- Google Beam es la evolución de Project Starline, enfocada en videollamadas 3D realistas.
- Utiliza inteligencia artificial, seis cámaras y pantallas especiales para simular la presencia física.
- Incluye traducción de voz en tiempo real, facilitando la comunicación entre diferentes idiomas.
- HP colabora con Google en el desarrollo del hardware, enfocado inicialmente a empresas y grandes organizaciones.
El panorama de las videollamadas está a punto de dar un giro radical gracias a la última apuesta de Google. Tras varios años experimentando con Project Starline, el gigante tecnológico ha decidido dar el salto definitivo y presenta Google Beam, un sistema avanzado que promete romper con las limitaciones de las comunicaciones remotas tradicionales. Desde reuniones de trabajo hasta negociaciones internacionales, la compañía pretende acercar, como nunca antes, a las personas separadas por miles de kilómetros con una sensación de presencia tridimensional difícil de igualar.
Lo que hasta hace poco parecía ciencia ficción se materializa ahora con Beam: la proyección realista en 3D de los interlocutores, donde se pueden percibir gestos, expresiones y movimientos de una forma tan natural que el clásico “parece que estuvieras aquí” cobra un significado literal. Google quiere así reducir la brecha emocional y práctica de las videollamadas, y posiciona a Beam como un producto llamado a transformar primero el sector empresarial antes de dar el salto al usuario general.
La tecnología detrás de Beam: Inteligencia artificial y vídeo volumétrico
En el corazón de Google Beam hay una combinación de seis cámaras de alta definición colocadas alrededor de una pantalla especial. Estas cámaras capturan a los participantes desde distintos ángulos y, a través de la inteligencia artificial desarrollada por Google, transforman esa señal de vídeo en una representación volumétrica a tiempo real. Así, cada detalle del rostro, la postura corporal y los movimientos se conservan con una fidelidad sorprendente.
La pantalla utilizada está basada en la tecnología de campo de luz, permitiendo que los interlocutores se perciban en tres dimensiones y a tamaño real, sin que sea necesario usar gafas o dispositivos adicionales. Además, el sistema emplea algoritmos avanzados de compresión de datos para garantizar la fluidez de las llamadas, incluso en entornos donde la conexión de red puede ser un obstáculo. Todo el procesamiento, desde la creación de imágenes 3D hasta la transmisión, se apoya en la infraestructura de Google Cloud.
Traducción de voz en tiempo real: Comunicación sin fronteras lingüísticas
Uno de los aspectos más destacados de Google Beam es su función de traducción de voz casi instantánea. Gracias a los modelos de IA desarrollados en los últimos años por la compañía, la plataforma puede interpretar lo que dice cada interlocutor y reproducirlo en el idioma del destinatario, manteniendo matices de voz, entonación y expresiones personales. Actualmente, los idiomas disponibles son inglés y español, aunque se prevé que se incorporen próximamente otras lenguas como alemán, italiano y portugués.
Esta característica, que ya se ha probado en Google Meet, puede resultar determinante en negociaciones internacionales, en la gestión de equipos globales y en relaciones comerciales donde las barreras de idioma suelen ralentizar el trabajo. La integración de la traducción naturalista posiciona a Beam como una solución que va más allá de lo visual, rompiendo no solo distancias físicas sino también culturales.
Colaboración con HP y enfoque inicial en empresas
El lanzamiento de Google Beam no sería posible sin la colaboración de HP, que aportará su experiencia en hardware, diseño y distribución global. Los primeros dispositivos Beam están previstos para finales de 2025 y se destinarán a clientes empresariales seleccionados, especialmente grandes corporaciones que buscan reducir la necesidad de viajes de negocios y aumentar la eficiencia.
Para garantizar la interoperabilidad y la flexibilidad, Google también ha trabajado con grandes firmas del sector tecnológico, como Zoom y otros proveedores de soluciones audiovisuales. Además, compañías punteras como Deloitte, Salesforce, Citadel, Duolingo o Recruit ya han mostrado interés por adoptar esta tecnología, viendo en ella una herramienta para fortalecer la colaboración global sin perder el componente humano de la conversación cara a cara.
El hardware de Beam consiste en un sistema compacto (del tamaño de un reproductor de DVD) basado en Chrome OS, con robustos displays y seis cámaras para capturar todos los ángulos posibles. Aunque el coste inicial será elevado y la implantación se centrará en el entorno profesional, la expectativa es que, poco a poco, la tecnología se masifique y llegue al usuario doméstico con dispositivos más accesibles.
Desafíos en la adopción y futuro de la comunicación 3D
Beam representa un avance significativo en interacción remota, pero no está exento de retos. El precio, el tamaño del hardware y la necesidad de una pantalla Beam en cada extremo de la llamada suponen una barrera de entrada considerable, lo que explica su enfoque inicial en el sector corporativo. Sin embargo, como ha ocurrido con otras tecnologías disruptivas, se espera que el tiempo y la competencia en el mercado contribuyan a rebajar esos obstáculos para que, en unos años, la comunicación tridimensional sea tan cotidiana como lo son hoy las videollamadas estándar.
El objetivo de Google es claro: transformar la comunicación a distancia en una experiencia lo más cercana posible a una reunión presencial, facilitando tanto la comprensión como la empatía y la toma de decisiones. La apuesta por la inteligencia artificial, la colaboración con socios clave y una visión a largo plazo auguran una evolución interesante de este tipo de herramientas.
La llegada de Google Beam marca el comienzo de una nueva etapa en el ámbito de las videollamadas profesionales. Con la integración de IA, la traducción instantánea y la sensación de presencia realista, las distancias continúan acortándose y el futuro de la colaboración global parece cada vez más cercano y tangible.
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