles, pulsa Guardar y asigna el perfil 1; así podrás experimentar sin miedo y recuperar la configuración original al instante.

En ajustes, entra en la pestaña de Ventilador. Activa el control automático definido por el usuario y cambia la curva predefinida a Personalizado para editar puntos de temperatura y porcentaje de giro.

Moviendo los puntos sobre el gráfico definirás cómo y cuándo suben las rpm. Bajar el punto más alto limita la velocidad máxima, reduciendo ruido; subir los puntos intermedios mejora la respuesta térmica bajo carga sostenida.

Aplica cambios y guarda la nueva curva en otro perfil (por ejemplo, el 2). Así alternas entre un modo silencioso y uno de rendimiento con un clic, sin tocar la curva cada vez.

Alternativas para GPU: AMD Radeon y software del fabricante

Si tu gráfica es AMD, el panel Radeon incluye WattMan con control de ventilador y frecuencias. Puedes crear curvas de ventilación personalizadas sin instalar nada extra, aunque conviene prudencia si también tocas voltajes.

Muchas GPUs traen app propia del ensamblador con modos prediseñados: Silencioso, Eco, OC, etc. No es tan flexible como una curva a medida, pero con un botón reduces ruido y consumo de manera segura.

Preguntas rápidas sobre ventiladores de GPU

¿Tus ventiladores de GPU no giran en reposo? Tranquilidad: es normal en tarjetas con Zero RPM hasta cierto umbral. Si no giran tampoco bajo carga, ahí sí hay problema de control, sensor o pasta térmica.

¿Más rpm hacen tu GPU más rápida? Indirectamente sí, porque evitas la bajada por temperatura. No superarás especificaciones por ir más fría, pero sostendrás el Boost más tiempo.

¿Menos rpm la hacen más lenta? Puede que sí por thermal throttling. Un undervolt bien hecho ayuda a mantener rendimiento con menos ruido.

¿Es malo 100% de ventilador? No per se, pero es ruidoso y desgasta. Si ves 100% en reposo, suele haber pasta térmica degradada o sensor mal leído que dispara la curva sin enfriar de verdad.

Ventiladores de CPU y caja: BIOS, SpeedFan, Argus Monitor y Fan Control

Si quieres silencio fino en CPU y chasis, empieza por la BIOS de la placa. Configura cada encabezado como PWM o DC según el ventilador, ejecuta la calibración y crea una curva basada en temperatura real de CPU o agua si usas AIO.

Actualiza el firmware si algo no cuadra. Las versiones recientes suelen mejorar la gestión de ventiladores y sensores. Algunas guías recomiendan revisar opciones de energía como S1 o S3 en el menú avanzado si hay detección errática, aunque no siempre guarda relación con ventiladores.

SpeedFan fue el clásico de Windows durante años, pero ya no se actualiza desde 2016. En algunas placas los sensores no se detectan o el control no responde, y no hay una lista fiable de compatibilidad moderna.

Si aún quieres probarlo, abre Configure, pestaña Advanced, elige el chip de la placa y cambia PWM a control por software. Ejecutarlo como administrador puede desbloquear sensores, pero recuerda que la BIOS puede imponerse por encima y hacer inútiles los cambios.

Argus Monitor es de pago, aunque tiene prueba. Es potente, permite curvas por ventilador e incluso curva de GPU, con una interfaz que quizá no enamora pero que cumple muy bien.

Fan Control (la app de la comunidad) es ligera y portátil. Puedes configurarla para que arranque con Windows sin instalación tradicional, ideal si quieres llevarla en un pendrive o usarla en equipos sin Internet.

La primera vez ejecuta un asistente que detecta ventiladores, mínimos y máximos reales. Es normal que dos ventiladores idénticos arranquen a porcentajes distintos (por ejemplo, uno en torno a 45% y otro cerca de 48%), y el asistente guarda esos umbrales.

Luego etiqueta cada grupo para no confundirte: Ventiladores CPU, Caja, Radiador, etc. Si tu placa tiene muchos conectores libres, oculta los no usados para dejar la vista limpia y centrarte en lo importante.

En el área de curvas, crea tus perfiles y elige la fuente de temperatura: CPU, GPU, sensor de placa, líquida, combinadas con medias o máximas. Editar puntos es visual y rápido, y puedes ajustar a mano temperatura y porcentaje para mayor precisión.

Asignar curvas distintas a cada grupo es lo ideal: una para el disipador de CPU, otra para los ventiladores frontales y otra para la GPU. Ten en cuenta que la GPU a veces no responde por debajo de cierto porcentaje mínimo de giro.

