La señal verde de la DGT: ¿qué es y cómo te afecta como conductor?

En los últimos meses ha saltado a la palestra una nueva señal de tráfico de la DGT que está dando que hablar entre conductores y expertos en seguridad vial. La señal, circular y con el característico borde verde, sorprende por romper con lo habitual en la señalización de nuestras carreteras y su significado ha generado todo tipo de dudas, sobre todo entre quienes la han visto en países europeos.

Mientras que las señales de borde rojo implican una obligación o prohibición clara –como respetar un límite máximo de velocidad–, la señal con borde verde es diferente: no impone legalmente ningún límite de velocidad, sino que su función es aconsejar cuál es la velocidad óptima para circular por un tramo concreto. Esta diferencia representa un enfoque más orientado a la responsabilidad del conductor que a la imposición de sanciones.

¿Cómo reconocer la señal verde y qué significa?

La nueva señal es circular, con fondo blanco y borde verde, y muestra un número en su interior. Ese número señala la velocidad recomendada para el tramo en cuestión. Por tanto, si superas la velocidad indicada en la señal verde, no serás sancionado: es una recomendación basada en criterios de seguridad vial y no una obligación legal.

Su objetivo es potenciar la conducción segura en puntos especialmente delicados, como zonas escolares, entornos residenciales, tramos con curvas cerradas o visibilidad reducida, entre otros. Se trata de adaptarse a los nuevos retos de la movilidad y a las necesidades que surgen con la evolución de los vehículos y el tráfico urbano.

Aunque la señal con borde verde aún no es oficial en el catálogo español, su uso ya ha sido validado en países como Francia, donde se ha implementado en determinadas carreteras urbanas para fomentar una conducción más pausada sin necesidad de recurrir al castigo o la multa directa.

Jerarquía y convivencia con otras señales

Es importante conocer la jerarquía entre señales para evitar confusiones. Si una señal circular con borde verde coincide en un tramo con una de borde rojo, la de borde rojo siempre tendrá prioridad. Es decir, los límites obligatorios o prohibiciones no se ven modificados por la recomendación de la señal verde; la recomendación nunca sustituye una orden jurídica.

Esta jerarquía responde a la estructura habitual de la normativa de tráfico en España y Europa, según la cual el orden de prioridad en las señales queda de la siguiente manera:

• Indicaciones directas de un agente de tráfico.
• Señales temporales (por ejemplo, en obras o desvíos).
• Semáforos.
• Señales verticales permanentes (aquí entran las de borde rojo y las de borde verde).
• Marcas viales pintadas en la calzada.

Por tanto, si una señal verde y otra roja aparecen juntas, debes cumplir con la roja, que establece la prohibición u obligación legal.

¿Por qué surge esta señal verde ahora?

El auge de la señal verde responde a los cambios en los hábitos de movilidad y las nuevas necesidades del tráfico actual. En entornos donde la estructura de la vía, la presencia de peatones, la climatología o las características urbanas hacen difícil establecer límites obligatorios generales, las recomendaciones pueden ser más efectivas para prevenir accidentes.

La DGT ve en esta señal una herramienta pedagógica que motive a los conductores a circular a velocidades más seguras en tramos concretos, y que además reduce el estrés asociado a la conducción al apostar por la información y la prevención en vez del castigo.

Países como Francia han mostrado buenos resultados con la inclusión de esta señal y, si su implantación sigue dando resultado, pronto podría pasar a formar parte del catálogo español como una alternativa más flexible e informativa de la señalización vial.

Cómo se clasifica la señalización y el papel de la señal verde

En la normativa española, las señales de tráfico se dividen en tres grandes categorías:

• Circulares: suelen indicar prohibiciones, obligaciones y, ahora, recomendaciones si llevan borde verde.
• Triangulares: corresponden a advertencias de peligros en la carretera.
• Cuadradas o rectangulares: orientadas a ofrecer información adicional o direcciones.

El color también tiene su importancia: el rojo señala prohibición o peligro, el azul obligación o información, el amarillo advierte de una situación temporal como obras, el marrón se dedica a información de interés turístico y el blanco es el fondo más neutro para advertencias o informes.

El verde, en el caso de esta nueva señal, rompe con la convención y pasa a indicar una recomendación sobre velocidad, no una obligación. Hay que distinguirlo de las señales verdes de autopistas que informan de salidas o direcciones, ya que no cumplen la misma función.

¿Dónde y cuándo podrás ver la señal verde?

Por ahora, la señal verde todavía no se ha implantado oficialmente en las carreteras españolas. No obstante, la DGT estudia su posible incorporación a medio plazo, como parte del proceso de modernización del catálogo de señales y adaptación a las nuevas formas de movilidad urbana y rural. En países como Francia u otros europeos, probablemente ya se la hayas encontrado en algunas zonas urbanas o residenciales, especialmente donde se busca reducir la velocidad sin recurrir a la imposición legal.

La decisión de incorporar la señal verde busca impulsar una conducción más consciente, adaptada al entorno, y reducir los accidentes en puntos conflictivos sin incrementar la presión sancionadora sobre los conductores.

Así, si eres de los que aprovecha para cruzar la frontera o circular fuera de España, presta atención: fijarte en la señal verde puede ayudarte a anticipar situaciones de riesgo y a ajustar tu velocidad sin que te suponga una sanción si excedes lo recomendado. Se trata de una vía intermedia entre la obligación y la decisión personal, confiando en la responsabilidad compartida entre el conductor y las autoridades viales.