- Tinder prueba un filtro de altura solo disponible para suscriptores premium.
- No excluye perfiles, pero prioriza coincidencias según la altura deseada.
- La función ha generado debate social por su posible refuerzo de estereotipos y discriminación.
- Buscan atraer usuarios, especialmente mujeres, y diferenciarse en el competitivo mercado de apps de citas.
La última novedad en Tinder no ha dejado indiferente a nadie. La plataforma de citas más popular vuelve al centro de la discusión tras la llegada de una función que permite a los usuarios filtrar posibles matches por altura. Este ajuste ha comenzado a extenderse entre los suscriptores de pago, marcando un nuevo debate sobre hasta qué punto las preferencias superficiales deben guiar la experiencia en las aplicaciones para ligar.
Cómo funciona el filtro de altura en Tinder
Si bien muchos esperaban un filtro estricto, Tinder ha aclarado que su sistema no elimina perfiles automáticamente según los parámetros de estatura establecidos. En lugar de bloquear o excluir, lo que hace el algoritmo es priorizar y mostrar antes a usuarios que encajan en la franja de altura definida por cada persona.
La configuración del filtro es sencilla: desde el apartado de Descubrimiento Premium, quienes tengan acceso pueden determinar un rango de altura mínima y máxima para los perfiles que desean que aparezcan. Pero si lo prefieres, puedes dejar abierta la posibilidad seleccionando «cualquier estatura».
Este matiz ha sido subrayado por la compañía, que pretende evitar acusaciones directas de exclusión. Sin embargo, el balance entre personalización y discriminación sigue siendo delicado y es precisamente lo que ha traído cola en la conversación pública.
Polémicas y debates: ¿preferencia legítima o discriminación encubierta?
Esta función ha provocado reacciones encontradas. Por un lado, algunos usuarios defienden su derecho a priorizar aspectos físicos que consideran fundamentales en una relación, alegando que la honestidad en las preferencias facilita conexiones más sinceras.
Por otro lado, muchos ven en esta medida una profundización en los estándares de belleza y los sesgos de las apps de citas, especialmente porque la preferencia de altura se suma a otros filtros ya existentes como edad, religión o tipo de relación deseada. Críticas desde redes sociales han señalado que la novedad contribuye a reforzar estereotipos físicos, y no son pocos los que han denunciado la presión añadida sobre los hombres bajitos, o incluso sobre mujeres altas.
Algunos testimonios recogidos en Twitter o Reddit resaltan el temor a la exclusión sistemática y preguntan “¿cuándo tocará el turno a filtros de peso, ingresos u otros elementos igualmente delicados?”. También ha habido bromas acerca de los métodos que algunas usuarias emplean para descubrir si los hombres mienten sobre su estatura, como utilizar inteligencia artificial para estimarlo mediante fotos.
¿Por qué Tinder lanza este filtro ahora?
La razón no es solo técnica ni responde únicamente a los gustos de los usuarios. En los últimos años, Tinder ha experimentado una disminución en el número de suscriptores de pago, y la competencia con otras apps de citas especializadas en parámetros físicos es feroz.
Según recogieron medios como TechCrunch y Quartz, algunos portavoces de Tinder admiten que su objetivo es hacer la plataforma más relevante y eficaz, sobre todo para el público femenino. Muchas mujeres buscan parejas más altas y esta preferencia ya era una constante en otros portales como Hinge o Bumble, donde se observa que el umbral de altura mínima se establece a menudo en torno a los 1,80 metros.
Con este movimiento, la compañía intenta retener y atraer a más usuarias que, según múltiples estudios, suelen ser más selectivas y menos proclives a pagar versiones premium frente a los hombres. Además, la compañía ha señalado que no todas las funciones probadas acaban estableciéndose; el filtro podría desaparecer o quedarse, en función de la respuesta y el impacto en las suscripciones.
El auge de los filtros y el futuro de las apps de citas
No es la primera vez que una plataforma introduce parámetros físicos como base para mejorar los resultados. Hinge, aplicación también perteneciente a Match Group (propietaria de Tinder), ya ofrecía el filtro de altura para quienes pagan sus funciones avanzadas.
Esta tendencia, que parece dirigirse hacia una personalización extrema, también ha generado una ola de escepticismo entre usuarios jóvenes. Según encuestas recientes, la Generación Z se está alejando de las aplicaciones de citas, percibiendo que la experiencia se ha vuelto demasiado elitista y poco genuina. Las descargas de apps de citas han bajado y Tinder ha perdido más de un millón de usuarios premium en los últimos años.
La función del filtro de altura podría ser vista como una prueba más del papel que juegan los algoritmos en la configuración de los vínculos digitales. Los expertos advierten que, al priorizar criterios físicos cuantificables, se favorece un entorno menos diverso y más propenso a la frustración para quienes no encajan en los parámetros más cotizados.
El debate sobre los límites de la personalización en las plataformas de citas digitales sigue abierto. Mientras tanto, Tinder observa atentamente los resultados de esta función experimental, que, lejos de pasar desapercibida, ha reavivado preguntas sobre qué buscamos al conectar en línea y hasta dónde deberían llegar las preferencias personales.
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