- Un modder consiguió instalar Windows 95 en una PlayStation 2 usando el emulador Bochs.
- El proceso duró más de 14 horas debido a incompatibilidades de hardware y arquitectura.
- Pese a ejecutar el sistema operativo, fue imposible hacer funcionar correctamente Doom.
- El proyecto demuestra las limitaciones técnicas y pasión por la experimentación retro.
En una época donde la tecnología avanza a pasos agigantados, aún hay entusiastas que miran atrás con nostalgia y curiosidad. Un caso reciente ha captado la atención de la comunidad retro y tecnológica: un youtuber llamado MetraByte ha conseguido ejecutar Windows 95 en una PlayStation 2, una de las consolas más icónicas de Sony. Pese a lo anticuado de ambos sistemas, el reto no fue sencillo ni inmediato.
El objetivo inicial iba más allá de ver el famoso escritorio de Windows. La verdadera meta era probar si DOOM, uno de los videojuegos más populares de los 90, podría ejecutarse en ese entorno. Lo cierto es que la experiencia no salió como esperaba, pero ofrece un vistazo fascinante a lo que ocurre cuando la creatividad y la tecnología se cruzan.
¿Cómo se ejecuta un sistema Windows en una consola como la PS2?
La clave de todo el proceso está en la emulación. La arquitectura MIPS, usada en el procesador Emotion Engine de la PS2, es radicalmente distinta del estándar x86 para el que fue diseñado Windows 95. Por ello, no era posible una instalación directa del sistema operativo. MetraByte recurrió al emulador Bochs, capaz de simular un entorno x86 funcional dentro de la consola.
Con la ayuda de un teclado USB y un disco duro IDE conectado a la consola, el creador del proyecto comenzó el largo camino hasta ver el escritorio de Windows 95 en pantalla. El puerto USB incorporado en la PS2 ofrecía un rendimiento demasiado bajo, por lo que optó por trasladar los archivos necesarios mediante un disco duro con interfaz antigua conectado externamente.
Durante el proceso aparecieron múltiples problemas técnicos. Errores de lectura, conflictos con drivers y fallos en la identificación de unidades fueron solo algunos de los obstáculos. El youtuber también experimentó con otros emuladores como DOSBox, aunque esos intentos no dieron ningún resultado viable.
No fue hasta pasadas unas 14 horas de pruebas, ajustes y frustraciones que finalmente logró que Windows 95 se iniciase. La consola mostró correctamente la interfaz del sistema operativo, incluidas herramientas básicas como el Bloc de Notas y Paint. Sin embargo, la respuesta era extremadamente lenta y la falta de soporte para ratón limitaba mucho la experiencia.
¿Y qué pasó con DOOM?
Uno de los propósitos esenciales del proyecto era demostrar que DOOM, célebre por ejecutarse casi en cualquier sistema imaginable, podía funcionar en una PS2 corriendo Windows 95. Pero no fue así. El lanzador Doom95 llegó a iniciarse, pero la instalación del juego fracasaba sistemáticamente. A pesar de múltiples intentos, el videojuego no llegó a ejecutarse de forma operativa.
Esto resalta una realidad que a veces pasamos por alto: aunque se llegue a ejecutar un sistema operativo antiguo en un entorno no compatible, eso no garantiza que pueda funcionar con estabilidad o ejecutar software exigente. DOOM, aunque ligero, requiere ciertos recursos básicos de los que este montaje carecía.
MetraByte ha documentado toda la odisea en un vídeo en su canal de YouTube. Allí explica cómo tuvo que modificar internamente la consola, crear particiones específicas en el disco duro y probar diferentes configuraciones hasta encontrar una que le permitiera arrancar el sistema.
La PS2, una consola que sigue desafiando los límites
Aunque la PlayStation 2 lleva años fuera del mercado, continúa siendo objeto de proyectos creativos y desafíos técnicos. Este experimento se enmarca dentro del fenómeno creciente de dar nueva vida a dispositivos antiguos, especialmente entre modders y aficionados al software retro.
Este proceso ha puesto sobre la mesa las limitaciones reales de una consola que, en su día, fue puntera. La extrema lentitud del sistema operativo, las incompatibilidades con periféricos y la necesidad de múltiples ajustes hacen evidente que estos experimentos tienen más valor educativo y de exhibición que práctico.
Aun así, estos proyectos despiertan el interés de muchos usuarios que sienten pasión por las máquinas de otra era. La mezcla entre nostalgia y desafío técnico convierte estos casos en auténticas pruebas de ingenio. Además, si permiten revivir sistemas como Windows 95 en contextos inesperados, aumentan su atractivo.
Este intento de hacer funcionar DOOM en una consola de hace más de 20 años demuestra lo complicado que es adaptar software a hardware tan diferente. También evidencia que, aunque la emulación ha avanzado mucho, no todo es posible en el mundo de los mods.
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