- Las tarjetas gráficas NVIDIA han experimentado aumentos de precio de hasta el 15% a nivel global, afectando tanto a modelos de consumo como chips profesionales.
- La subida de precios está vinculada a aranceles, restricciones de exportación de EE.UU. y costes de producción más elevados por la relocalización de operaciones.
- El impacto se nota especialmente en la serie RTX 5090 y en chips de inteligencia artificial como los H200 y B200, afectando tanto a consumidores como a empresas.
- La situación podría prolongarse, ya que cualquier alivio arancelario tardará en reflejarse en los precios al consumidor.
El precio de las tarjetas gráficas NVIDIA continúa marcando tendencia al alza en 2025, generando preocupación tanto entre los jugadores como en el ámbito profesional. Durante los últimos meses, los consumidores han comprobado en primera persona cómo los costes de adquisición de las GPU de la marca no dejan de crecer, lo que ha reavivado el debate sobre los factores que están disparando el precio de estos dispositivos tan demandados.
El encarecimiento no se limita a un modelo concreto; es una tendencia que afecta a toda la gama (incluso a otras empresas como Xbox), desde las populares tarjetas gráficas para gaming hasta los potentes chips utilizados en inteligencia artificial. Esta situación complica la vida tanto a los aficionados al hardware como a empresas que dependen de sistemas avanzados para sus operaciones y proyectos de IA.
Aranceles y costes de producción: los principales responsables del alza de precios
Actualmente NVIDIA ha ajustado los precios de sus tarjetas gráficas, subiéndolos entre un 5% y un 15% en los principales mercados internacionales. El trasfondo de este aumento está relacionado, en buena medida, con las restricciones de exportación impuestas por Estados Unidos y la guerra comercial con China (que también han provocado un aumento de precio en productos Apple).
La compañía se ha visto obligada a trasladar parte de su producción a suelo estadounidense, lo que ha elevado considerablemente los costes. Entre las GPU más afectadas destaca la GeForce RTX 5090, que ha superado ya los 2.500 dólares en muchas tiendas, mientras que la serie completa RTX 50 también ha recibido incrementos notables, aunque en menor cuantía.
La tendencia no es exclusiva de los productos orientados al gaming. En sectores profesionales, especialmente en el entorno empresarial y de centros de datos, las unidades H200 y B200 orientadas a inteligencia artificial experimentan subidas de hasta el 15%.
Este encarecimiento no solo repercute en el usuario final, sino que está obligando a los proveedores de servidores y equipos especializados a actualizar sus tarifas y presupuestos, lo que podría derivar en un efecto dominó en los servicios y productos basados en IA.
¿Podría cambiar la situación? El efecto de las negociaciones internacionales
Pese al impacto negativo en el bolsillo de los consumidores, los recientes avances en acuerdos comerciales podrían influir en la tendencia de precios. Se ha anunciado un nuevo acuerdo entre Estados Unidos y China, que contempla una reducción de aranceles de hasta el 115% y una moratoria de 90 días en los recargos aplicados.
Sin embargo, los expertos advierten que estos cambios necesitan tiempo para trasladarse a la cadena de distribución, por lo que los precios actuales podrían mantenerse elevados durante varios trimestres.
En lo referente a la demanda, el mercado de GPU se mantiene fuerte, sobre todo en lo que respecta a aplicaciones de inteligencia artificial y centros de datos. No obstante, las tensiones geopolíticas y la incertidumbre económica siguen condicionando el sector, frenando cualquier posible bajada de precios significativa a corto plazo. Aquellos usuarios que esperaban una rápida corrección en los costes tendrán que armarse de paciencia, ya que por ahora todo apunta a que la estabilidad en precios altos es la tendencia dominante.
La suma de aranceles, cambios en la producción y el contexto internacional está detrás de unas tarifas que no dejan de escalar. Aunque existe cierta esperanza de mejora a medio plazo, tanto gamers como empresas deben prepararse para un entorno donde las GPU NVIDIA mantendrán precios considerablemente elevados hasta que las circunstancias globales permitan una verdadera estabilización.
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