- Google Cloud sufrió una caída masiva que dejó fuera de servicio a plataformas como Spotify, Discord, Google Meet y Gmail durante varias horas el 12 de junio de 2025.
- El fallo impactó a millones de usuarios y empresas en todo el mundo y produjo problemas en servicios basados en la nube, incluyendo interrupciones escalonadas y microcortes en múltiples regiones.
- Cloudflare y otros grandes proveedores también experimentaron dificultades, contribuyendo a una reacción en cadena que afectó a cientos de webs y servicios digitales.
- Google y Cloudflare confirmaron la incidencia, ofreciendo actualizaciones y trabajando activamente en la recuperación, aunque la causa inicial apunta a fallos en la infraestructura cloud y ruteo.
Una caída global en los servicios de Google Cloud sacudió internet el 12 de junio de 2025, interrumpiendo el acceso a plataformas esenciales y dejando a millones de personas y empresas sin la posibilidad de utilizar servicios tan cotidianos como Spotify, Discord, Google Meet, Gmail y YouTube. El fallo técnico comenzó a ser visible para los usuarios poco antes de las 13:00 horas y rápidamente se extendió por América, Europa y Asia, generando situaciones de caos digital e inactividad en negocios, entretenimiento y comunicación personal.
La avalancha de reportes en Downdetector y otras plataformas evidenció la magnitud de la incidencia. Solo en Spotify se contabilizaron más de 44.000 quejas en Estados Unidos y Google Cloud acumuló miles de incidencias en pocas horas. La interrupción afectó tanto a usuarios particulares como a empresas que dependen de la nube para operar, complicando tareas desde la gestión de archivos hasta la realización de conferencias y el acceso a correos electrónicos.
Impacto y reacciones de usuarios y empresas
El incidente tuvo eco inmediato en redes sociales, donde #SpotifyDown y términos relacionados se convirtieron en tendencia. Usuarios de todo el mundo narraron su frustración e incredulidad ante la imposibilidad de acceder a servicios habituales. Empresas e infraestructuras tecnológicas que dependen directamente de Google Cloud también se vieron sumamente perjudicadas, desde plataformas como Google Meet y Drive hasta desarrolladores y pequeños negocios que utilizan la nube como base de su operativa diaria. La dependencia de los servicios cloud ha aumentado la vulnerabilidad ante fallos como este.
La interrupción afectó a productos clave de Google (como Gmail, Google Cloud, Meet y Drive), pero también a otras plataformas conectadas como Discord, OpenAI, Snapchat, Cloudflare y servicios de streaming y gaming (incluyendo Pokémon Go y Rocket League). En algunos países, incluso bancos y servicios críticos empresariales reportaron interrupciones parciales, demostrando la enorme dependencia de la infraestructura cloud en el entorno digital actual.
Especialmente notable fue la paralización de Cloudflare, una de las redes de distribución de contenidos y proxys más importantes del mundo, que también experimentó problemas derivados de la caída de Google Cloud. Las incidencias en Cloudflare afectaron a cientos de miles de webs y aplicaciones, generando una reacción en cadena que se dejó sentir en todos los rincones del internet.
Posibles causas de la caída: hipótesis y primeras explicaciones
Aunque en las primeras horas tras la caída las causas exactas no estaban totalmente confirmadas, Google informó que la infraestructura central de su nube había sufrido un fallo. El equipo técnico identificó el origen del problema y comenzó a implementar medidas para restaurar los servicios, centrando los esfuerzos en regiones especialmente golpeadas como la zona centro de Estados Unidos y partes de Europa y Latinoamérica.
Entre las teorías inicialmente consideradas, algunos expertos señalaron un posible fallo de ruteo BGP (Border Gateway Protocol) afectando a carriers troncales de internet y propagándose a los centros de datos de los gigantes tecnológicos. Otros apuntaron a incidencias en servicios externos de los que dependen Cloudflare y Google Cloud, incluyendo la interrupción de Workers KV de Cloudflare, aunque la propia Cloudflare descartó que se tratara de un ciberataque, aclarando que la causa era un problema técnico en la infraestructura de terceros.
Google fue publicando actualizaciones en sus canales oficiales y en la página de status, indicando que a lo largo de la tarde la situación empezó a normalizarse por regiones, aunque algunos usuarios siguieron reportando microcortes o acceso intermitente. Las compañías insisten en que siguen trabajando activamente para garantizar la completa restauración de todos los servicios y minimizar futuras incidencias.
El impacto global y la dependencia de la nube
El fenómeno ha puesto de manifiesto la enorme dependencia que tiene el ecosistema digital de los servicios en la nube y de grandes proveedores como Google Cloud y Cloudflare. Muchas empresas han tenido que buscar soluciones alternativas para mantener sus operaciones, recurriendo a plataformas como Outlook, OneDrive, Microsoft Teams o ProtonMail hasta que todo vuelva a la normalidad.
La incidencia masiva de Google Cloud y su repercusión en decenas de servicios y negocios en todo el mundo evidencian tanto los puntos fuertes como los riesgos de una internet cada vez más centralizada en grandes proveedores de servicios cloud. Los especialistas advierten que, aunque la mayoría de plataformas han recuperado su funcionamiento habitual, podrían persistir microcortes o incidentes menores en algunas regiones hasta la plena estabilización de la red. La dependencia de la infraestructura cloud aumenta la vulnerabilidad ante fallos como este.
Estos hechos evidencian cómo una interrupción en un solo proveedor puede desencadenar efectos dominó a escala global. La necesidad de contar con planes alternativos y de fortalecer la resiliencia digital se hace cada día más evidente en un entorno donde la dependencia de la infraestructura cloud continúa creciendo.
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