- Valve recupera Steam Machine como mini‑PC de salón fabricada por la propia compañía.
- CPU AMD Zen 4 (6C/12T) y GPU RDNA 3 (28 CUs), 16 GB DDR5 y SSD de 512 GB o 2 TB.
- Objetivo de juego a 4K y 60 FPS con FSR, soporte de trazado de rayos y HDMI‑CEC.
- Lanzamiento a principios de 2026; venta en Europa y España exclusivamente vía Steam, sin precio confirmado.
Valve vuelve a la carga con su consola de salón en formato mini‑PC: consola de salón en formato mini‑PC, buscando un hueco junto al televisor sin renunciar a la flexibilidad del PC. La propuesta quiere competir en el mismo espacio que ocupan hoy PlayStation y Xbox, pero con el ecosistema de Steam por bandera.
La compañía confirma un objetivo ambicioso: jugar a 4K y 60 FPS gracias al reescalado FSR y soporte de ray tracing, en un equipo compacto y silencioso. El lanzamiento está previsto para principios de 2026 y, como ya ocurre con Steam Deck, la compra se realizará de forma directa a través de la tienda de Steam en España y el resto de Europa.
Qué es Steam Machine y por qué vuelve

La primera hornada de Steam Machines no cuajó por limitaciones del software, pero el panorama ha cambiado. Hoy el soporte de SteamOS y la capa Proton han demostrado su valía en Deck, lo que abre la puerta a un dispositivo de salón con menos fricciones y más juegos funcionando de serie.
En esta generación, el enfoque es distinto: diseño cúbico muy compacto, con un sistema de refrigeración pensado para rendir bien incluso encajada en el mueble del salón. Además, habrá pack con el nuevo Steam Controller o compra por separado del mando, manteniendo compatibilidad con periféricos de terceros.
La apuesta también mira a quienes ya usan el ecosistema: guardados en la nube y verificación de títulos se trasladan a este formato, facilitando una experiencia de salón más cercana al “enchufar y listo”.
Especificaciones técnicas confirmadas

- CPU: AMD Zen 4 semipersonalizada, 6 núcleos/12 hilos, hasta 4,8 GHz, 30 W TDP.
- GPU: AMD RDNA 3 semipersonalizada, 28 CUs, frecuencia máxima sostenida de 2,45 GHz, 110 W TDP, 8 GB GDDR6.
- Memoria: 16 GB DDR5 (SODIMM).
- Almacenamiento: SSD NVMe 2230 de 512 GB o 2 TB (según modelo), ranura microSD de alta velocidad.
- Objetivo de rendimiento: 4K/60 FPS con FSR y ray tracing (resolución base habitual 1440p).
- Conectividad inalámbrica: Wi‑Fi 6E (dos antenas) y Bluetooth 5.3, radio de 2,4 GHz dedicada para Steam Controller.
- Puertos: 1 x USB‑C 3.2 Gen 2 (10 Gbps), 2 x USB‑A frontales (USB 3), 2 x USB‑A traseros (USB 2), DisplayPort 1.4, HDMI 2.0, Ethernet 1 GbE.
- Televisión: compatibilidad HDMI‑CEC para control desde el mando de la TV.
- Fuente de alimentación: interna (sin ladrillo externo); consumo estimado del sistema en torno a 200 W.
- Dimensiones: 162,4 × 156 × 152 mm (altura 148 mm sin patas); diseño cúbico compacto con ventilador de 14 cm.
Además de la potencia bruta, Valve subraya la eficiencia: la CPU ronda los 30 W y la GPU los 110 W, con un chasis optimizado para expulsar calor con poca sonoridad. La marca asegura que la máquina ofrece un salto de rendimiento de seis veces respecto a Steam Deck.
Diseño, consumo y refrigeración

El chasis cúbico cabe sin problemas en el mueble del salón y apuesta por una entrada/salida de aire organizada en torno a un ventilador de 14 cm, clave para mantener bajas temperaturas con menos ruido. La idea es aguantar sesiones largas sin sobresaltos térmicos ni rampas sonoras molestas.
Al integrar la fuente en el propio cuerpo, se evitan los adaptadores externos y el cableado es más limpio. Algunos modelos incorporan una barra LED personalizable que refleja estados del sistema (arranque, descargas, actualizaciones) y permite ajustes de color o apagado total si se prefiere discreción.
En mano, y pese al tamaño mínimo, transmite solidez. El peso y el flujo de aire sugieren un sistema de refrigeración generoso, un punto clave para mantener sostenidos los 4K/60 con FSR y ray tracing en títulos modernos.
Conexiones y compatibilidad en el salón

La parte trasera reúne las salidas de vídeo DisplayPort 1.4 y HDMI 2.0, suficientes para jugar en 4K con la tele o con monitores de PC. En el frontal, dos USB‑A de alta velocidad facilitan conectar mandos o almacenamiento, dejando otros dos USB‑A y un USB‑C en la zona posterior para periféricos fijos.
En redes, hay Ethernet Gigabit para sesiones estables y Wi‑Fi 6E para streaming interno o descargas rápidas. El soporte HDMI‑CEC simplifica el uso en el salón permitiendo encender, apagar o controlar menús con el mando de la TV, y las descargas en segundo plano ya están contempladas como en Steam Deck.
La ranura microSD no solo amplía almacenamiento: si ya usas Deck, puedes mover parte de tu biblioteca cambiando la tarjeta entre dispositivos. Y aunque el nuevo Steam Controller encaja como un guante, la consola es compatible con otros mandos y periféricos de PC.
Software: SteamOS, Proton y opción de Windows

Steam Machine llega con SteamOS basado en Linux, interfaz de salón y el soporte de Proton para juegos pensados para Windows. La compañía habilitará un distintivo de compatibilidad similar al de Deck para orientar a los usuarios sobre cómo rinde cada juego en este hardware.
Para quien lo necesite, instalar Windows será posible, ampliando catálogo y usos del equipo; además, conviene revisar la compatibilidad de juegos antiguos en Windows moderno. Siguen presentes funciones ya conocidas como suspensión/reanudación, guardados en la nube, overlays sociales de Steam y perfiles por juego para controlar consumo, resolución o FSR.
Lanzamiento y disponibilidad en España y Europa

Valve apunta a un estreno a principios de 2026 y venderá Steam Machine únicamente a través de la tienda de Steam. No hay precio oficial, aunque la compañía sugiere situarse cerca de otras consolas de sobremesa. En cualquier caso, habrá dos modelos (512 GB y 2 TB), y el mando se podrá comprar en pack o por separado.
Con una propuesta más madura que la de hace una década, la combinación de hardware AMD sitúa a Steam Machine como alternativa real de salón; la clave estará en el precio final en Europa y en cómo de amplia sea la compatibilidad del catálogo en su llegada al mercado.
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