- Dell y otros grandes fabricantes prevén subidas de precios en PCs y portátiles por el encarecimiento de la memoria RAM.
- El coste de la DRAM se ha disparado más de un 170% por la demanda de inteligencia artificial y la escasez de suministro.
- Algunas configuraciones de Dell llegaron a cobrar hasta 550 dólares extra por pasar de 16 GB a 32 GB de RAM.
- Fabricantes alternativos como Framework anuncian aumentos contenidos y más transparentes en sus ampliaciones de memoria.
Los usuarios que estaban pensando en renovar su portátil o sobremesa en los próximos meses se encuentran con un panorama poco alentador. En el sector se da prácticamente por hecho una subida de precios en los equipos de Dell y de otros fabricantes importantes, motivada por un encarecimiento sin precedentes de la memoria RAM y otros componentes internos.
Las principales marcas del mercado profesional y de consumo han empezado a trasladar a distribuidores y empresas que la etapa de relativa estabilidad en el coste del hardware ha terminado. Dell, HP y Lenovo figuran entre los fabricantes que ya han avisado de que sus catálogos se irán ajustando al alza a corto plazo, un movimiento que tendrá impacto tanto en grandes contratos corporativos en Europa como en las compras de particulares.
La tormenta perfecta: DRAM por las nubes y presión de la IA
En el origen de este giro de precios está el mercado de la memoria, donde los chips DRAM han subido más de un 170% en un año. Esta escalada no responde a un simple bache coyuntural, sino a una combinación de escasez de oferta y una demanda desatada de las grandes tecnológicas que están montando centros de datos y servidores específicos para inteligencia artificial.
Los fabricantes de memorias han ido redirigiendo parte de su producción hacia componentes de mayor margen para servidores y aceleradores de IA, dejando menos capacidad disponible para módulos destinados a ordenadores personales. Esa menor disponibilidad se traduce en costes más altos para los fabricantes de PCs, que ahora se ven obligados a repercutir parte de esa subida en sus gamas de portátiles y sobremesas.
Desde el punto de vista del usuario europeo, esto se notará especialmente en las configuraciones con más memoria. Los equipos con 16 GB de RAM podrían mantenerse como estándar durante un tiempo, mientras que las versiones con 32 GB o 64 GB experimentarán los mayores incrementos de precio, encareciendo tanto los modelos de gama media alta como las estaciones de trabajo.
Algunos analistas del sector apuntan a que la volatilidad en el precio de la memoria podría prolongarse durante varios años, con estimaciones que la sitúan más allá de 2028. En este contexto, diversos informes recomiendan no retrasar demasiado las compras de hardware previstas, ya que esperar podría implicar encontrarse con tarifas claramente superiores.
Dell bajo la lupa: polémica por las ampliaciones de RAM
En medio de este clima de tensión, Dell se ha visto envuelta en una polémica por el precio de algunas de sus configuraciones, especialmente en portátiles orientados a productividad y creación de contenidos. La discusión se ha extendido rápidamente por redes sociales y foros especializados, donde se han señalado ampliaciones de RAM que parecían injustificadamente caras frente a la competencia.
Uno de los casos que más revuelo generó fue el de un modelo Dell XPS con procesador Snapdragon X Plus y 16 GB de RAM. En una captura de su tienda online, al elegir la configuración con 32 GB de RAM el sobreprecio ascendía a unos 550 dólares, una cifra muy por encima de lo que habitualmente cuesta ese salto de memoria incluso en marcas premium.
Las comparaciones no tardaron en llegar. En el ecosistema de portátiles de alta gama, Apple cobraba cerca de 400 dólares por una ampliación similar de RAM en algunos de sus equipos, lo que sirvió para ilustrar hasta qué punto la propuesta de Dell llamaba la atención. La diferencia reforzó la percepción de que la escasez de memoria estaba derivando en estrategias de precios muy agresivas.
Poco después, la propia web de Dell mostraba un coste adicional muy distinto. En la configuración actualizada del mismo equipo, el salto a 32 GB aparecía con un incremento de aproximadamente 150 dólares, una cifra mucho más en línea con las ampliaciones habituales de memoria en el sector. Este ajuste levantó dudas sobre si el primer precio era fruto de un error puntual, de una combinación de mejoras de hardware más amplia o de un experimento comercial poco afinado.
El episodio ha dejado un poso de desconfianza entre parte de los consumidores más informados, que ahora se fijan con lupa en las opciones de ampliación y las comparan con alternativas de otros fabricantes. Aun así, el contexto de fondo sigue siendo el mismo: la RAM se ha convertido en uno de los puntos más delicados en la configuración de un PC, tanto por disponibilidad como por precio.
Framework y otros fabricantes marcan distancias con Dell
La reacción no se ha limitado a los usuarios finales. Compañías más pequeñas, como Framework, han aprovechado para marcar perfil propio frente a la política de precios de Dell y del resto de grandes marcas. Esta empresa, centrada en portátiles modulares y reparables, se ha mostrado muy crítica con lo que considera subidas excesivas aprovechando la coyuntura del mercado.
Framework ha admitido abiertamente que también se verá obligada a subir el precio de sus portátiles y de sus módulos de RAM por el aumento de costes de los proveedores. Sin embargo, asegura que intentará contener al máximo los incrementos y evitar convertir la escasez actual en una excusa para disparar los márgenes de beneficio a costa del usuario.
