- Apple rediseñará la app Salud del iPhone con un asistente de IA personalizado como parte de iOS 19.4.
- El nuevo sistema combinará datos del Apple Watch y otros dispositivos para ofrecer recomendaciones de salud específicas.
- Se incluirán funcionalidades como control nutricional, análisis de ejercicio y contenidos educativos de expertos médicos.
- Apple no presentará su asistente de salud como un dispositivo médico, sino como una herramienta preventiva orientativa.
La compañía Apple está trabajando en una transformación profunda de su ecosistema de salud digital, con planes de lanzar una versión renovada de su app Salud que integrará inteligencia artificial para ofrecer consejos médicos personalizados. Esta iniciativa, que se prepara para debutar con iOS 19.4 en la primavera de 2026, promete convertir el iPhone y el Apple Watch en herramientas más activas en la prevención y gestión del bienestar físico y mental de sus usuarios.
Desde hace años, los dispositivos de Apple han recopilado datos relacionados con salud y actividad física, pero esta nueva fase pretende ir más allá del simple almacenamiento. La intención de la empresa es traducir esa información en acciones prácticas mediante un asistente de salud virtual capaz de sugerir mejoras en los hábitos del usuario o alertar sobre posibles señales de enfermedades. Todo ello, basado en la tecnología de inteligencia artificial y respaldado por profesionales del campo sanitario.
Un “médico virtual” en el bolsillo
La nueva app Salud tendrá como columna vertebral un sistema digital bautizado internamente como «Project Mulberry», que introducirá un asistente digital similar a un médico personal. No se trata de sustituir a los profesionales, sino de ofrecer una guía preventiva que traduzca los datos recogidos por dispositivos como el iPhone, Apple Watch o incluso los AirPods en recomendaciones específicas para cada usuario.
Este asistente utilizará múltiples fuentes de información: desde el ritmo cardíaco y la calidad del sueño hasta la movilidad corporal o la frecuencia del ejercicio. Con ello, propondrá acciones concretas, rutinas de actividad física, sugerencias nutricionales o incluso alertará si detecta patrones que podrían asociarse con alguna dolencia. Estos avances en la salud digital son similares a funcionalidades de otras aplicaciones de salud.
Apple ha reunido un equipo multidisciplinar formado por médicos, nutricionistas, expertos en salud mental y fisioterapeutas que han trabajado tanto en el desarrollo de los algoritmos como en la creación de contenido educativo complementario. La idea es que la app pueda mostrar vídeos o explicaciones detalladas cuando se detecten anomalías, con el objetivo de empoderar al usuario mediante la información.
El objetivo a largo plazo de Apple es facilitar el autocuidado con herramientas fiables, sin reemplazar en ningún momento la función del médico. De hecho, la app no se presentará como un dispositivo médico, y Apple recalca que todas las recomendaciones deben tomarse como orientaciones generales, no diagnósticos firmes.
La alimentación y el ejercicio también juegan un papel clave
Otro apartado importante que Apple incorporará en esta renovación es el seguimiento de la alimentación. Aunque la app ya permitía introducir algunos datos nutricionales, la nueva versión permitirá registrar con mayor nivel de detalle los alimentos consumidos, incluyendo información sobre calorías, grasas, azúcares y otros valores clave para controlar la dieta, lo que se relaciona con las mejores aplicaciones de salud y bienestar.
Esta funcionalidad podría situar a Apple frente a aplicaciones consolidadas como MyFitnessPal, FatSecret o MyNetDiary, ya que integraría directamente el control alimentario con otros aspectos de la salud del usuario. Todo ello mediante una interfaz más intuitiva, diseñada para hacer que registrar lo que comemos no se convierta en una tarea pesada.
Además de los consejos nutricionales, la app trabajará de la mano con Apple Fitness+, permitiendo que los entrenamientos físicos se ajusten en función del estado general de salud de la persona. Incluso se plantea utilizar las cámaras del iPhone para corregir la forma en la que se realizan algunos ejercicios, aportando un plus de utilidad para quienes hacen deporte desde casa.
