Mikey Madison ha logrado lo que muchos en Hollywood solo pueden soñar: llevarse el Oscar a Mejor Actriz en la 97ª edición de los premios de la Academia. Con una carrera en ascenso y un papel protagónico en la película Anora, dirigida por Sean Baker, la joven actriz ha conseguido destacar en una industria repleta de talento. Sin embargo, su victoria no estuvo exenta de sorpresas y emociones.
Su papel como Ani, una trabajadora sexual de Brooklyn que se casa con el hijo de un oligarca ruso, ha sido uno de los más desafiantes y aclamados de la temporada. Para lograr una interpretación tan impactante, Madison se sumergió completamente en el personaje, aprendiendo ruso, perfeccionando su acento y entrenando intensamente para las escenas de baile erótico. Su victoria en los Oscar 2025 marca un antes y un después en su carrera, catapultándola al estrellato definitivo.
La transformación de Mikey Madison en ‘Anora’
Desde el momento en que Sean Baker vio a Mikey Madison en la pantalla, supo que tenía que ser la protagonista de Anora. El director, conocido por su estilo realista y su enfoque en historias de la periferia de la sociedad, quedó impresionado con el talento de la actriz, a quien había visto previamente en Érase una vez en Hollywood de Quentin Tarantino y en la saga de Scream.
Para interpretar a Ani, Madison tuvo que sumergirse en el mundo que su personaje habita. Pasó semanas entrenando para las escenas de baile, visitó clubes de striptease y trabajó con expertos en dialectos para perfeccionar el acento de Brighton Beach, el barrio neoyorquino donde se cría Ani. Este tipo de preparación es común entre las actrices que se enfrentan a desafíos similares en sus carreras.
Uno de los momentos más impactantes del rodaje fue cuando Baker creó un entorno casi real en el Teatro Rosewood de Nueva York, llenándolo con bailarinas reales y actores que interpretaron a clientes habituales de un club nocturno. Madison tuvo que moverse en ese ambiente como si realmente fuera Ani, interactuando con los “clientes” y presentándose a ellos de manera natural. Esta experiencia le permitió adentrarse psicológicamente en su papel, logrando una interpretación auténtica y conmovedora.
Un Oscar que nadie esperaba
Aunque Demi Moore parecía la favorita para llevarse el premio por su papel en La Sustancia, la actuación de Madison en Anora terminó por robarse el protagonismo. La sorpresa fue tal que incluso la propia actriz confesó estar asombrada cuando escuchó su nombre.
Al subir al escenario, Madison se tomó un momento para respirar antes de comenzar su discurso de agradecimiento. “Esto es totalmente surrealista”, dijo, visiblemente emocionada. “Crecí en Los Ángeles, pero Hollywood siempre me pareció algo inalcanzable. No puedo creer que esté aquí ahora mismo”.
La actriz también dedicó unas palabras a la comunidad de trabajadoras sexuales, a quienes había conocido durante su proceso de preparación para el papel. “Quiero reconocer a todas las mujeres maravillosas que he conocido durante este camino. Me llevo su fuerza y su historia conmigo, y quiero seguir dándoles voz”.
El ascenso de Mikey Madison en Hollywood
La carrera de Madison ha sido meteórica. Nacida en 1999 en Los Ángeles, creció en una familia de psicólogos y pasó gran parte de su infancia dedicada a la equitación. Sin embargo, a los 14 años decidió probar suerte en la actuación, sintiendo que necesitaba una conexión más profunda con la gente.
Su gran oportunidad llegó con la serie Better Things, donde interpretó a Max, la hija mayor de la protagonista. A partir de ahí, comenzó a recibir papeles en cine, destacándose en producciones como Érase una vez en Hollywood y la franquicia Scream. Sin embargo, fue Anora la que la convirtió en una estrella de primer nivel.
La victoria de Mikey Madison en los Oscar 2025 representa un triunfo para el cine independiente. Con un presupuesto modesto de seis millones de dólares, Anora ha conseguido recaudar más de 150 millones en taquilla y ha sido reconocida en festivales prestigiosos como Cannes o en la Gala Critics Choice Awards.
Además, su interpretación ha sido comparada con algunas de las grandes actuaciones de Hollywood. Muchos críticos la ubican en la misma liga que Jennifer Lawrence y Lupita Nyong’o, quienes también ganaron un Oscar antes de cumplir los 30 años. Este tipo de comparaciones pueden influir en las futuras nominaciones y reconocimientos de la actriz.
Hoy, Madison disfruta de su momento de gloria, pero su objetivo sigue siendo el mismo: seguir contando historias auténticas que conecten con el público. Como ella misma dijo en su discurso tras los Oscar: “Solo quiero seguir haciendo películas”.
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