¿Cómo saber si mi cable USB-C es de carga rápida?

Poco a poco, el conector USB-C se ha ido imponiendo como el estándar universal para carga y transferencia de datos. De hecho, ya está presente en casi todos los nuevos dispositivos que son lanzados al mercado. Sin embargo, no todos los modelos son iguales. ¿Cómo saber si mi cable USB-C es de carga rápida?

La pregunta es apropiada, ya que no todos los cables y conectores USB de tipo C soportan carga rápida. Para arrojar algo de luz a esta cuestión, en este post vamos a analizar primero en qué consiste exactamente esta tecnología y cómo calibrar la capacidad de carga de nuestro cable.

La carga rápida

La tecnología de carga rápida (Fast Charging) para dispositivos electrónicos lleva más de una década entre nosotros, pero es ahora cuando su uso se ha generalizado de verdad. Como su propio nombre indica, lo que nos ofrece es la posibilidad de recargar nuestros móviles y otros aparatos en mucho menos tiempo del que se necesita con los métodos tradicionales.

Por ejemplo, frente a los antiguos cargadores de 5 W, la carga rápida maneja una potencia que va desde los 18 W a los 100 W, aunque eso depende sobre todo de dispositivo, el adaptador de corriente y del cable. Estas son algunas de las tecnologías Fast Charging más populares:

• Quick Charge (QC), desarrollado por Qualcomm y muy utilizado en dispositivos Android.
• USB Power Delivery (USB-PD), el estándar universal para USB-C y también el más rápido.

Hay que señalar también que ciertos fabricantes, como OnePlus o Huawei, han desarrollado sus propias versiones de carga rápida y que solo funcionan con cables y cargadores específicos.

Para que un cable USB-C pueda funcionar con carga rápida debe contar con el diseño y los materiales adecuados. Los cables, por ejemplo, deben poder manejar una corriente de 3 amperios (A) o más, superior en cualquier caso a la capacidad de los cables estándar, que suelen estar limitados a 2 amperios. También deben incluir chips internos que regulen la transferencia de energía de manera segura.

Métodos para saber si un cable USB-C es de carga rápida

Es importante saber que se puede utilizar un cable USB-C que no sea compatible con carga rápida. No hay peligro para nuestro dispositivo, ahora bien, nos vamos a encontrar con algunos problemas, como una carga más lenta y el riesgo de sobrecalentamiento.

Por suerte, existen varios métodos para responder a la pregunta de cómo saber si un cable USB-C soporta carga rápida. Estos son los más prácticos y fiables:

Fijarse en las etiquetas

Muchos cables USB-C  incluyen logotipos o etiquetas que indican su compatibilidad con carga rápida. Por ejemplo, podemos encontrarnos con la etiqueta oficial USB-IF Certified o bien con indicadores de «Fast Charge» o «Quick Charge» que nos ayudarán a salir de dudas.

Revisar las especificaciones del cable

Esta es la forma más simple y directa de salir de dudas: verificar las especificaciones del cable, las cuales se pueden encontrar en el propio cable o bien en la página del fabricante. Los datos técnicos que nos interesan son los amperios (A) y el voltaje (V), ya que multiplicándolas obtendremos la potencia en vatios (W). Por ejemplo, la potencia de un cable que soporta 3 A y 20 V es de 60 W.

Utilizar herramientas de medición

Si la información que buscamos no aparece en el cable USB-C, se puede recurrir a la ayuda de herramientas externas. Por una parte, tenemos los cargadores inteligentes, los cuales incorporan pantallas o indicadores que os pueden confirmar si hay carga rápida o no. Por otro lado, están los medidores USB, dispositivos se conectan entre el cargador, el cable y el dispositivo, mostrando en tiempo real la cantidad de corriente y voltaje que pasa a través del cable.

El método casero: comparar tiempos de carga

Por último, si la información no está a nuestro alcance y no disponemos de ningún dispositivo externo de medición, siempre os queda la opción de recurrir al «método casero». Este consiste en realizar una prueba de tiempo utilizando diferentes cables. Es un sistema rudimentario, pero nos puede ser de ayuda en muchos casos. Básicamente, se trata de comparar los tiempos de carga y verificar que hay un cable que carga nuestro dispositivo en menos tiempo que los otros.

Como hemos visto aquí, determinar si un cable USB-C es de carga rápida no es demasiado complicado. Tenemos varios modos de hacerlo: verificando las especificaciones, utilizando herramientas de prueba… Incluso realizando pruebas comparativas por nuestra cuenta. Todo con el fin de asegurarnos de que estamos utilizando un cable que realmente aprovecha las capacidades de carga de nuestros dispositivos al máximo.

Dicho esto, parece lógico llegar a la conclusión de que, a la hora de comprar, vale la pena gastarse un poco de dinero en un cable USB-C de calidad. Con eso no solamente conseguiremos cargas más rápida, sino también más seguras. ¡Hay que elegir bien!