La compañía ha llegado incluso a publicar una referencia detallada de los suplementos que aplicará a cada configuración de memoria, algo poco habitual entre los grandes fabricantes. En su catálogo se contemplan, por ejemplo, módulos DDR5 5600 de 8 GB con un recargo de 40 dólares, opciones de 16 GB con incrementos de 80 dólares y kits de 32 GB (2 x 16 GB) con un sobreprecio de 160 dólares.
Estas cifras, sin dejar de suponer un aumento palpable, resultan mucho más moderadas que los casos públicos atribuidos a Dell, y se alinean mejor con la subida real del coste de los componentes. De este modo, Framework intenta diferenciarse con una política de transparencia de precios y un mensaje claro: trasladar solo una parte del problema al cliente final en lugar de repercutirlo por completo.
Este contraste entre la estrategia de los grandes fabricantes tradicionales y la de empresas más pequeñas está alimentando un debate más amplio sobre hasta qué punto parte de la industria está aprovechando la situación para mejorar sus márgenes bajo el paraguas de la escasez de componentes.
Impacto en empresas, administraciones y usuarios europeos
Para el mercado europeo, y especialmente para países como España donde Dell tiene una fuerte presencia en el sector profesional, la subida de precios llega en un momento delicado. Muchas empresas y administraciones públicas estaban inmersas en procesos de renovación de flotas de ordenadores tras varios años de teletrabajo, actualizaciones de sistemas y ciclos de sustitución atrasados.
La perspectiva de incrementos de hasta un 20% en determinadas líneas de producto obliga a replantear presupuestos y calendarios de compra. Al tratarse de contratos voluminosos, cualquier variación de precio en configuraciones con más RAM o almacenamiento se traduce en miles de euros adicionales, lo que lleva a priorizar algunas adquisiciones sobre otras o a optar por especificaciones más modestas.
En el ámbito del usuario doméstico, la situación se percibe de forma algo distinta pero igualmente sensible. Muchos consumidores, acostumbrados a ver ofertas agresivas en portátiles y sobremesas, se encuentran ahora con que los equipos con 32 GB de RAM o más se disparan de precio, empujándoles a valorar si realmente necesitan tanta memoria o si les basta con configuraciones intermedias.
Los expertos en hardware subrayan que, para un uso general y ofimático, 16 GB siguen siendo suficientes en la mayoría de los casos, especialmente si el sistema está bien optimizado y se combina con un SSD rápido. No obstante, quienes trabajen con edición de vídeo, diseño 3D, múltiples máquinas virtuales o herramientas pesadas de IA local seguirán necesitando cantidades superiores de memoria, por lo que la subida les afectará de lleno.
Desde el punto de vista logístico, los distribuidores europeos también están intentando adelantarse a futuros encarecimientos. Algunas cadenas y tiendas especializadas están reforzando su stock de equipos y módulos de RAM antes de que se apliquen nuevas listas de precios, aunque esa estrategia también entraña riesgos si la demanda no acompaña.
¿Conviene adelantar la compra de un PC o esperar?
Con la información disponible, muchas personas y organizaciones se plantean si es mejor comprar ahora o aguardar a que el mercado se estabilice. Las previsiones que apuntan a que la inestabilidad de los precios de la memoria podría prolongarse varios años inclinan a bastantes analistas a recomendar no retrasar demasiado las inversiones ya planificadas.
En el caso de equipos Dell y de otros grandes fabricantes, la recomendación más repetida es que, si se necesita un ordenador para trabajar o estudiar a corto plazo, no merece la pena esperar a que bajen los precios, porque no hay garantías de que eso vaya a ocurrir en el medio plazo. Por el contrario, si se trata de una compra puramente opcional, podría tener sentido valorar opciones con menos RAM de serie y dejar la ampliación para más adelante, cuando el usuario pueda instalar módulos por su cuenta si el diseño del equipo lo permite.
Para quienes dependan de configuraciones muy concretas distribuídas de forma oficial, lo prudente es comparar detenidamente las distintas opciones de ampliación que ofrecen los fabricantes y estudiar si compensa pagar el extra que piden por más memoria, o si es mejor saltar a una gama inmediatamente superior donde ese sobreprecio sea proporcionalmente menor.
El debate también está llegando al terreno regulatorio, con voces que piden mayor transparencia en las estructuras de precios de los PCs y portátiles vendidos en Europa. Aunque por ahora no hay medidas específicas en marcha, no se descarta que, si el descontento aumenta, puedan surgir iniciativas para vigilar más de cerca posibles abusos en el contexto de la escasez de componentes.
El escenario que se dibuja es el de un mercado de ordenadores en el que la memoria RAM pasa a ser un factor crítico tanto técnica como económicamente. Dell se encuentra en el centro de las miradas por el peso que tiene en el segmento profesional y de consumo, pero el problema es mucho más amplio y afecta a toda la industria. Quien tenga previsto renovar su equipo en España o en el resto de Europa hará bien en informarse a fondo, revisar las configuraciones con calma y valorar si es el momento de comprar o de ajustar expectativas en cuanto a prestaciones y presupuesto.
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