Si Fan Control no te detecta algo, mira si hay otro programa abierto que tenga el control en exclusiva. Desactiva Fan Xpert en Armoury Crate, cierra Afterburner o Precision si no te hacen falta y vuelve a escanear. Un pequeño retraso al inicio (por ejemplo, 30 segundos) ayuda a que el sistema cargue sensores antes.

Además de gobernar curvas, Fan Control te sirve para consultar temperaturas y rpm al vuelo. No es un monitor histórico completo, pero para saber qué se está calentando y cuándo suben los ventiladores va de cine.

Conflictos típicos y casos reales

Hay equipos en los que Armoury Crate provoca cuelgues o se queda con el mando. Si desinstalas o desactivas su módulo de ventiladores, otras apps vuelven a funcionar. Mantenerlo actualizado, restablecer su configuración o dejarlo como único gestor suele resolver los bloqueos.

También verás configuraciones donde cambiar de DC a PWM en BIOS no hace nada aparente. Si el ventilador o el hub no soporta el modo, no habrá respuesta; revisa cableado, tipo de conector y que no haya un perfil fijo atravesándose.

En conjuntos AIO como los de NZXT, algunos usuarios cuentan que CAM no les cambia la velocidad, pero Armoury Crate sí. Decide quién manda: si controlas desde la placa, no conectes los ventiladores del radiador al controlador USB del fabricante, o desactiva el módulo de ventiladores del software del fabricante para evitar choques.

Con hardware antiguo hay particularidades. Se han reportado gráficas como GTX 550 Ti que ignoraban paneles de control en determinados equipos con chipsets viejos. En esas situaciones, a veces solo el software del ensamblador o un sistema distinto lograba imponer la curva; en otras, era una limitación del VBIOS o del bus de control.

Si lo que buscas es silencio extremo al actualizar plataforma, planifica la curva desde el minuto uno. Para un 12700F con una GPU potente, una curva progresiva basada en el sensor de CPU y otra independiente para la GPU te dará equilibrio entre ruido y temperaturas sin sustos.

Checklist rápido para recuperar el control

Antes de volverte loco, repasa este orden lógico. Cuanto menos improvises, más fácil dar con la causa y menos tiempo perderás.

• Conectores y modo correcto: 3 pines en DC, 4 pines en PWM. Evita hubs que impidan variar voltaje o PWM.
• BIOS actualizada y calibrada: Q-Fan o similar en el modo adecuado; desactiva auto si vas a usar software.
• Un único programa al mando: desactiva Fan Xpert, cierra CAM, MSI Center, Precision u otros si no serán el gestor principal.
• Permisos y arranque: ejecuta como administrador, añade retardo de inicio para que se carguen sensores y servicios.
• Umbral mínimo de giro: no esperes que un ventilador gire al 20% si su mínimo real es 45-50%.
• Específico de GPU: usa Afterburner, WattMan o herramienta del fabricante; verifica que la gráfica no tenga Zero RPM activo en reposo.

Notas de seguridad y mantenimiento

Modificar curvas y gestionar firmware requiere cuidado. Haz copia de seguridad de tu configuración antes de actualizar la BIOS y no cambies parámetros que no comprendas. Mantén drivers de GPU y chipset al día.

Si ves temperaturas altas y ventiladores al 100% sin mejora, toca mantenimiento. Limpia polvo, renueva pasta térmica si corresponde y comprueba que la bomba de la AIO gira. El control por software no compensa una base térmica en mal estado.

Qué esperar del software hoy

SpeedFan, aunque mítico, quedó atrás. Su última actualización es de 2016 y falla con placas y sensores modernos, así que no siempre tendrás solución con él. Aun así, si tu hardware es compatible, puede darte control fino gratuito.

Argus Monitor es estable y ambicioso, con coste. Si te convence su prueba, es una inversión razonable para centralizar ventiladores y discos con curvas completas e incluso control de GPU.

Fan Control destaca por su portabilidad y comunidad. Es ágil, detecta mínimos y máximos reales y te deja hilar fino sin instalar nada pesado. Combinado con una herramienta de monitorización, cubre casi todas las necesidades.

En cuanto a GPU, Afterburner sigue siendo referencia, con RTSS para overlay y límite de FPS. Alterna perfiles para juego y trabajo, y si usas AMD, el panel Radeon te evita instalar apps extra para la ventilación.

Aunque no hay bala de plata, cuando entiendes los factores clave el control llega. Conecta bien, elige un único regidor, configura BIOS y crea curvas con umbrales realistas; así desaparecen los ventiladores rebeldes y vuelve la paz acústica.