¿Qué hacer si mi Windows 10 no arranca?

¿Tienes problemas para iniciar tu ordenador con Windows 10? ¡No te preocupes! No eres el primero ni el último usuario que ha visto como su Windows 10 no arranca. En estos diez años de trayectoria, el sistema operativo estrella de Microsoft ha hecho sudar a más de uno. La buena noticia es que existen diversas soluciones para este problema, y acá hemos recopilado las más efectivas.

Cuando Windows 10 no arranca, la causa puede residir en un problema con el hardware del ordenador o conflictos a nivel de software. Si el ordenador es incapaz de ponerse en marcha o no muestra señales de vida, es posible que se deba a una falla física en la unidad de almacenamiento. Por otro lado, si el equipo tarda demasiado en arrancar, arroja pantallas azules o se reinicia solo, el problema tal vez venga de un software corrupto o de fallas en las actualizaciones.

¿Qué hacer si mi Windows 10 no arranca? Soluciones más comunes

Vamos a conocer las razones más comunes por las que Windows 10 no arranca y lo que se puede hacer en cada caso. Comenzaremos explicando las fallas más frecuentes a nivel de hardware y sus soluciones, y después pasaremos a los conflictos a nivel de software. Esperamos que estas ideas abarquen el problema que estás experimentando en tu equipo y te ayuden a encontrar una salida.

Windows 10 no arranca: problemas en el hardware

Clasificar las razones por las que Windows 10 no arranca en función de si proceden del hardware o del software puede ayudarte a identificar la falla más fácilmente. No es lo habitual, pero algunos errores de inicio de Windows son producto de defectos en los elementos que componen el hardware básico del ordenador. Y no es casualidad, ya que Windows 10 es el sistema operativo de una gran cantidad de ordenadores antiguos.

Desconecta tarjetas de memoria y unidades USB

Si tu Windows 10 no arranca sin previo aviso, verifica que no haya unidades USB o tarjetas de memoria conectadas al ordenador. Estas puedes interferir en el proceso de inicio de Windows si la BIOS está configurada para intentar arrancar desde almacenamientos externos. Lo mismo ocurre si tienes un disco en el lector de DVD o Blu-ray.

Por lo tanto, desconecta cualquier unidad USB o tarjeta de memoria que tengas conectadas al ordenador, y haz lo mismo si tienes un disco en el lector. Acto seguido, reinicia el ordenador y, si Windows 10 arranca con normalidad, has resuelto el problema de la manera más sencilla posible.

Ejecuta un diagnóstico del disco duro

Windows 10 lleva unos diez años en circulación, así que es el sistema operativo de muchos ordenadores antiguos. Esto quiere decir que está instalado en equipos que tienen un disco duro como unidad principal de almacenamiento. No sorprende, pues, que algunas razones por las que Windows 10 no arranca estén asociadas a fallos mecánicos en el disco duro o sectores defectuosos.

Por eso, si Windows 10 no arranca con normalidad o tarda mucho en hacerlo, no está de más que ejecutes un diagnóstico de disco duro. Para ello, sigue estos pasos desde el Escritorio de Windows:

1. Abre el Explorador de archivos.
2. Haz clic derecho sobre la unidad de disco duro que quieres analizar y selecciona Propiedades.
3. Ve a la pestaña Herramientas y haz clic en el botón Comprobar de la sección Comprobación de errores.
4. Espera a que el análisis se ejecute y se reparen los errores.

Windows 10 no arranca: conflictos a nivel de software

Los conflictos a nivel de software provocan la mayoría de las fallas por las que Windows 10 no arranca. Estos errores surgen tras la ejecución de una actualización del sistema, después de instalar un programa o por incompatibilidad con algún controlador. En cualquier caso, puedes probar las siguientes soluciones en el orden que aparecen hasta que el problema quede corregido.

Inicia en Modo seguro

El Modo seguro arranca Windows en su configuración más básica, con un conjunto mínimo de archivos y controladores. Si tu Windows 10 no arranca en un inicio normal, pero sí lo hace en modo seguro, significa dos cosas. Por un lado, el sistema operativo funciona correctamente; por otro, hay un programa o controlador que está causando problemas.

La buena noticia es que puedes desinstalar programas y controladores desde el Modo seguro. Lo único que tienes que hacer es entrar en modo seguro de Windows 10, ir al Panel de control y abrir la opción Programas y características. Una vez allí, localiza el o los programas que acabas de instalar o actualizar, y desinstálalos siguiendo las indicaciones del sistema.

Ejecuta la Reparación de inicio

Windows cuenta con una herramienta nativa para analizar y reparar su inicio de forma automática. Se llama Reparación de inicio, y puede ser la solución definitiva para los problemas que impiden que Windows 10 arranque con normalidad. Para ejecutar la reparación de inicio en Windows 10, sigue estos pasos:

1. Reinicia el equipo y accede al menú de arranque presionando la tecla correspondiente (F2, F10 o Del).
2. Una vez dentro del menú de arranque, elige la opción Reparación de inicio.
3. Sigue las instrucciones para iniciar la reparación de inicio y espera a que se ejecute.

Si tienes un medio de instalación de Windows 10 (USB o DVD), lo mejor es que lo utilices para arrancar el sistema y ejecutar la reparación de inicio desde él. Lo único que tienes que hacer es conectar el USB al equipo o insertar el DVD en el lector, y después reiniciar el ordenador y seguir los pasos anteriores.

Restaura el sistema a un punto anterior

Si Windows 10 no arranca después de ejecutar la reparación de inicio, es hora de restaurar el sistema a un punto anterior. Esta acción devuelve al equipo a una configuración pasada en la que todo funcionaba correctamente. Los programas, aplicaciones y configuraciones aplicadas desde ese momento son eliminadas para garantizar un inicio normal. Los pasos para restaurar el sistema a un punto anterior son los siguientes:

1. Para acceder a la pantalla de Recuperación de Windows, enciende el equipo y, en cuanto aparezca el logotipo de Windows, presiona el botón de apagado para interrumpir el proceso. Haz esto dos veces y enciende el equipo por tercera vez.
2. En la pantalla de Recuperación automática, clica en Solucionar problemas y después en Opciones avanzadas.
3. Ahora selecciona la opción Restaurar sistema.
4. Selecciona un punto de restauración en la lista de resultados.
5. Finalmente, clica en Siguiente – Finalizar – Reiniciar.

Reinstala Windows 10

Por último, si Windows 10 no arranca con las soluciones expuestas hasta este punto, quizá ha llegado la hora de reinstalarlo. Esta es la manera más drástica y efectiva de corregir fallos de inicio, lentitud y otros problemas de software. Si consideras que es la mejor alternativa, puedes conseguir toda la información que necesitas en nuestro artículo Cómo reinstalar Windows 10.