El seguimiento de las rutinas de ejercicio también tendrá un enfoque personalizado. Si la app detecta, por ejemplo, una vida sedentaria combinada con un aumento de grasa corporal, el asistente podría recomendar actividades específicas para mejorar la condición física del usuario.
Dispositivos más inteligentes con mejor integración
Apple quiere aprovechar todo el ecosistema de sus dispositivos para alimentar el asistente digital. El iPhone y el Apple Watch seguirán siendo las principales fuentes de datos, gracias a sus sensores de pulso, movimiento, sueño y más. Pero también se contemplan otros gadgets, como los Powerbeats Pro 2 y los futuros AirPods Pro 3, que podrían contar con sensores capaces de registrar pulsaciones durante el uso cotidiano.
Estos nuevos elementos permitirán una visión más amplia y detallada del estado de salud de cada persona, abriendo la puerta a un nivel de personalización que hasta ahora solo se veía en centros especializados. Al combinar estos datos con la IA, el sistema podrá identificar patrones, advertencias o tendencias antes de que el usuario siquiera note que algo va mal. Este enfoque se asemeja a las aplicaciones de salud que se utilizan en entornos tecnológicos avanzados.
Incluso se ha planteado utilizar las cámaras traseras del iPhone para analizar posturas durante los entrenamientos o evaluar la técnica de ejercicios físicos, de manera que se logre una experiencia integral y más segura para quienes se ejercitan solos.
Para reforzar esta visión de asistencia cercana, Apple planea incluir vídeos explicativos de expertos en áreas como la cardiología, la salud mental, la fisioterapia o la nutrición. Estos contenidos estarán disponibles según las necesidades detectadas por la IA, lo que permitirá una atención más directa sin necesidad de buscar fuera de la plataforma.
Un enfoque ambicioso que requiere precisión
Si bien Apple tiene la capacidad tecnológica para llevar a cabo esta apuesta, el grado de exigencia será alto. Al tratar con la salud, cualquier fallo en los consejos, registros o análisis podría suponer un riesgo reputacional importante. Por eso, la compañía está probando el sistema exhaustivamente utilizando datos internos antes de abrirlo al público general.
Ya se ha comentado que gran parte del entrenamiento de la IA se ha realizado con información de empleados, lo que permite probar los sistemas en vida real, pero en entorno seguro. La fecha prevista de lanzamiento, coincidiendo con iOS 19.4 en primavera de 2026, deja margen para seguir afinando el sistema y evitar errores como los que provocaron el retraso de la nueva Siri.
Apple no presentará oficialmente estas funciones como herramientas médicas ni dará diagnósticos definitivos, pero la expectativa de que puedan mejorar la calidad de vida es alta. Por ello, expertos advierten que, pese a su potencial, el usuario debe seguir acudiendo a un médico cuando existan sintomas o alteraciones importantes.
Este tipo de herramientas puede convertirse en un apoyo eficaz, pero en ningún caso deberían sustituir el criterio clínico profesional. El reto de Apple será alcanzar ese equilibrio entre utilidad real y responsabilidad tecnológica.
¿Qué podemos esperar del futuro de la salud digital en Apple?
Este movimiento de Apple refuerza su apuesta por convertir sus dispositivos en plataformas de salud diaria. Más allá del entretenimiento o la productividad, el iPhone y sus accesorios podrían desempeñar un papel central en el control y la prevención de enfermedades.
La llegada de un asistente médico digital personalizado, conformado por inteligencia artificial y contenido creado por profesionales sanitarios, marca un nuevo paradigma. Las posibilidades son amplias: desde el análisis del estado físico diario hasta la detección precoz de condiciones de salud, pasando por consejos sobre nutrición, sueño o actividad física.
Si el proyecto da los frutos esperados, podría cambiar la relación entre las personas y su salud, acercando el autocuidado a través de herramientas más intuitivas y conectadas. Una propuesta que, aunque ambiciosa, refleja una tendencia global hacia un modelo más preventivo, digital y accesible de la medicina cotidiana.
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