Diseñar o actualizar un PC Gaming no es cualquier cosa. Hay un montón de aspectos que debemos tener en cuenta si queremos disponer de una máquina que responda a nuestras necesidades. Por ejemplo, es muy importante elegir la tarjeta gráfica adecuada y saber exactamente cuánta VRAM (Video Random Access Memory) se necesita.
La VRAM, también llamada memoria de vídeo, se encarga de almacenar efectos, texturas y otros datos visuales básicos para garantizar el rendimiento gráfico y la mejor experiencia de juego posible. En los siguientes párrafos vamos a analizar todo esto en profundidad.
¿Qué es la VRAM?
Dentro de la tarjeta gráfica, la VRAM (en español, «Memoria gráfica de acceso aleatorio») es una sección de memoria específicamente dedicada a procesar y almacenar datos visuales. Se distingue de la RAM del sistema en el propósito final de su diseño: poder manejar operaciones gráficas de alta velocidad.
La VRAM funciona como una especie de arquitectura paralela. La ventaja de esto es que nos permite un acceso y una manipulación más rápidos de los datos (lo cual es esencial cuando hablamos de juegos en tiempo real). La amplitud del ancho de banda y la baja latencia de la VRAM se combinan para proporcionar a nuestro equipo un rendimiento gráfico fluido y sin retrasos. Ideal para gaming.
De esta manera, cuanto mayor sea la VRAM de una tarjeta gráfica, más datos podrá almacenar sin necesidad de tener que recurrir al disco duro o la RAM del sistema. Esto se traduce inevitablemente en una notable mejora en el apartado de rendimiento gráfico.
Cuando una tarjeta gráfica se queda sin VRAM, el sistema se ve obligado a trabajar con la memoria RAM principal. Es entonces cuando aparece el riesgo de sufrir molestias como el stuttering (cuando la imagen «tartamudea») y tiempos de carga más largos, entre otras.
Tipos de VRAM por capacidad
Existen diferentes tipos de VRAM. La elección depende de las necesidades de cada jugador. Estas son las más usadas:
- 2 GB, adecuado para juegos muy ligeros o antiguos, es decir, con requisitos menos exigentes. Aun así, es una cantidad baja que no evita que se produzcan caídas de rendimiento.
- 4 GB, indicado para juegos en 1080p con configuraciones medias o altas. Puede ser insuficiente en el caso de juegos recientes que utilicen texturas de alta calidad.
- 6 GB, suficiente para juegos en 1080p con configuraciones altas e incluso para algunos títulos en 1440p (2K), que es en estos momentos la resolución más popular. Es una de las opciones más utilizadas.
- 8 GB. Para juegos en 1440p con configuraciones altas y juegos en 4K con configuraciones medias. Funciona bien con casi todos los juegos actuales.
- 10-12 GB. Ideal para juegos en 4K con configuraciones altas con efectos avanzados, los cuales demandan considerables cantidades de VRAM debido a la gran cantidad de píxeles que se renderizan.
- 16 GB o más. Una opción premium a la que se le puede sacar provecho más allá del Gaming, pues también nos sirve par atareas como por ejemplo la edición de vídeo profesional.
En definitiva, la cantidad de VRAM que un jugador va a necesitar en su tarjeta gráfica depende de varios factores. Los más importantes: la resolución de los juegos que habitualmente se juegan y sus configuraciones gráficas. Como regla general, una capacidad entre 6 GB y 8 GB es suficiente en el caso de resoluciones de 1080p o 1440p. Por encima de estas cifras es conveniente optar por tarjetas gráficas con 10 GB o 12 GB de VRAM.
¿Cómo saber la cantidad de VRAM que necesito?
Esta es la principal duda de cualquier gamer, sea cual sea su nivel. Para arrojar algo de luz a la cuestión, allá van algunos consejos prácticos a la hora de para elegir la cantidad adecuada de VRAM:
- Infórmate bien de los requisitos de los juegos. En la ficha técnica de cada título suelen detallarse los requisitos recomendados de VRAM.
- Fíjate en la resolución y las configuraciones gráficas. Para jugar en 1080p no se necesitan más de 6-8 GB de VRAM. En cambio, para juegos 1440p o 4K, una tarjeta con 8-12 GB sería más apropiada.
- Considera si vas a usar mods para mejorar las texturas o añadir nuevos elementos visuales, pues en esos casos necesitarás más VRAM.
- Piensa a largo plazo. Los nuevos juegos que aparecen son cada vez más exigentes para nuestros PCs. Por eso vale la pena elegir una tarjeta gráfica con VRAM ligeramente superior a lo que necesitas, para que pueda serte útil durante varios años.
Por último, aunque no menos importante, hay que saber cuánto dinero quieres (o puedes) gastar. A veces, no es necesario decantarse por la opción más cara. La clave es saber cuál es la cantidad de VRAM que se necesita.
En cualquier caso, siempre debemos considerar nuestras necesidades actuales y futuras a fin de elegir la tarjeta gráfica ideal para disfrutar de una experiencia de juego plena y fluida.
Redactor especializado en temas de tecnología e internet con más de diez años de experiencia en diferentes medios digitales. He trabajado como editor y creador de contenidos para empresas de comercio electrónico, comunicación, marketing online y publicidad. También he escrito en webs de economía, finanzas y otros sectores. Mi trabajo es también mi pasión. Ahora, a través de mis artículos en Tecnobits, intento explorar todas las novedades y nuevas oportunidades que el mundo de la tecnología nos ofrece día a día para mejorar nuestras vidas.