- Placa con arquitectura de doble cerebro: procesador para Linux y microcontrolador en tiempo real.
- Soporta Linux Debian y flujos de IA; App Lab unifica desarrollo en RTOS, Linux, Python e IA.
- Conectividad Wi‑Fi 5, Bluetooth 5.1 y USB‑C; opciones de 2/4 GB de RAM y 16/32 GB eMMC.
- Formato UNO compatible con shields y enfoque abierto con licencias de hardware y software libres.
La nueva placa Arduino UNO Q inaugura una etapa en la gama UNO al combinar, en el mismo dispositivo, un microprocesador capaz de ejecutar Linux Debian y un microcontrolador orientado a tareas deterministas. Este enfoque de «doble cerebro» acerca a estudiantes, makers y profesionales una plataforma más versátil para proyectos conectados, robótica, visión y automatización.
El lanzamiento llega en el marco de la colaboración con Qualcomm, y supone la llegada de un UNO mucho más ambicioso sin renunciar al ADN abierto de Arduino. La idea es ofrecer potencia de cómputo y control en tiempo real en un formato familiar, con herramientas que faciliten el desarrollo desde el primer prototipo hasta la fase de producto.
Qué es Arduino UNO Q y a quién va dirigido
UNO Q es un SBC compacto que integra un microprocesador compatible con Linux Debian junto a un microcontrolador para control en tiempo real. Esta combinación permite ejecutar aplicaciones de alto nivel (por ejemplo, interfaces gráficas, servicios de conectividad o lógica de IA) y, a la vez, mantener bucles de tiempo crítico para sensores, actuadores o protocolos industriales.
Por su enfoque, encaja en educación, prototipado rápido, IoT y entornos profesionales donde hace falta un equilibrio entre facilidad de uso y capacidades avanzadas. La comunidad de Arduino, con más de 30 millones de usuarios, encuentra así una placa de propósito general que sirve tanto en el aula como en la planta de producción.
El diseño respeta el clásico formato UNO y añade conectores de alta velocidad, lo que facilita reutilizar accesorios y aprovechar shields existentes sin perder opciones modernas de expansión. Para muchos desarrolladores, es una forma cómoda de dar el salto a Linux y a la IA en el borde sin partir de cero.
Arquitectura de doble cerebro
El «cerebro Linux» lo pone el Qualcomm Dragonwing QRB2210, un MPU preparado para ejecutar un entorno Debian completo y acelerar cargas de trabajo modernas, incluidas aplicaciones de inteligencia artificial. La solución gráfica y el conjunto de núcleos ofrecen margen para interfaces y procesamiento local sin depender continuamente de la nube.
Como contraparte, el microcontrolador STM32U585 se encarga de las tareas en tiempo real y de bajo consumo. Este MCU permite gestionar periféricos con latencias predecibles y admite RTOS como Zephyr, coordinándose con el procesador Linux para mantener separados los dominios «duros» y «blandos» de la aplicación.
La comunicación entre ambos mundos está pensada para que el desarrollador sincronice lógica de usuario y procesos críticos con un flujo sencillo. De este modo, se pueden orquestar pipelines de visión, audio o control motor, dejando en el MCU los lazos deterministas y en el MPU las tareas intensivas o con pila completa de sistema.
Quien lo necesite puede trabajar con servicios y librerías de Linux, contenedores y herramientas familiares de escritorio, mientras mantiene el microcontrolador dedicado a tiempo real. Esta separación de responsabilidades simplifica la integración y reduce la complejidad de muchos proyectos.
Conectividad e interfaces
La placa llega con Wi‑Fi 5 y Bluetooth 5.1, además de un puerto USB‑C para datos y alimentación. En almacenamiento incluye eMMC de 16 GB o 32 GB y opciones de memoria LPDDR4 de 2 GB o 4 GB, un salto claro respecto a lo habitual en placas educativas.
En el apartado de expansión, UNO Q mantiene los encabezados clásicos del formato UNO y suma conectores de alta velocidad. A nivel de buses, ofrece interfaces como I2C/I3C, SPI, PWM, CAN, UART, GPIO y ADC, lo que facilita integrar sensores, actuadores y módulos de comunicación adicionales.
Para proyectos multimedia, hay soporte para cámaras y audio, con compatibilidad para cámaras USB y MIPI CSI según el caso de uso. La salida hacia pantallas y periféricos puede gestionarse a través de USB‑C, de modo que la placa también puede funcionar de forma autónoma conectando monitor, teclado y ratón.
Todo ello llega en el tamaño clásico de UNO (aprox. 68,85 × 53,34 mm), manteniendo la filosofía de una placa pequeña, versátil y lista para crecer con cada proyecto.
Software, IA y el nuevo App Lab
Además del IDE tradicional, Arduino estrena App Lab, un entorno unificado que permite fusionar flujos de trabajo en tiempo real, Linux, Python e IA. La meta es que el desarrollo sea más directo, con menos saltos entre herramientas y una curva de aprendizaje suave para quienes vienen del mundo maker.
La placa está pensada para proyectos de visión e inferencia de sonido en el borde, con integración con plataformas como Edge Impulse para detectar personas, clasificar imágenes o reconocer palabras clave. Esto abre puertas en domótica, mantenimiento predictivo o seguridad perimetral sin depender de servidores externos.
Fiel a su filosofía, Arduino mantiene el enfoque abierto: los esquemas y diseños de hardware se publican bajo licencia CC BY‑SA 4.0 y el software (incluido App Lab) bajo GPLv3 y MPL. Para la comunidad, esto implica transparencia, reutilización y la posibilidad de auditar y adaptar cada pieza.
Quienes ya trabajan con Arduino encontrarán compatibilidad con herramientas conocidas y la opción de escalar prototipos a producto con un stack moderno. El objetivo es acelerar el ciclo de diseño sin perder control sobre cada componente del sistema.
Disponibilidad y hoja de ruta
UNO Q se lanzará en dos configuraciones principales: 2 GB de RAM con 16 GB eMMC y 4 GB de RAM con 32 GB eMMC. La comercialización está prevista para octubre, con un plan de distribución que incluye la tienda oficial y los canales habituales de los productos Arduino.
Desde la organización se subraya que la marca, las herramientas y el espíritu abierto seguirán intactos. El acuerdo con Qualcomm busca ampliar alcance y aportar recursos para que el ecosistema crezca sin cerrar puertas a otros fabricantes de microcontroladores o procesadores.
UNO Q llega como primer paso de una hoja de ruta que apunta a más herramientas de software y nuevas placas orientadas a IA e informática en el borde. La comunidad dispondrá de soporte extenso, documentación y vías para llevar sus desarrollos a entornos profesionales.
Con esta placa, Arduino combina una arquitectura dual madura con conectividad moderna, factor de forma conocido y herramientas abiertas, un conjunto que simplifica pasar de la idea al prototipo y del prototipo al despliegue, tanto en el aula como en la industria.
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